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				El Hajj 
				(La Peregrinación) 
				  
		
				
		Manual para el peregrino 
				(Zip / PDF) 
				  
Por Hadrat Abdul Qadir al-Jilani  
  
La peregrinación, de 
acuerdo con los preceptos religiosos, es hacer una visit a la Ka’aba, en la 
ciudad de Meca. Hay requerimientos concretos para esta Peregrinación: vestir la 
ropa del peregrino –dos piezas de tela sin costuras blanca que representan el 
haber dejado atrás todas las ataduras mundanas; al llegar a Meca uno debe estar 
en purificación ritual; se deben completar siete circunvalaciones alrededor de 
la Kaaba - un signo de completo de entrega; el recorrer siete veces entre el 
espacio entre Safa y Marwa; ir a la llanura de Arafat y estar allí esperando 
hasta la puesta de Sol; pasar la noche en Muzdafila; hacer el sacrificio en 
Mina; hacer otras siete circunvalaciones alrededor de la Kaaba; beber del agua 
de Zamzam; y hacer dos Rakats en el lugar donde estuvo el Profeta Abraham cerca 
de la Kaaba. Cuando todos estos requerimientos han sido realizados, la 
Peregrinación está completa y su recompensa garantizada, y si algo falta en este 
ritual la recompensa será cancelada. Allah el Más Alto dijo: " Y completa el 
peregrinaje y la visita para Allah" (Sura Baqara, 196). Cuando esto ha sido 
completado, muchas de las conexiones con el mundo que eran ilegítimas durante el 
ritual se vuelven permitidas de nuevo. En estado normal se realiza la ultima 
circunvalación, y retorna a la vida normal.  
El premio para el peregrino está anunciado por Allah:   
" y todo aquel que 
entre está a salvo, y el Peregrinaje a la Casa es una obligación que los hombres 
deben a Allah, todo aquel que pueda encontrar forma para ir" (Sura Al-Imram,96).   
Todo aquel que pueda 
realizar el Peregrinaje encontrará salvación del Fuego del Infierno. Esta es su 
recompensa.   
El Peregrinaje 
interno necesita un gran esfuerzo de preparación y reunión de provisiones antes 
de iniciar el viaje. La primera cosa es encontrar un guía, un maestro, alguien a 
quien se le tenga amor y respeto, alguien de quien uno depende y a quien uno 
obedece. Él es quien va a proveer al peregrino con las provisiones que necesita.   
Entonces cada uno 
debe preparar su corazón. Para despertarlo se recita la sagrada frase La ilaha 
illa Llah –"no hay más Dios que Allah"- y recuerda a Allah con la contemplación 
del significado esta frase. Con el corazón despierto, este revive. Esto también 
hace recordar a Allah hasta que el ser interior ha sido purificado y limpiado 
por completo de todo excepto Él.
  
Después de la 
purificación interior, uno debe recitar los Nombres de Allah, los cuales 
encenderán la luz de la belleza y la gracia de Allah. Es en esta luz en la cual 
uno espera poder ver la Kaaba de la esencia secreta. Allah ordenó a Sus profetas 
Abraham e Ismael a realizar esta purificación diciendo:   
"No asocieis nada con 
Migo, y purificad Mi Casa para aquellos que la rodean" (Sura Hajj, 26)   
En efecto la Kaaba 
material en la ciudad de Meca se mantiene limpia para los peregrinos. ¡Cuan 
limpia debe mantener uno la Kaaba interior con la contemplación de la Verdad!   
Después de estos 
preparativos los peregrinos internos deben abandonarse a si mismos en la Luz del 
espíritu sagrado, transformando su contenido material en la esencia interior, y 
circunvalar la Kaaba del corazón, imperturbable recitando el segundo divino 
Nombre –Allah, el nombre propio de Dios. Se mueve en círculos porque el camino 
de la esencia no es rectilíneo sino circular. Su final es su comienzo.   
Entonces se dirige al 
Arafat del Corazón, el lugar interno de suplicación, ese lugar donde uno espera 
saber el secreto de "No hay dios sino Él, El cual es Uno sin asociados". Allí se 
mantiene recitando el tercer Nombre, Hu – no solo, pero con Él, porque Allah 
dijo: "Y Él esta contigo allá donde estés"(Sura Hadid, 4). Entonces se recita el 
cuarto nombre –Haqq, la Verdad, el nombre de la luz de la Esencia de Allah- y el 
quinto nombre, Hayy – el viviente divino, eterno, del cual derivan las vidas 
temporales. Entonces él se reúne con el Nombre del Siempreviviente con el sexto 
nombre –Qayyum, El Autoexistente de quién proviene toda existencia. Esto le trae 
al Muzdafila del centro del Corazón.   
En ese momento es 
llevado a la Mina de los secretos sagrados, la esencia, donde recita el séptimo 
Nombre –Qahhar , Aquél que Conduce Todo, el Todo-Encauzador. Con el poder de 
este Nombre el ser y el egoismo son sacrificados. Los velos de la incredulidad 
vuelan y las puertas al vuelo libre se abren.   
Con respecto a los 
velos que separan lo creado del Creador el Profeta (saws) dijo: "Fe y la falta 
de ella existen en un lugar más allá del Trono de Allah Hay velos separando el 
Señor de la vista de sus siervos. Uno es negro y otro es blanco".   
Entonces la cabeza 
del espíritu sagrado es cortada de todos sus atributos materiales.   
Recitando el Octavo 
Divino Nombre, wahhab – El Dador de Todo, sin límites, sin condiciones- entra en 
el área sagrada de la Esencia. Aquí recita el noveno nombre, Wahid –Allah Aquel 
Que no tiene igual, ninguno como Él. Entonces empieza a ver la manifestación del 
atributo de Allah Samad, la Fuente. Él ve el principio de un exuberante tesoro. 
Es una visión sin forma o materia, indescriptible.   
Entonces la ultima 
circunvalación comienza: siete vueltas en las cuales él recita los siete últimos 
Nombres y añade el decimoprimer Nombre, Ahad- El único, el Solo Uno. Entonces el 
peregrino bebe de la mano de la intimidad de Allah. "Y su Señor les hizo beber 
un agua pura" (Sura Insan, 21). La copa en la esta bebida es servida es ofrecida 
por el duodécimo Nombre Divino, Samad- La Fuente, el Satisfactor de todas las 
necesidades, el Solo Recurso.
  
