Primero: 
Introducción y Definición
El mundo 
contemporáneo sufre de muchos problemas. A pesar del extraordinario desarrollo 
material en el que vivimos, y los grandes beneficios que la ciencia ha brindado 
al ser humano, para mejorar su vida y su bienestar, estamos viviendo unos 
grandes problemas generados unos de otros, y con influencia de unos sobre la 
existencia de otros. Algunos de estos problemas son: la ansiedad psíquica y el 
desasosiego, la difusión del crimen, la ausencia de los valores morales, el 
individualismo y el egoísmo, la injusticia en todos sus sentidos y formas, la 
descomposición de la sociedad y la corrupción.
Escuchamos, casi 
diariamente, sobre los escándalos políticos y financieros. Y no hay país en el 
mundo que carezca de estos problemas. El progreso material de los humanos no ha 
podido eliminar ni suavizar estos problemas; por el contrario, cada vez que 
progresa la vida material del ser humano, aparecen y se difunden más estos 
problemas.
A pesar de la 
multitud y la variedad de estos problemas, parece que el gran problema y el más 
influyente en la aparición de la corrupción, el desasosiego y la ansiedad es el 
problema del ateísmo.
En realidad, este 
problema es el principal y es la causa de todos los demás.
¿Qué queremos 
decir con el problema del ateísmo? ¿Cuál es la razón de este problema que se ha 
convertido en uno de los fenómenos de estos tiempos? ¿Cómo trata el Islam este 
problema?
Esto es lo que 
vamos a debatir en las siguientes páginas, con la ayuda de Al∙lâh[1].
¿Qué queremos 
significar con el problema del ateísmo?
El ateísmo es la 
negación de Al∙lâh y la desviación del camino de la fe y el juicio, además de 
expresar la incredulidad en la resurrección, el Paraíso y el Infierno, y 
consagrar todo el tiempo únicamente a la vida mundanal.
El ateísmo hoy es 
un fenómeno internacional. El mundo occidental en Europa y América, aunque son 
quienes aparentemente han heredado la fe cristiana que cree en la Resurrección, 
el Paraíso y el Infierno, hoy día han dejado de creer en ella. La gente allí 
cree solamente en esta vida, y la Iglesia se ha convertido en mera tradición o 
en un recuerdo del pasado, y no forma en las vidas de las personas ni en sus 
mentes sino una parte muy insignificante. Y el ateísmo se ha convertido en la 
religión oficial en todas las constituciones de los países europeos y 
americanos. Y algunas veces esto lo denominan "laicismo"; otras veces, estado no 
confesional, y todo esto significa ateísmo o negación de Al∙lâh.
En Oriente se 
encuentra el mayor país del ateísmo, el estado ruso, que es de creencia 
comunista que rechaza todo lo trascendente y cree que la vida es únicamente lo 
material y que la lucha del hombre en esta vida es para vivir y existir 
solamente. Mientras que en otros países, aunque se extendían religiones basadas 
en creencias en lo oculto como el hinduismo, el budismo y el confucianismo, sin 
embargo estas religiones actualmente casi han desaparecido ante la expansión del 
ateísmo occidental y de la vida contemporánea.
A pesar de que el 
mundo islámico está aún unido de algún modo al Islam y crea en la unidad de 
Al∙lâh, la Resurrección, el Paraíso y el Infierno, sin embargo la gran oleada 
del ateísmo le presiona por todos lados, haciendo que los musulmanes duden de su 
religión y de su creencia, siendo recomendable, para enfrentarnos a este 
problema, que estudiemos de forma objetiva y científica las causas de este 
problema y la manera de solucionarlo.