Al beber de esta 
Fuente uno ve todos los velos descorrerse del rostro eterno. Uno mira Lo mira 
con la luz viniendo desde Él. Ese Mundo no tiene parecido, no tiene figura, no 
tiene forma. Es indescriptible, inasociable, este mundo "que ningunos ojos han 
visto, ningunos oídos han escuchado su descripción, que ningún corazón humano 
recuerda". Las palabras de Allah no son escuchadas por el sonido ni vistas como 
una palabra escrita. El deleite que ningún corazón humano puede probar es el 
deleite de ver la Verdad de Allah el Más Alto, y oirLe hablar.   
Después de la 
Peregrinación todo lo malo se convierte en bueno. Durante el Peregrinaje todo lo 
que no es legal es transformado en cosas permitidas, y todo esto es con la nueva 
unidad obtenida, que es continua. Allah dijo:   
"Aquel que se 
arrepienta y crea y realiza rectas acciones, para él Allah le cambiará sus 
acciones incorrectas por buenas"(Sura Furqan,70).
  
Entonces el peregrino 
será liberado todo temor y pena. Allah dijo: "Con seguridad ahora los amigos de 
Allah no tendrán temor ni pena" (Sura yunus,62). Finalmente la última vuelta es 
realizada con la recitación de todos los Nombres Divinos.   
Entonces el peregrino 
retorna a casa, a la casa de su origen, esa tierra sagrada donde Allah donde 
Allah creó al hombre en su mejor y más bella forma. En la vuelta él recita el 
duodécimo nombre, Samad, la Fuente, el tesoro de donde todas las necesidades del 
mundo son satisfechas. Este es el mundo de la Proximidad a Allah es donde se 
encuentra el peregrino interno, y este es al lugar al que éste retorna.   
Esto es todo lo que 
puede ser explicado, todo lo que la lengua puede decir y la mente comprender. 
Mas allá de aquí no se pueden dar noticias, porque más allá es imperceptible, 
inconcebible, indescriptible. Como el Profeta (saws) dijo: "Hay un conocimiento 
que permanece como un tesoro enterrado. Nadie lo puede conocer y nadie lo puede 
encontrar excepto aquellos a los que les ha sido dado el conocimiento divino". 
Pero cuando ellos oyen de la existencia de tal conocimiento, ellos sinceramente 
no lo niegan.   
El hombre de 
conocimiento ordinario tiene lo que puede recoger de la superficie. El que posee 
la sabiduría divina lo dibuja de las profundidades. El conocimiento del sabio es 
el verdadero secreto de Allah el Más Alto. Nadie sabe lo que Él sabe excepto Él 
mismo. Allah dice:   
"Y ellos no sabrán 
nada de Su conocimiento excepto lo que Él quiera. Su conocimiento se extiende 
por encima de los cielos y de la tierra y su mantenimiento de ambos no le es 
oneroso" (Sura Baqara,255).   
Aquellos bendecidos 
sobre los que Él deja Su conocimiento son Sus Profetas Sus Amados quienes se 
esfuerzan para llegar a estar cercanos a Él.   
"El sabe el secreto y 
hasta lo que está más escondido"(Sura TaHa,7)   
"Allah, no hay dios 
sino Él, Sus Nombres son los Más Bellos"(Sura TaHa,8). 
 
Y Allah es el 
que mejor sabe.
    
  
												  
La 
Peregrinación y La Peregrinación Restringida 
  
Por: Al 
Bahiye Al Joli  
  
Este 
libro es el segundo de una serie destinada a exponer, lo más brevemente posible 
la esencia del Islam. 
Ninguna cuestión de Historia o de Filosofía es discutida ni planteada. La más 
completa verdad sobre el Islam es expresada de una manera clara y concisa. 
 
Esta 
serie persigue un fin noble y generoso. A aquellos que ignoran el Islam, se 
presenta como una introducción directa al espíritu de esta religión. A los que 
poseen nociones sobre ella, permite un conocimiento más serio y una mejor 
comprensión. 
En el 
Nombre de Dios, Clemente y Misericordioso.  
"Dios 
ha impuesto a los hombres, la Peregrinación a este Templo, para cualquiera que 
tenga medios de ir a él."   
El 
Profeta ha dicho:   
"Aquél que cumpla la Peregrinación y no se entregue a la lujuria o a la maldad, 
estará tan sin pecado como un recién nacido."   
Y 
dice también:   
"La 
única recompensa para una Peregrinación piadosa, es el Paraíso."  
 