Segundo: Las 
causas del ateísmo
Hace 200 años 
solamente el problema del ateísmo no tenía la fuerza ni la extensión que hoy 
tiene, pero durante los últimos dos siglos aparecieron muchos factores que han 
hecho del ateísmo y de la incredulidad una religión común y frecuente. Podemos 
resumir los motivos más importantes en lo siguiente: 
1- La Iglesia 
Europea: 
Esta iglesia ha 
sido a veces una razón indirecta y otras una razón directa en la difusión del 
ateísmo y la completa negación de Al∙lâh y el rechazo de su existencia, eso es 
porque los responsables de la iglesia como los monjes y los obispos incluyeron 
en su religión muchas supersticiones y leyendas y las convirtieron en unas 
creencias religiosas, como por ejemplo, elevar a Jesús, la Paz sea sobre él, de 
la categoría de humano a la de Dios, la aparición de la idea del pecado 
original, la cruz, y la salvación, añadiendo otras que tratan de la tierra, el 
universo y la vida. Al comienzo de la era del Renacimiento europeo, algunos 
científicos descubrieron nuevas realidades sobre la tierra, el universo y la 
vida, entonces los monjes y obispos negaron todo eso, y acusaron a quienes 
creían en las nuevas realidades de ser ateos, ordenando a las autoridades 
gobernantes matarles y quemarles. Muchos científicos tuvieron este destino por 
contradecir las opiniones de la Iglesia, pero el movimiento de la ciencia no 
paró y los científicos pudieron presentar cada día nuevas pruebas de sus teorías 
científicas. Las opiniones de la iglesia y sus creencias empezaron a ser 
vencidas día a día, el triunfo finalmente fue para los científicos de la materia 
sobre los hombres de la iglesia, y así la gente se dirigió a creer en la ciencia 
tangible como nuevo dios que proporcionaría bienestar, fuerza y confort a la 
gente. Al descubrir la gente los secretos de la iglesia, les chocó la 
inmoralidad que tenía lugar entre los monjes y las monjas, y quisieron liberarse 
totalmente de la autoridad eclesiástica, y de la tiranía a la cual fueron 
sometidos durante años, e igualmente de las tasas y los impuestos que exigía la 
iglesia, y así fueron rechazando toda creencia religiosa, y odiando toda 
religión que predicase la fe en el Más Allá, y acusaron a todos los profetas de 
mentirosos. Así surgió la primera oleada del ateísmo universal. 
2- Las injusticias 
del mundo capitalista: 
Nada mas empezar 
Europa a desprenderse de la autoridad de la iglesia y a descubrir la fuerza del 
vapor y de la máquina, pasó de la agricultura a la industria; los terratenientes 
se dirigieron a la fabricación, tuvieron grandes factorías, grandes fortunas, y 
explotaron a los obreros de una manera escandalosa, las injusticias se 
difundieron y aparecieron distintas clases, desde avaros capitalistas hasta 
pobres y oprimidos obreros. 
La aparición de 
esta nueva injusticia y el apoyo de los hombres de la Iglesia o su silencio ante 
aquella injusticia, se convirtieron en una nueva causa de la propagación del 
ateísmo y la duda en la existencia de Al∙lâh, y acusar a la religión de apoyar a 
la injusticia o su incapacidad de solucionar los problemas del ser humano en la 
tierra. Las creencias empezaron a alejarse de la vida de la gente, y ésta empezó 
a crear nuevas doctrinas que pudieran resolver sus problemas en la tierra y 
convencer a sus cerebros, especialmente porque la Iglesia europea era incapaz de 
dar respuestas a la gente.
3- La aparición de 
escuelas económicas ateas:
El tercer factor 
que ayudó en la expansión de la ola de ateísmo fueron las escuelas económicas 
ateas, especialmente el comunismo que predicó Carl Marx (el famoso alemán de 
origen judío, cuyo padre se convirtió al cristianismo). Aunque esta ideología 
partía desde un supuesto económico, y tenía como meta, según las declaraciones 
de los predicadores de ésta, depurar las injusticias capitalistas 
individualistas y ser determinante en una sociedad comunista, donde cada persona 
trabaja según su capacidad y gasta solamente según sus necesidades.
Sin embargo, los 
que adoptaron estas ideas, les adjudicaron un carácter dogmático, y les dieron 
otras perspectivas que no eran económicas, y de este modo, predicaron que la 
vida de la gente es únicamente material, y que no existe ni espíritu, ni 
Resurrección ni Dios, y dijeron que no existe otra vida después de la muerte y 
que la obsesión de las personas siempre han sido sus intereses materiales.
También 
manifestaron que la aparición de las religiones fue una invención de los ricos 
para engañar a los pobres y aprovecharse de ello, así como que las virtudes como 
la confianza, la decencia y la honestidad no son más que un mal producto del 
concepto religioso que quiere servir a los intereses capitalistas. Por eso, los 
comunistas creyeron en que los profetas no eran más que impostores, que 
quisieron con su propaganda religiosa drogar al pueblo para que se someta a la 
injusticia y a la opresión. Y así, este movimiento económico con su filosofía 
sobre las religiones llegó a ser una nueva ola del ateísmo y maniqueísmo. Y tal 
vez haya sido esta nueva ola que trajeron los comunistas, la más fuerte ola del 
ateísmo, ya que los comunistas adoptaron la defensa de los oprimidos y los 
pobres, y la causa de defender este tipo de gente es un asunto muy justo y 
humano, por eso esta gente que es siempre la mayoría en las sociedades, aceptó 
esta creencia y esta religión nueva porque solucionaba todos sus problemas y 
adoptaba sus causas. Y naturalmente adoptaron esta religión con toda su 
filosofía dogmática, y no solo con su concepto económico.
Y así el ateísmo 
se extendió rápidamente con esta nueva escuela económica, y el auge 
extraordinario que cosechó la doctrina comunista, con la explosión de la 
revolución bolchevique en Rusia y su acceso al poder, fue un elemento aplastante 
para destruir las religiones, extender el ateísmo y transformarlo en una 
doctrina internacional.
Los comunistas 
veían que el indudable final del mundo era el comunismo, y lo predicaban incluso 
utilizando la revolución y la violencia como método para extender sus creencias. 
Así todo el mundo se llenó de revoluciones provocadas por este idealismo, y 
pueblos completos empezaron a convertirse obligatoriamente al ateísmo, como pasó 
en las repúblicas islámicas en Rusia, en China y otros países. Y mientras la 
expansión ateísta en la que apoya el marxismo sigue extendiéndose por el mundo 
entero, he aquí que los países árabes que antes eran fortalezas protegidas por 
el Islam, se ven invadidos por el marxismo en su propia morada.
4- La asociación 
entre el ateísmo y la fuerza del materialismo:
La asociación 
entre el ateísmo y la fuerza del materialismo es la cuarta causa que motivó a la 
gente a la incredulidad y al salto hacia el ateísmo completo, y eso es porque la 
gente creyó que Europa no se desarrolló, no tuvo fuerza económica ni descubrió 
los secretos de la vida hasta que dejó las ideas de la iglesia y sus dogmas, y 
que Rusia por ejemplo no se convirtió en un gran país hasta que se declaró como 
un país ateo. Además veían que los países que mantenían su religión eran 
retrasados en cuanto a fuerza y a industria. Por eso la gente creyó que el 
ateísmo era la causa de la fuerza y la ciencia, mientras que la religión 
significaba atraso e ignorancia. Por el efecto obvio y deslumbrante de la 
ciencia material en facilitar la vida humana, y proporcionar lujo y bienestar, 
la gente dejó el dogma religioso y creyó en esta ciencia como nuevo dios capaz 
de acabar con todas las dificultades sobre la faz de la Tierra. Además este dios 
les dotó de ambición para llegar a otros planetas y someterlos al servicio del 
ser humano. Así la unión entre la ciencia material, los nuevos descubrimientos y 
el ateísmo ayudó a que la gente creyera que la ciencia es el fruto y el 
resultado del ateísmo. Y eso es un gran error que fue divulgado por consecuencia 
de la corriente del ateísmo.
5- La derrota del 
mundo islámico ante los ataques europeos:
Cuando los 
europeos dominaron la fuerza material, utilizaron la maquina, y construyeron las 
factorías, empezaron a dirigirse hacia los países del mundo buscando mercados 
para comercializar sus productos, y extraer las materias primas que necesitaban 
para la industria. Por la codicia de estos países por obtener lo que querían al 
más barato precio o sin ninguno, utilizaron sus fuerzas militares. Y como el 
mundo islámico vivía en la pobreza, atraso y debilidad militar y política, no 
pudo afrontar por mucho tiempo este ataque europeo de carácter imperialista. La 
derrota militar de los musulmanes ante la colonización europea tuvo un efecto 
indirecto en crear dudas alrededor de la doctrina islámicas y en su retroceso 
ante la corriente ateísta llevada por los conquistadores europeos. Los pueblos 
islámicos empezaron a imitar al conquistador europeo, a parecerse a él en su 
moralidad y en sus hábitos, y a convencerse de sus pensamientos ateístas, 
creyendo que los europeos no llegaron a esa fuerza hasta que rechazaron la 
religión. Ese supuso otro nuevo error y una causa que ayudó al fenómeno del 
ateísmo mundial.
6- La nueva vida y 
los lujos de la civilización:
El mundo 
materialista abrió ante la gente muchas puertas de lujo, bienestar y tentaciones 
de la vida. El transporte lujoso como coches, aviones, trenes; los medios de 
comunicación, los medios de ocio y diversión; las comidas y bebidas ostentosas; 
la ropa elegante, el esmero en el gozo de la vida al máximo, y el correr detrás 
de las concupiscencias y las tentaciones; todo esto ha abierto nuevas 
perspectivas ante la gente, a las cuales no se había acostumbrado, para gozar la 
vida y hundirse en los placeres y las tentaciones.
 
La religión en 
general prohíbe el despilfarro, y ordena actuar con continencia y moderación, al 
igual que prohíbe gozar de lo ilícito como el vino, el adulterio y el destape. 
Las personas que no saben el secreto de las órdenes religiosas en relación con 
estas materias, pensaron que estas son restricciones a sus libertades y unas 
prohibiciones contra sus placeres y tentaciones, por eso se alejaron más de la 
religión, y odiaron más a todo aquél que les recordara el Día del Juicio, o les 
advirtiera del Infierno o les incitase al Paraíso. Y también por eso que las 
creencias religiosas disminuyeron y por el contrario, se extendieron las 
creencias del ateismo y maniqueísmo.