  
INTRODUCCIÓN   
  
Que 
Dios sea alabado y pueda bendecir a su Profeta.   
La 
peregrinación tiene implicaciones detalladas que ,escapan a la atención de más 
de un lector. Es una obligación bien definida y uno de los cinco pilares del 
Islam, que han sido descritos por el Profeta de la manera siguiente :  
 
"Testimonio de que no hay otro dios sino Dios, y Muhammad su mensajero; las 
oraciones; el Zakát (la parte del pobre); el ayuno del Ramadán; y la 
peregrinación a la Ka'ba". Las implicaciones que decimos no deben ser buscadas 
en estas palabras, sino en las de Dios, que dice:   
"Haz 
llamada, entre los hombres, a la peregrinación; vendrán a pie o sobre toda 
(montura) de flanco hueco, Vendrán por cualquier camino."   
  
Este 
versículo de El Corán ha atraído la atención de los sabios musulmanes, que se 
asombran ante la idea de que, a la voz del almuédano, oída en la mezquita de La 
Meca, el pueblo venga de cada camino profundo. Pero, su asombro no dura, cuando 
en sus espíritus se asoma la idea de que, aunque el esfuerzo humano es limitado, 
la potencia de Dios es infinita. Explican el sentido de este versículo, diciendo 
que, cuando Dios dijo a Abraham: "proclama la Peregrinación entre los 
hombres...",  
Abraham le respondió : "Oh, Señor, ¿ cómo puede mi voz alcanzar los 
horizontes?''   
Y 
Dios respondió, diciendo:   
"Yo 
aseguraré el que la llamada alcance aquél a quien yo designe, aunque esté en el 
fin de la Tierra".  
Con 
arreglo a esto, el peregrino responde a un llamamiento divino en el momento en 
el que comienza su peregrinación. Dios ha puesto este pensamiento en lo más 
profundo de su corazón y responde con piedad: "Dios mío, heme aquí. He aquí que 
vengo hacia Ti, que careces de asociados. Que las alabanzas, las bendiciones y 
la potencia sean tuyas." Su Señor le ha llamada hacia El, y él responde 
diciendo: "heme aquí''. (labbayka). La consecuencia a extraer aquí es que cada 
peregrino es verdaderamente consciente de lo que le es presentado y de que es 
llamado por su Señor, el Señor de la Creación, para que le visite, y es, por 
tanto, necesario considerar esta invitación como un honor. Cada peregrino, 
cuando toma el Haram debe controlar severamente sus sentimientos y arrojar todos 
los malos pensamientos, y contra ello Dios nos ha prevenido diciendo: "haremos 
probar un tormento cruel a quienquiera que, con respecto a (esta Mezquita), 
quiera (actuar) con sacrilegio, con injusticia."   
  
Es 
evidente que Dios inflige un castigo, no sólo por un acto malo, sino por un 
pensamiento malo: ya que, en presencia de Dios, nadie debe dejar errar su 
pensamiento   
Este 
libro es, en cierta manera, un indicador de algunas obligaciones que debemos 
observar al visitar los Santos Lugares. En este libro encontraremos reunidas las 
prescripciones concernientes a los ritos de la peregrinación y la manera de 
llevar a cabo esta obligación divina. Quiera Dios ayudarnos a seguir sus 
recomendaciones y, así, merecer su Gracia.   
¡Que la paz 
sea con vosotros !   
BAHIYE EL JOLY. 
 
 
LA PEREGRINACIÓN (AL HAGG) Y LA PEREGRINACIÓN RESTRINGIDA 
(AL 'UMRA) EN EL LENGUAJE Y EN LA JURISPRUDENCIA ISLÁMICAS   
  
1) El 
sentido literal de la palabra Hagg, en árabe, quiere decir "dirigirse hacia un 
fin determinado." En la jurisprudencia islámica quiere decir ir a la Ka'ba, el 
Templo Sagrado, y cumplir los ritos de la peregrinación.   
2) 
'Umra deriva de la palabra I'timár, que quiere decir "visita". En la 
jurisprudencia islámica significa ''visitar el Templo Sagrado", acercándose a 
Dios y de acuerdo, con las reglas de las que hablaremos a continuación.  
 
La 
diferencia entre Hagg y 'Umra será definida en su momento oportuno.  
 
  
ALGUNAS REGLAMENTACIONES CONCERNIENTES A LA PEREGRINACIÓN 
Y A LA PEREGRINACIÓN RESTRINGIDA.   
  
1) La 
peregrinación es una obligación para los musulmanes, de acuerdo con los 
preceptos de El Corán y de la Sunna, o Tradición, (la práctica de El Corán por 
el Profeta y sus Compañeros).   
    
a) En El Corán Dios dice: "Dios ha impuesto a los hombres la peregrinación a 
este Templo, a quienquiera que tenga medios de dirigirse a él."  
 
Esto 
quiere decir que la peregrinación es un deber impuesto a todos los musulmanes, 
al cual no pueden sustraerse en tanto tengan los medios de cumplirlo.  
 
    
b) En lo que respecta a la Sunna, Ibn Abbas recuerda que, en uno de sus 
discursos, el Profeta dice:   
''¡Oh, gentes¡ La peregrinación os está impuesta. Cumplidla.''   
Al Aqra' 
Ibn Hari le preguntó:   
''¿ 
Se debe cumplir cada año, oh mensajero de Dios?''   
A lo 
que el Profeta respondió :   
"Si 
respondo que sí, esto será tomado como una obligación que os ligará más allá de 
vuestras fuerzas... La peregrinación debe ser cumplida una vez en vuestras 
vidas, y el que la lleve a cabo más de una vez, lo hará voluntariamente''.
 
2) 
Con arreglo a este Hadiz (Tradición del Profeta), la peregrinación es un deber 
que se debe a Dios, una vez en la vida; hacerla más de una vez es una cosa 
voluntaria. Todos los sabio ('ulama') están de acuerdo a este respecto. 
 