7- El remolino de 
la vida:
El lanzamiento 
abierto de las personas tras el juego de la vida, el goce de todos los 
entretenimientos y tentaciones que la civilización occidental le ha brindado, y 
la adquisición de todo lo que se pueda conseguir de sus modernos medios; todo 
eso, tuvo un profundo efecto en que las personas se despreocupasen de todo 
incluso de ellos mismos. La gente dobló los horarios de trabajo para el aumento 
de los sueldos y para conseguir más instrumentos de confort como lavadoras, 
neveras, coches…etc.
Y por eso también 
la mujer salió de su casa para participar con el hombre en las cargas y costes 
de la nueva vida, y para obtener más bienestar y comodidad. La locura demencial 
y el deseo inmoderado comenzó por la adquisición de las tentaciones de la vida, 
lo que requirió un aumento en el esfuerzo, la actividad y el trabajo noche y 
día. Así el remolino de la vida comenzó a aplastar al hombre contemporáneo, le 
ocupó noche y día, y no le dejó oportunidad para pensar en sí mismo o en su 
destino; trabaja en su tienda o fábrica y vuelve a sus entretenimientos y 
deseos, y después retorna otra vez a su trabajo, así sin que la vida 
contemporánea le deje un hueco donde pueda pensar en las verdades de la religión 
y pueda responder a las preguntas inmortales que palpitan dentro de cualquier 
alma: ¿quién creó el Universo?; ¿quién nos creó y porqué?; ¿hacia dónde 
caminamos?; ¿existe el fin del mundo?; ¿tuvo un comienzo?; ¿porqué la gente vive 
de forma diferente?. Existe el rico y el pobre, el injusto y el oprimido, el 
asesino y la víctima. ¿Porque todo eso?. Estas preguntas han quedado confusas en 
la mayoría de las almas y sin una respuesta, porque el hombre contemporáneo 
consumidor -a quien el remolino de la vida dejó aplastado- no 
encuentra un tiempo para pensar en todos estos enigmas.
Estos son los 
motivos más notables de la aparición del fenómeno del ateismo y su difusión de 
esta manera tan rápida. Ahora bien, ¿cómo afectó este fenómeno a nuestra vida 
contemporánea?, ¿y cuáles son sus efectos específicamente?.
Tercero : Los 
efectos del ateismo sobre la vida humana
El ateismo dejó sus evidentes 
efectos en la actitud del hombre, en la moral de las naciones, y en el orden 
sociológico. Podemos resumir estos efectos en lo siguiente:1- El 
desasosiego y la ansiedad:
Las primeras 
secuelas que deja el ateísmo en las almas de las personas son: el desasosiego, 
la indecisión, la inestabilidad y la ansiedad. Eso se debe a que dentro de cada 
uno de nosotros, existe una tendencia innata que persiste en nosotros y una 
serie de preguntas que se plantean en nuestro interior: ¿por qué fuimos creados, 
quién nos ha creado, hacia dónde nos encaminamos…?. Si el estrés y las 
ocupaciones de la vida interfieren en la conducta del hombre, ya que no le 
permiten hacer el mínimo esfuerzo para responder a estas preguntas ni le 
permiten averiguar cuál es el secreto de la vida y del Universo, sin embargo, el 
hombre se ve implicado, muchas veces, en situaciones comprometidas y en 
situaciones que le sacuden, pero que le conllevan a reflexionar acerca de estas 
preguntas. 
Entonces, las 
enfermedades, las catástrofes, la pérdida de algún familiar o de algún ser 
querido o las desgracias que le tocan vivir, le obligan a pensar en su destino y 
en su futuro. Pero dado que el ateísmo es una creencia ignorante, ya que no 
presupone la existencia de un Dios, por tanto, no puede sacar al hombre de sus 
indecisiones, ni de su intranquilidad ni de su ambigüedad, y el enigma de la 
vida sigue dejándolo perplejo, que a su vez sigue viendo la injusticia y las 
dificultades con las que la gente se enfrenta en su vida como si fueran una 
pesadilla que gobernara el interior de su persona. Siendo así que, a través del 
ateísmo, es imposible que uno sepa cuál es el fin de la vida y del Universo. En 
cambio, lo único que manifiesta esta desviación en la mente del hombre, es una 
serie de pareceres y unas cuantas suposiciones que ni convencen a la mente de la 
persona ni apagan su efervescencia. 
A pesar del 
llamamiento insistente de la tendencia innata del interior del hombre y a pesar 
de la persistencia de esas eternas preguntas en el alma de cada uno, sigue el 
hombre intranquilo y torturado.
Antiguamente, el 
hombre tenía la ocasión de estar a solas y de meditar sobre la Creación, como 
sobre el cielo y sus estrellas, sobre el mar y su esplendor y magia, sobre las 
montañas y su grandeza, sobre el desierto y su extensión, amplitud y belleza y 
sobre las plantas y flores y su hermosura y todo ello, para inducirle hacia 
Al∙lâh y para que se de cuenta del Constructor Inabarcable y del Noble Creador. 
Pero actualmente, al hombre moderno le rodean las ciudades con sus rascacielos, 
sus modernas carreteras, sus luces, sus ruidos, la distracción y el 
entretenimiento, las tentaciones y los vicios de la vida, todo lo cual ha 
desencadenado la paralización de la mente del hombre a no pensar en su Creador 
ni inducirse hacia Él, y todo ello no ha hecho sino aumentar su desconcierto y 
su perplejidad.
La sociedad 
antigua era, a su vez, una sociedad sencilla, con su propia tendencia innata, en 
la que la gente se conocía y se ayudaba en las desgracias, pero la sociedad 
moderna está basada en las ciudades tumultuosas en las que las personas se han 
alejado unas de otras y donde cada una de ellas tiene sus propios problemas y 
sus propias preocupaciones, llegando a tal extremo que uno no encuentra alguien 
a quien contar sus problemas o su desasosiego, o ni siquiera imagina quién le 
pueda dar la mano en caso de tropezar o en caso de sucederle algún problema o 
alguna desgracia, y así y por todo esto, se ha intensificado su miedo hacia el 
futuro y hacia lo que esconden los días. Así, la gente se preocupa sólo de sí 
misma ya que es cada vez más previsora y es cada vez más materialista, puesto 
que sólo recoge, sin dar nada. 
Con ambas 
cuestiones, el temor hacia el futuro y la vigilancia hacia lo que traen los 
días, aumentó el desasosiego, la alteración, el sufrimiento y la obsesión del 
hombre. Pero, en cambio, si hubiera un poco de fe en Al∙lâh, creencia en lo 
oculto y certeza en el designio y decisión de Al∙lâh, no hubiera tenido lugar 
esta desgracia, pero el ateísmo, que propone y supone que el hombre es capaz, 
sólo y por sí mismo, de mantenerse en este Universo teniendo en cuenta que no 
hay un Dios que le mantenga ni le proporcione los dones, todo ello ha venido a 
consagrar el desasosiego y el miedo del hombre al futuro y su encaminamiento 
hacia el egoísmo y el individualismo.
2- Egoísmo 
e individualismo:
El individualismo 
y el egoísmo fueron el resultado definitivo de la ansiedad y el temor a lo que 
esconden los días. Y queremos significar con egoísmo, la orientación del hombre 
únicamente a servir a sus propios intereses sin pensar en los demás. Pues al 
desaparecer la religión que invocaba a hacer el bien y el favor hacia la gente 
para lograr la satisfacción de Al∙lâh, apareció en su lugar el pensamiento en 
uno mismo solamente. Y así empezaron las personas en estas épocas ateístas 
oscuras a no preocuparse por los demás, y poco a poco descuidaron a los pobres y 
a los necesitados, y luego, a la familia y a los parientes, y después, a los 
padres, incluso a la esposa y a los hijos. 
Quien estudia el 
estado de la sociedad ateísta en Oriente y Occidente, puede ver cómo la gente se 
ha convertido en materialista y egoísta, interesándose cada uno de ellos nada 
más que de sí mismos, y no preocupándose de los demás, sino en la medida en que 
ello le beneficie. Lo que duplica el egoísmo y el materialismo es el afán de la 
gente de llenarse de placeres y deseos que les facilita la civilización moderna, 
y que permiten las leyes del ateísmo que no cree en la otra vida y determina que 
la vida privada pertenece a cada persona. Como resultado de eso, la gente se 
dirigió hacia sus deseos con toda su energía y esfuerzo, y descuidó por ese fin 
la misericordia, la bondad y cuidar a los demás. Y así se creó el ser humano 
materialista interesado moderno que se convirtió en una insignia y en el símbolo 
de la civilización europea ateísta que actualmente inunda el mundo.