3) En 
cuanto a la peregrinación restringida, algunos sabios dicen que es de desear, 
pero no es obligatoria, y citan a Abu Hurayra que cuenta lo que el Profeta dice 
a propósito, de ello: "la peregrinación es un deber, pero la peregrinación 
restringida es facultativa."   
Una 
vez un beduino vino al Profeta y le dijo:   
"Oh, 
mensajero de Dios¿ la 'Umra es una obligación?''   
El 
Profeta le respondió:   
"No, 
pero es preferible para vosotros cumplirla."   
4) El 
Mensajero de Dios recomienda el cumplimiento rápido de la peregrinación. "Aquél 
que desee ir en peregrinación, debe apresurarse, ya que podría caer enfermo, 
perder sus medios de transporte o afrontar la pobreza.''   
  
¿PARA QUIEN ES OBLIGATORIA LA PEREGRINACIÓN ?  
 
  
1) La 
peregrinación incumbe al musulmán adulto en plena posesión de sus facultades 
mentales. Sólo los musulmanes deben cumplirla. No existe obligación, para los 
niños o los locos, según las palabras del Profeta, que dijo:   
"La 
pluma (o sea la sabiduría que inspira los actos humanos) - que escribe los actos 
humanos dependientes de la Justicia Divina - es retirada de tres personas : el 
durmiente hasta que se despierte, el niño hasta que se haga mayor y el loco 
hasta que se cure de su enfermedad mental."   
  
2) La 
peregrinación es un deber para los que pueden cumplirla, como dice El Corán : 
"Dios ha impuesto a los hombres la peregrinación a este Templo, a quienquiera 
que tenga medios para hacerlo." 
Los 
ulemas interpretan estas palabras de Dios como una capacidad, por parte del 
peregrino, de costear los gastos del viaje y preparar las provisiones necesarias 
para si mismo y para la familia que queda en la casa. Esta prescripción no 
concierne, naturalmente, a los habitantes de la Meca y alrededores.  
 
A 
propósito de esto, debemos recordar los inmensos progresos realizados en materia 
de comunicaciones, como los trasatlánticos, aviones y trenes. Así, puede decirse 
que "aquellos que son capaces de hacer el viaje, significa los que tienen medios 
para pagar los gastos, bastarse por si mismos y dejar lo necesario a los 
miembros de su familia que están en casa.  
                                              
														 
  
3) Como ya 
hemos dicho, la peregrinación no es una obligación para los muchachos. Pero si 
estos acompañan a sus familias, es una acción loable; lo cual no les dispensa de 
cumplir con la peregrinación una vez que han alcanzado su mayoría de edad.  
                                              
														 
Si 
los muchachos no han alcanzado la edad de la razón, sus padres o tutores llevan 
a cabo por ellos todos los ritos del Hagg. Esto fue practicado por el mismo 
Profeta, según tradición de Gábir Ibn 'Abd Al-lah. Según Al Sana'áni, el tuter 
dice, en lugar del muchacho, y hablando de corazón: "le he puesto en estado 
sacro (ihrám)".   
  
4) En 
lo que concierne a las mujeres, hay que tener en cuenta ciertas condiciones. 
Algunos ulemas insisten en el hecho de que las mujeres deben ir acompañadas de 
un pariente muy próximo, hermano o hijo (mahárim), Otros no son tan categóricos 
en este punto y declaran que la mujer puede cumplir su peregrinación, tanto vaya 
acompañada por un próximo pariente, como no.   
  
5) El 
que muere sin haber llevado a cabo su peregrinación, es liberado de esta 
obligación si sus descendientes la llevan a cabo por él, con su propio dinero, o 
si pueden Pedir a uno que la haga por delegación.  
                                              
														 
  
6) Si un 
hombre es incapaz de cumplir la peregrinación a causa de su vejez o de tina 
enfermedad incurable, puede escoger una persona y encargarle que la haga en su 
lugar. Este peregrinación por, delegación no es válida sino en el caso en que la 
persona designada haya ya realizado el Hagg.    
  
ALTOS (MAWAQUIT) DE LA GRAN PEREGRINACIÓN Y DE LA 
PEREGRINACIÓN RESTRINGIDA  
  
La 
palabra "mawáquit'' debe ser tomada, aquí, en un sentido amplio, de tal manera 
que comprenda la idea de tiempo, y de lugares en donde comienzan los ritos de 
peregrinación.    
  
LA GRAN PEREGRINACIÓN Y LA PEREGRINACIÓN RESTRINGIDA    
  
1) 
Fecha del Hagg y de la 'Umra.  
La 
fecha en que debe ser cumplida la peregrinación es definida por Dios mismo con 
estas palabras: "la peregrinación tiene lugar en los meses conocidos."  
 
Estos 
meses son Shawwal, Dhu'l Qa'da y Dhu'l Hiya. Los ulemas añaden que sólo los diez 
primeros días de Dhu'l Hiya están incluidos. Así, no es permitido entrar en 
estado sacro (ihrám) para la peregrinación, antes de estos meses, es decir antes 
de Shawwal.    
En cuanto a 
la peregrinación restringida, no tiene fecha determinada durante el año. Esta es 
Una de las diferencias entre el Hagg y la 'Umra. Se dice que el profeta la 
llevó, a cabo, una vez, en Shawwal y otra en Dh'ul Qa'da, aunque haya declarado 
que la 'Umra en Ramadán (mes de ayuno) es semejante al Hagg en lo que concierne 
a las bendiciones de Dios, sin, por ello, decir que le remplaza.  
                                              
														
 
  
2) Los 
altos de reunión (mawáquit makániya).    
Esto se 
refiere a los lugares fuera de La Meca, en donde los musulmanes se reúnen antes 
de entrar en el Haram. Llegando a estos lugares de reunión, se preparan física y 
espiritualmente a cumplir su deber sagrado. Estos sitios están determinados por 
la jurisprudencia religiosa y cada uno de ellos es conocido con el nombre de 
miqát. El mismo, Profeta los ha fijado al sur, al este y al norte de La Meca. 
Son los siguientes:   
    
a) Dhul`l Hulayfa: Situado al norte de la Meca, a una distancia de 450 
kilómetros, está reservado a los habitantes de Medina y a aquellos que se 
encuentran al norte de esta ciudad.    
    
b) Al Yuhra: aldea situada al noroeste de La Meca que servía de parada para las 
gentes que venían de Levante. Hace tiempo que está en ruinas y en su lugar 
existe la aldea de Rabigh, que es el ''miqát'' para las personas procedentes de 
la República Árabe Unida, Turquía, Países Balcánicos, Siria, Túnez, Argelia, 
Marruecos, y todos los procedentes del noroeste.    
    
c) Yalamlam: es una montaña al sur de La Meca, alto reservado por el Profeta, 
para las gentes procedentes del Yemen y de los países que se encuentran aún más 
al sur.    
    
d) Qarn el Manázil: montaña al este de La Meca,  considerada como alto, 
para los procedentes del Negd  y de otras tierras del este.    
Toda 
persona que llega al alto que le está destinado, debe entrar en el estado sacro 
llamado Ihram.    
Aquéllos 
que viven entre estos altos y La Meca. deben asumir su Ihram en el mismo momento 
y sitio en el que comienzan su viaje sagrado. En cuanto a los de La Meca misma, 
comienzan el Ihrám en sus casas. Si el Ihrám está destinado a la Peregrinación 
restringida, las gentes de La Meca deben dirigirse hacia más allá del Haram para 
llevar a cabo el Ihrám. Desde este sitio empiezan su peregrinación.  
  
TÉRMINOS QUE TIENEN UN SIGNIFICADO PARTICULAR   
  
Antes de 
hablar de los ritos de la peregrinación, hay un cierto número de términos que 
necesitan explicación, como Ihrám, Ifrád, Qirán y Tamattu'.  
 
Ihrám: 
implica literalmente el sentido de prohibición y requiere la abstención de todas 
las cosas ilícitas. Lo contrarío de Ihrám es Ihlal.  
                                              
														 
  
Ifrád, 
Qirán y Tamattu': para aprehender el significado dé estos términos, es 
preferible mencionar que los diferentes ritos de la peregrinación restringida 
son el Ihrám, la circunvalación de la Ka'ba, la carrera entre As Safa y Al 
Marwa, y tener la cabeza afeitada o cortado e pelo. Con estas prescripciones, el 
Ihrám relativo a la peregrinación restringida termina y las otras restricciones 
son levantadas.  
                                              
														 
  
 En cuanto 
a la Peregrinación, sus ritos son : el Ihrám, la circunvalación de la Ka'ba, la 
carrera entre As Safa y Al Marwa, la parada (wuqúf) en el monte 'Arafat el 
noveno día de Dhul Hiyyá, el lanzamiento de piedras en el día del sacrificio 
(décimo de Dhu'l Hiyyá), así como otras prescripciones que indicaremos más 
adelante.    
De lo 
dicho podemos extraer, ciertas diferencias entre la Peregrinación y la 
peregrinación restringida. Las ceremonias del Hagg son más numerosas que las de 
la 'Umra. En tanto que en la peregrinación restringida el Ihram termina con la 
carrera entre As Safa y Al Marwa. teniendo la cabeza afeitada o el pelo cortado, 
en la Peregrinación cesa tras de la parada sobre el monte 'Arafat, cumpliendo 
todos los ritos del décimo día de Dhul'l Hiyya.  
                                              
														 
  
Además, la Peregrinación está limitada a meses determinados, mientras que la 
peregrinación restringida puede ser hecha en cualquier momento.   
 
¿ Y 
qué pasa si la 'Umra es llevada a cabo durante los meses del Hagg? En realidad, 
es posible que una persona pueda pertenecer a una de las tres categorías 
siguientes: mufrid, qárin y mutamatti'.  
    
 a) Si el peregrino desea cumplir el Hagg solamente, se llama mufrid, lo que 
significa que no tiene intención de combinar la 'Umra con el Hagg.    
    
b) El que, desde el comienzo, quiere combinar la 'Umra con el Hagg, se llama 
qárin. La diferencia está, no en los ritos observados, sino en la intención 
primera.   
    
c) El tercer caso es el de aquél que desea cumplir primero al 'Umra. Lleva a 
cabo todos sus ritos y queda libre del Ihrám. Entonces, se dispensa de las 
restricciones impuestas por el estado sacro hasta que llega el octavo día de 
Dhu'l Hiyyá, en el que vuelve a tomar el Ihrám para realizar el Hagg. A este se 
le llama mutamatti'. El mutamatti' no debe, en ningún caso, haber conducido ya 
su bestia de sacrificio a la Ka'ba.    
Los 
tres casos quedan ilustrados por el testimonio de 'Aisha : "hemos acompañado al 
Enviado de Dios cuando hizo su Peregrinación del Adiós. Algunos de entre 
nosotros cumplieron el Ihrám y se pusieron a gritar labbayka, con la intención 
de llevar a cabo la 'Umra, otros con la firme intención de combinar la 'Umra con 
el Hagg. y otros con el deseo de cumplir el Hagg solamente."   
 
  
CEREMONIAS DEL HAGG Y DE LA 'UMRA   
 
  
Ciertas prescripciones concernientes a la Peregrinación y a la peregrinación 
restringida son seguidas por todos los musulmanes.  
  