3- La 
pérdida de inhibición y la inclinación al crimen:
Y eso porque el 
ateismo no educa la conciencia, y no hace que el hombre tema a un Dios fuerte y 
poderoso que vigila su conducta y sus acciones en este mundo, y el resultado de 
eso es que el ateo crece siendo un ser cruel e insensible, que carece de toda 
inhibición que lo aleje de la injusticia y le induzca a hacer el bien y la 
misericordia. Todo lo contrario, el ateismo enseña a sus seguidores que ellos 
existen por casualidad y no han sido creados por un Dios, o que ellos son 
quienes se han creado a ellos mismos, o que son unos animales terrestres como 
los demás animales que viven en la tierra. Y así es como se endurecen sus 
sentimientos y aumenta su conciencia animal y de degradación, ya que tienden a 
hundirse en los vicios y los placeres para realizarse a sí mismos, y si las 
condiciones de su vida o las leyes humanas circunstanciales les impiden alcanzar 
sus metas y objetivos animales, ellos vencen tales circunstancias por medio de 
argucias y de engaño, o a través de la fuerza, y en ambos casos, el ateo no 
tiene en su interior ningún impedimento que le contenga porque él no teme a 
ningún Dios, ni espera ser juzgado. 
De este modo, no 
existe ante el ateo ningún impedimento salvo la ley humana o sus circunstancias 
reales, y tales cosas pueden ser vencidas de muchas formas, especialmente en la 
sociedad moderna, en la que el hombre ha sido muy hábil en las modalidades del 
crimen y en la evasión de las leyes. Quizás permanece en algunas almas que creen 
en el ateísmo, algo de la voz de la naturaleza innata y de la conciencia 
mesurada, pero esta voz interior que se llama conciencia, desaparece rápidamente 
ante la presión de la vida galopante y de sus muchas tentaciones. 
Y esta es una de 
las más graves huellas del ateísmo en la vida del hombre, ya que nuestro mundo 
actual es un mundo de crímenes y de miedo. Cada día los medios de información 
como periódicos, libros, radio, y demás medios, nos dan noticias de horribles 
crímenes que alcanzan altos niveles de dureza, violencia, perversión, de 
encontrar placentero torturar a los demás, beber su sangre, gozar oyendo sus 
gritos y sus llamadas de auxilio mientras son torturados, además de los casos de 
robo, asalto y violación que se ven incrementados cada día. 
Quizás un ejemplo 
sea el célebre caso del apagón de electricidad de Nueva York en 1977 cuando la 
gente descubrió por la mañana que miles de almacenes, casas y mercados fueron 
robados y que participó en ello mucha gente de diferentes niveles sociales, 
grados y edades, incluso los agentes del orden mismos encargados de vigilar 
estos lugares participaron en los robos ya asaltados. Los expertos estiman que 
si el apagón hubiera continuado de este modo una semana más sin la intervención 
del ejercito, la ruina se hubiera apoderado de toda la ciudad. ¿Que pasaría si 
los responsables de la seguridad no actúan en tiempos de crisis y guerras?. 
Seguramente en esta sociedad se devorarían unos a otros. Y sin duda que estos 
son parte de los indudables frutos del ateísmo.
4- La 
descomposición del sistema familiar:El ateísmo tiene muchas 
consecuencias graves en la vida de la persona, pues alejarse de Al∙lâh no causa 
únicamente la destrucción de la vida personal y psicológica, sino también es la 
causa de la destrucción de toda la sociedad, porque el sistema social humano no 
puede ser correcto si las bases que forman este sistema no son correctas, pero 
si estas bases son corruptas, se corromperá seguidamente toda la sociedad basada 
sobre ellas, y por eso una de las consecuencias del ateísmo es la destrucción 
del sistema familiar.
Se sabe que la 
familia es la célula principal en el sistema social, y cuando se descomponen las 
relaciones familiares se descompone toda la humanidad, ya que un esposo corrupto 
y malo influye en su esposa e hijos y en sus vidas. Así como una esposa que no 
teme a Al∙lâh y no se siente vigilada por Él, se verá reflejada en su familia: 
esposo e hijos. Así como un mal hijo que no respeta a sus padres y más adelante, 
ni a Al∙lâh, o una mala hija. Actualmente hemos empezado a escuchar sobre los 
efectos del ateísmo como la desaparición del contrato de matrimonio legal que 
determina que la mujer sea de un solo hombre, al igual que establece relaciones 
equilibradas entre los esposos, y reparte las responsabilidades de forma justa 
entre los miembros de la familia según la naturaleza innata conforme a la cual 
han sido creados cada uno de ellos (hombre y mujer) tal como Al∙lâh lo decidió.
Con la 
desaparición del contrato matrimonial legal, la relación entre el hombre y su 
mujer se ha convertido en una mera relación de diversión e interés, y por eso 
han disminuido los sacrificios necesarios, porque un fiel marido debe sacrificar 
algo de sus tentaciones por su familia, así como una fiel mujer que puede que 
sus circunstancias la obliguen a vivir con un pobre o enfermo esposo, y que 
luche por servir a los demás y educar a sus hijos. Pero bajo el pensamiento ateo 
que no cree en el Día del Juicio ni en la recompensa, no existe nada que obligue 
al esposo o a la esposa a sacrificarse.