1) Ihrám:    
Como 
ya hemos explicado, el Ihrám es la toma de posesión de un estado, sacro físico, 
y espiritual. En la practica, el hombre debe realizar sus abluciones antes de 
dirigirse al lugar de reunión (miqát) o a la estación misma; debe perfumarse, y 
hacer su oración llevando a cabo dos prosternaciones (rak'a). 
  
  
Ibn 
'Abbas cuenta que, al alcanzar Dhu'l Hulayfa, alto reservado a los habitantes de 
Medina, el Enviado de Dios hizo su Ihrám, dos prosternaciones, y volvió a montar 
en su camello. En cuanto a las mujeres sujetas al flujo sanguíneo anterior al 
parto, o durante las menstruaciones, pueden llevar a cabo el Ihrám y todos los 
demás ritos, excepto, la circunvalación de la Ka'ba. En estado de Ihrám, el 
peregrino es llamado, muhrim. Lleva el vestido, de Ihrám, que es una simple 
túnica sin coser, echa, da a través del cuerpo, que deja desnudos el brazo y 
hombro derechos. Se compone de dos piezas sin remate ni adorno, hechas de 
cualquier tela, excepto seda. Una ,de las piezas queda plegada en torno a la 
cintura y la otra es puesta sobre el cuello y los hombros, dejando libre el 
brazo derecho. La primera pieza se llama Izár y la segunda Ridá'. La cabeza debe 
quedar al descubierto, aunque las personas de edad y los enfermos pueden 
en-volvérsela con alguna cosa, a cambio de lo cual deben dar limosna a los 
pobres. Los tobillos tienen que quedar desnudos y la gente, a este efecto, lleva 
sandalias. Sin embargo, se pueden emplear zapatos con la parte superior cortada, 
a fin de que los tobillos queden al descubierto. En lo que concierne a las 
mujeres, llevan el traje tradicional que las cubre desde la cabeza hasta los 
pies, no enseñando sino la cara y las manos.   
  
Cuando el muhrim se viste, comienza por decir: ¡ labbayka ¡ labbayka ¡ (¡ heme 
aquí, Señor!) expresando, su intención de cumplir este acto, tanto su viaje 
tenga por intención el Hagg como la 'Umra, o los dos reunidos.   
 
Acciones prohibidas durante el Ihrám:    
Mientras se encuentra en estado de Ihrám, el peregrino no debe ni afeitarse, ni 
cortarse las uñas, ni lavarse excepto, para las abluciones rituales relacionadas 
con los ,diversos altos del viaje. No puede tener conversaciones licenciosas, ni 
cometer pecado, carnal, ni abandonarse a la maldad o al vicio, o a las 
querellas, o a los actos de violencia. Dios ha prohibido estas acciones en El 
Corán :  
"la 
peregrinación tiene lugar en los meses conocidos Para el que se compromete a la 
peregrinación, ninguna galantería, ninguna libertinaje, ninguna discusión, en 
torno a la peregrinación."    
En 
materia de vestidos, nada está permitido excepto, el Izár, el Ridá' y el Na'l (o 
sandalia). Así, un muhrim no puede llevar ni camisa, ni pantalón, ni guantes, 
turbantes, fez, sombrero, o cualquier otra clase de vestido, ya sea cosido o 
teñido. Aunque las mujeres pueden llevar los vestidos que deseen, no pueden 
ponerse guantes, velarse la cara o llevar ropas que hayan sido total o 
parcialmente teñidas de color azafrán.    
La 
caza está también prohibida, ya sea hecha en grupo o a solas. Tampoco tiene 
derecho el muhrim a aceptar un animal matado en cacería, comprarlo, o comerlo. 
Pero el Profeta permite matar a los animales peligroso, y molestos, y, también, 
a ciertos pájaros; en total, el cuervo, el halcón, el escorpión, la rata y el 
parro rabioso. Los ulemas añaden a esta lista el león, el leopardo, el lobo y la 
serpiente.  
  
2) Talbiya:  
Un 
musulmán muestra su devoción desde su entrada en estado de Ihrám, arrojando 
piedras a Mina y gritando devotamente "labbayka, labbayka".   
 
Un 
peregrino que realice la peregrinación restringida, 
o 'Umra, lleva a cabo la talbiya- es decir, grita labbayka - desde el sitio en 
el que debe comenzar su Ihrám, hasta que entra en el Santuario, Sagrado y toca 
la Piedra Negra.    
Es de 
desear que este grito sea preferido en voz alta. La talbiya es uno de los ritos 
de la Peregrinación y de la peregrinación restringida, y, con arreglo a las 
prescripciones del Profeta, se debe decir de la siguiente manera: 
   
''Heme aquí (labbayka), ¡ Oh, Dios ¡ Heme aquí ¡ Heme aquí ¡ Tú no tienes 
asociado alguno. ¡ Heme aquí ? Que las alabanzas y la Gracia sean las Tuyas, y 
que Tu Autoridad sea indiscutida."    
  
3) Tawáf (circunvalación de la Ka'ba).    
Antes 
de entrar en La Meca, el muhrim debe hacer sus abluciones, pudiendo, luego, 
dirigirse hacia el Santuario Sagrado, y, cuando sus miradas caen sobre esta 
Mezquita, debe decir:   
"Dios 
mío, Tú eres la paz, y la paz viene de TI. Recíbenos, Señor, con paz." Al entrar 
en la Mezquita, debe ir hacia la piedra Negra, que ha de besar, y, si se lo 
impide la multitud, debe solamente tocarla. Si no puede tocarlo, levantará la 
mano y gritará "Dios es grande" (takbír) cada vez que se encuentre frente a uno 
de sus rincones. Partiendo de la Piedra Negra y dejando el edificio a su 
izquierda, gira siete voces, las tres primeras rápidamente y las otras cuatro a 
paso normal. Ciertas oraciones son repetidamente dichas, y, al final de cada 
circunvalación, debe besar, o tocar, la Piedra Negra. 
                                              
														
 
  
Las 
mujeres durante su menstruación y flujo sanguíneo anterior al parto, no deben 
hacer la circunvalación. Se cuenta que 'Aisha, mujer del Profeta, se quejó 
amargamente cuando le fue prohibido cumplir este rito. El Profeta le recordó que 
era condición de las mujeres y que el Tawáf no puede ser cumplido antes de 
haberse lavado.  
El 
peregrino cuando hace el Tawáf echo, generalmente, el borde de su Ridá' sobre el 
hombro izquierdo, conservando la mitad sobre el codo y dejando, así, el hombro 
derecho descubierto y el izquierdo cubierto. Las gentes que no pueden realizar 
su Tawáf a pie, pueden hacerlo con la ayuda de una montura, o llevados a hombres 
en sillas.   
  
Una 
vez el Tawáf terminado, el peregrino se refugia en el alto de Abraham. (maqám) y 
recita las siguientes palabras divinas: ''y acordáos de cuando hicimos del 
Templo de La Meca un lugar de acudimiento."    
Después, mira a la Ka'ba. A mitad de camino entre, ella y el alto se prosterna 
dos veces. En cada rak'a recita la sura primera de El Corán, o Fatiha. Con la 
primera prosternación recita, también, el versículo, siguiente de  El 
Corán: "di: El es Dios, Único, Dios, el Solo", y con la :segunda. dice: "di.- 
¡Oh, infieles¡ no adoro lo que adoráis ...'' .
                                              
														 
   
4) La carrera entre As Safa y Al Marwa.   
 
El 
rito siguiente es la carrera entre las dos colinas ,de As Safa y Al Marwa. Al 
llegar a As Safa, recita las palabras divinas siguientes: "As Safa y Al Marwa 
están entre los símbolos sagrados."    
Trepa 
hasta Al Safa, mira a la Ka'ba y levanta las manos en señal de agradecimiento. 
Después desciende a paso normal hasta que alcanza el valle entre As Safa y Al 
Marwa; en este momento, acelera su paso. Para llegar a Al Marwa, trepa hasta la 
Piedra y lleva a cabo el mismo rito que ha llevado a cabo en As Safa.  
 
Este 
subir y bajar entre As Safa y Al Marwa se hace siete veces, y se dice que es en 
recuerdo de Hagar, que, sobre este mismo terreno, buscaba agua para su hijo 
Ismael.   
  
5) Afeitado de cabeza o corte de cabellos. 
 
Tras 
de las ceremonias de As Safa y Al Marwa, el muhrim que desee cumplir simplemente 
el Hagg, o la 'Umra y el Hagg combinados, conserva su estado sacro Pero si es un 
mutamatti', es decir si desea cumplir la 'Umra seguida del Hagg, puede abandonar 
el Ihrám, ahora que la 'Umra ha acabado. Puede hacerse afeitar la cabeza o 
cortarse el pelo. En cuanto a las mujeres, tienen necesidad de acortar Sus 
cabellos y no de afeitarse, como recomienda el Profeta. El mutamatti' debe 
conformarse con las palabras divinas que dicen: "a quienquiera, que haga uso de 
la 'Umra hasta la Peregrinación, Incumbirá lo que (le) sea cómodo (sacrificar) 
como ofrenda". Esta ofrenda puede ir desde un carnero a una vaca, e, incluso, un 
camello.    
  
6) El hecho de abandonar La Meca para dirigirse hacia los 
puntos de agua (Al Tarwiya)    
El 
octavo día de Dhu'l Hiyyá es llamado Al Tarwiya, porque durante esta jornada los 
peregrinos se aprovisionan de agua para los días siguientes. El mutamatti' entra 
de nuevo en estado de Ihrám y se une a los otros peregrinos que abandonan La 
Meca camino de Mina, adonde  llegan al mediodía. Cumplen sus oraciones del 
mediodía,  de la tarde, del ocaso y de la noche. Pasan la noche en  
Miná. Al día siguiente por la mañana, hacen sus oraciones de la mañana, esperan 
la salida del Sol y se ponen en camino rumbo al monte 'Arafat.    
Tal 
era la manera de actuar observada por el Profeta, y es deseable que los 
musulmanes sigan su ejemplo    
  
7) El alto en el monte 'Arafat. 
 
Después de  amanecer, en el noveno día de Dhu'l Hiyyá, los peregrinos echan 
a andar hacia el monte 'Arafat, gritando todos juntos: ¡ labbayka ¡ labbayka ¡ y 
¡ Allah Akbar ¡ (Dios es Grande). Después, esperan desde el mediodía hasta el 
ocaso y hacen las oraciones del mediodía y de la tarde. Levantan sus manos en 
señal de plegaria y agradecimiento, repitiendo las palabras del Profeta: 
 
"no 
hay otro Dios sino Dios. No tiene asociados. De El son la autoridad y la 
plegaria. El Bien emana de El y tiene poder sobre toda cosa."   
 