Y así es en el 
caso de los hijos que reciben su enseñanza bajo la educación de la unicidad, 
pues ellos aprenden a adorar a Al∙lâh tratando bien a sus padres y luchando 
siempre por satisfacerles y protegerles cuando sean incapaces de valerse por sí 
mismos o mayores de edad. Al contrario, la creencia ateísta que se basa en el 
interés material considera que la ayuda ofrecida a los demás es una ridiculez y 
una estupidez porque no ofrece ningún interés inmediato. Es así como han muerto 
los bellos sentimientos y los vínculos naturales que se hacían con las riendas 
de la familia y unían los corazones de sus miembros.
Las malas 
consecuencias del ateísmo no solo incluye la destrucción de la familia, sino que 
han traspasado el límite hasta llegar a unas increíbles formas de vicio. Bajo la 
decadencia moral y el desenfrenado deseo de conseguir los placeres e ir tras las 
tentaciones y vicios sexuales, el respeto de un contrato de matrimonio legal se 
ha convertido en una cosa estúpida. Por eso, en la mayoría de los casos, los 
hombres se han convencido de que los hijos nacidos en sus camas no son 
necesariamente suyos; al igual que los hermanos se han percatado que no 
pertenecen al mismo padre y así es como se han destruido los sentimientos 
parentescos y familiares que existen solo en las puras y virtuosas sociedades.
Con la decadencia 
de los sentimientos de parentesco y familiares como la fraternidad, la 
paternidad y la calidad de tío, se ha destruido uno de los más grandes gozos 
espirituales y psicológicos que es imprescindible para el ser humano; y, en 
lugar de este, se han creado los fríos placeres carnales y materiales. A causa 
de esto, el hombre se ha convertido poco a poco a la animalidad y al 
materialismo; además, el vínculo entre parientes y familiares desapareció con la 
desunión de la familia y de sus buenas virtudes. Por lo tanto, el divorcio, el 
abandono del hogar, la traición conyugal se han ido convirtiendo día a día en 
una cosa normal. El hombre ve, sin preocupación, a los amigos varones de su hija 
y no solo eso, sino que la anima a continuar su relación con ellos; y lo mismo 
con las amigas de su hijo. Bajo el signo del ateísmo, cada persona es libre de 
hacer lo que quiera y es la única responsable de sus actos. Y así es como fue 
destruida la primera célula de la sociedad humana.
5- La 
destrucción de las sociedades:
La familia es la 
primera célula de la estructura social; su destrucción sin duda significa la de 
todo el sistema. La familia es el primer nido del hombre; el cual, si se 
corrompe, sin duda alguna, todas las bases del sistema social se derrumbarán. Ya 
que la familia aporta a la sociedad cada día bases corruptas que a su vez toman 
sus sitios en la gran pirámide social, cada uno de ellos es responsable en su 
entorno, sea gobernante, médico, ingeniero, profesor, empleado... 
Cada uno en la 
sociedad trata con los demás según los morales y los comportamientos que ha 
aprendido durante su vida y sobretodo en su infancia en la familia. Así es como 
destaca el egoísmo, el individualismo y la ausencia del temor de Al∙lâh, el 
Todopoderoso en todas las actividades y acciones efectuadas por cada uno. Por 
eso, las relaciones que controlan los comportamientos del individuo en este tipo 
de sociedades se convierten en relaciones basadas en los beneficios materiales y 
los intereses personales en lugar del sacrificio, la paciencia y el deseo de 
hacer felices y beneficiar a los demás. De este modo, los estatutos 
gubernamentales, las empresas privadas y todos los sistemas del estado se 
convierten a un ambiente fértil para conseguir los intereses personales. La 
gente sigue descubriendo cada día la decadencia administrativa y funcionarial y 
la explotación del poder, además de aceptar sobornos, burlar las leyes, estafar 
dinero del estado, la injusticia y la opresión.
La nueva sociedad 
bajo el signo del ateísmo se ha convertido en algo parecido a un bosque en el 
que cada animal intenta asaltar al otro; el débil intenta ocultarse y engañar, 
mientras que el fuerte usa su fuerza, violencia y tiranía.
Los que estudian 
la sociedad occidental actualmente, ven que el crimen se ha convertido en una 
actividad diaria o en un comportamiento organizado y desarrollado; a pesar de la 
abundancia de la maldad y el adulterio, se extiende la violación de las mujeres 
de manera inimaginable. Aunque se encuentran oportunidades de trabajo y 
producción, se cometen robos y asaltos por gente de edades y clases sociales 
diferentes, incluso no pasa un día sin escuchar cientos de delitos.
Así pues, bajo el 
ateísmo, la falta de observancia de las órdenes de Al∙lâh y el olvido del Día de 
la Resurrección, las comunidades se convierten en una laguna putrefacta de vicio 
y maldad; los crímenes serán perpetrados a diario; burlar las leyes, la 
explotación del poder, la injusticia del poderoso hacia el débil y la hipocresía 
del débil frente al fuerte serán como una religión y un sistema nuevo de 
moralidad que seguirán las comunidades inmorales que no adoran a Al∙lâh.
6- El 
delito político:
Quizás la 
consecuencia más grande del ateísmo es su efecto en la política mundial y en el 
sistema de relaciones entre los países.
Por eso las éticas 
materiales del ateísmo que ha convertido los corazones humanos en corazones 
llenos de crueldad y egoísmo, han obligado al hombre a practicar esta crueldad y 
este egoísmo en las relaciones políticas mundiales también.
Por eso, vimos que 
las grandes colonizaciones utilizaron medios tiránicos para esclavizar los 
pueblos débiles, obtener sus bienes y hacerse con sus riquezas. Nuestros países 
islámicos en general, o árabes en especial, son los más infelices y pobres 
países a causa de estas políticas materialistas ateístas. 
Siempre, por 
desgracia, nuestros países caen bajo la amenaza de la fuerza y la intervención 
militar, cada vez que intentan conseguir algo de sus derechos perdidos o de su 
dinero robado. 
Incluso cuando 
piensan en practicar el Islam o volver a sus puras leyes y legislaciones, vemos 
cómo las grandes potencias mundiales se reúnen para luchar contra nuestra 
religión, acusándola a veces de retrasada, a veces de salvaje, y a veces, que 
oprime las otras religiones y minorías.
Quizás, el caso 
del petróleo y el intento de los países islámicos para obtener precios 
racionales de su venta y aprovechar su dinero, es un testimonio claro de la 
actitud colonizadora terrorista y egoísta contra los países islámicos, y es que 
las grandes potencias nos han acusado de que queremos destruir la economía 
mundial, esclavizar la humanidad y destruir la civilización, y todo porque 
reclamamos parte de nuestro derecho.
Estos países 
también amenazaron muchas veces que van a ocupar nuestros pozos de petróleo y 
van a apoderarse de ellos, si nuestros países no venden a nuestros enemigos o si 
aumentamos su precio.
De este modo, todo 
el mundo se quema con el fuego del materialismo egoísta mundial practicado por 
los países imperialistas que actualmente esclavizan a los pueblos, arrebatan sus 
riquezas y los convierten en presas del desasosiego, el miedo, la anarquía y la 
rivalidad para que sea fácil saquear sus bienes y riquezas.
Si la fe, la 
unicidad y el temor de Al∙lâh hubieran dominado la moralidad de los políticos, 
se hubieran difundido la misericordia y la piedad entre todos los pueblos; 
además de la ayuda a los débiles, el apoyo a los pobres y la supresión de la 
injusticia, hasta llegar a ser el sistema aplicado en todas las políticas del 
mundo.
Lo que más 
aterroriza, después de todo, es que el ateísmo se convierta en causa de 
destrucción total del mundo a causa de la moderna ciencia que ha dado al hombre 
unas armas que puedan acabar con todo el planeta.
Quien ve lo que 
hacen los grandes países para destruir los pequeños, se quedará extrañado, 
puesto que aquellos utilizan unas armas tremendas como la droga, la negra 
propaganda, la guerra psicológica, las mujeres, el adiestramiento de espías; 
además del asesinato y desplazamiento de todos los individuos que son positivos 
y leales con sus patrias y países.
De este modo, el 
ateísmo y el alejamiento de Al∙lâh, han podido cambiar la sociedad humana en una 
sociedad rechazable, basada en la injusticia, la violencia, el robo y el 
permanente miedo a la destrucción y devastación; lo que a su vez conduce a la 
ruina del espíritu del hombre contemporáneo y su continua huida de la realidad, 
y es por eso que se han expandido las drogas, los tranquilizantes y los excesos 
sexuales. Estas políticas mundiales han conducido al individuo a ser más 
egoísta, a amarse a sí mismo, conseguir el dinero por cualquier método, salvarse 
solo a sí mismo y vivir solamente el presente. Así, el ateismo ha creado el 
actual remolino en el que vive el hombre en estos tiempos; tiempos de 
preocupación, egoísmo, criminalidad y desorden.
Escritor: 
Abdul Rahman Abdul Khalik
Kuwait 
19/2/1983
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[1] 
Al∙lâh= significa Dios. Es el Nombre Más Grande que ostenta el Único Creador que 
posee todos los atributos propios de la divinidad, tal como fue revelado en el 
Qor´ân.
			
						
						