El 
alto de 'Arafat es uno de los ritos mayores de la Peregrinación. Aquél que no lo 
cumpla no puede ser llamado peregrino.    
Los 
que, teniendo en cuenta las circunstancias, no pueden llegar al monte antes del 
anochecer, pueden hacerlo después de la caída del Sol e incluso, hasta el alba 
del día del sacrificio, que es el décimo de Dhu'l Hiyyá. A propósito de ésto, el 
Profeta dijo:   
''aquél que 
fue testigo de nuestra oración - la del alba del Día del Sacrificio - y queda 
con nosotros hasta que cumplamos nuestro sacrificio, tras de haberse detenido 
anteriormente sobre el monte 'Arafat, durante el día o la noche, ha cumplido su 
Peregrinación."    
Y dijo 
también: "no hay Peregrinación sin 'Arafat, Aquél que llega la noche de Al Gam' 
(es decir la noche de Muzdalifa), antes del alba del Día del Sacrificio 
ha cumplido los ritos esenciales de su Peregrinación".   
  
8) La noche de Muzdalifa.   
Después de la puesta del Sol, comienza la marcha hacia Muzdalifa. Las banderas 
marcan los límites del Haram, que son sobrepasados. La oscuridad de la noche cae 
y son encendidas las antorchas. De esta manera, Muzdalifa es alcanzada. Se hace 
la oración del Magrib (puesta del Sol) y la del Ishá, (de la tarde); luego, se 
pernocta. Al alba, se hacen las oraciones de la mañana.    
Con 
arreglo a las Tradiciones, el Profeta cumplía sus,oraciones de la mañana en 
Muzdalifa; montaba, después, a camello, hasta alcanzar el monumento sagrado que 
se encuentra frente a la Qibla y quedaba, así, de pie, hasta que la luz brillaba 
con fuerza en el firmamento. Justo antes de salir el Sol, ofrecía en sacrificio 
un camello. Aquí, es necesario citar los términos del Corán, que dicen:   
''cuando partís desde 'Arafat, invocad a Dios, en el Santuario sagrado. 
Invocadle por el premio que El os ha dado, aunque antes de ello, en verdad, 
hayáis estado con certeza entre los Descarriados."    
Pasar 
la noche en Muzdalifa es considerado coma obligación por ciertos ulemas, en 
tanto que otros lo consideran corno Sunna. En cuanto a las mujeres y a las 
personas débiles, son exceptuadas, por el Profeta, de pasar esta noche en 
Muzdalifa.    
  
9) El día del Sacrificio.    
Cae 
en el décimo día de Dhu'l Hiyyá y es necesario, seguir ciertas reglas:
 
    
a) el lanzamiento de piedras.    
El 
Profeta, habiendo alabado a Dios sobre la Montaña Sagrada, se llegaba a las 
piedras levantadas, conocidas con el nombre de Yamrat al 'Aqab, a y tiraba hacia 
ellas siete piedras, una tras otra, gritando con cada una de ellas:  
 
''¡ 
labbayka ¡ labbayka ¡ Al-lah  Akbar!"    
Una vez 
terminado este rito, dejaba de tirar piedras y decía:   
''quiera 
Dios bendecir esta Peregrinación y perdonarnos nuestros pecados."   
 
El 
tiempo reservado al lanzamiento, de piedras comienza, generalmente, en la mañana 
del Día del Sacrificio, siguiendo el hábito del Profeta; sin embargo, puede ser 
llevado a cabo hasta la tarde. En cuanto a la lapidación anterior a la salida 
del Sol, está reservada a los niños, las mujeres y las personas débiles.    
La 
lapidación es simbólica, ya que recuerda el lanzamiento de piedras contra Satán, 
que, dicen, fue expulsado de esta manera por Abraham.    
    
b) El Sacrificio.    
Tras 
de la lapidación, el Profeta se refugiaba en su casa. de Mina, en donde hacía el 
sacrificio de las ofrendas. Millares de carneros, cabra, y camellos, son 
preparados en Mina para el sacrificio. Aunque no hay lugares especialmente 
reservados a éste, la roca que se encuentra en el extremo oeste del valle es el 
lugar preferido para, hacerlo. En este día, décimo de Dhu'l Hiyya, los 
musulmanes, en todo el mundo, ofrecen su sacrificio y celebran, el ('Aid al 
Adha), o Pascua Grande.    
    
c) Afeitado de cabeza o corte de cabellos.   
Habitualmente, el día del sacrificio se realiza con la cabeza afeitada o el pelo 
cortado. Con este fin, hay barberos en Mina. Los peluqueros, así como los 
peregrinos, observan ciertas reglas durante` la operación, como la de volverse 
hacia la Qibla. Para ciertos peregrinos, es preferible hacerse afeitar, que 
cortarse el pelo, tal y como, ha sido establecido por el Profeta y los ulemas. 
Para los musulmanes que llevan a cabo la 'Umra estas prácticas. son iguales.    
    
d) Tawaf al Ifada.   
Según 
una tradición procedente de Gabir, después de que el Enviado de Dios hubo 
realizado el sacrificio de las ofrendas, montó en camello y se dirigió hacia la 
Ka'ba. Allí llevo a 'cabo una circunvalación llamada Tawaf al Ifada e hizo sus 
oraciones del mediodía en La Meca.    
Esta 
circunvalación es un rasgo indispensable del Hagg, según los ulemas, y todos 
están de acuerdo en que es preferible realizarlo en el Día del Sacrificio, tras 
de la, lapidación, el afeitado, y el sacrificio. Aún, realizarlo más tarde, por 
ejemplo durante los días de Al Tashriq, y aún después, está permitido.  
 
El orden 
de, ciertas de estas prescripciones y del Tawaf al Ifada puede ser cambiado. Es 
posible hacerse afeitar antes de tirar las piedras, o antes de la muerte, del 
animal sacrificado.   
Según 
el Enviado de Dios, estas ceremonias están simplemente limitadas por el tiempo, 
mientras sean realizadas en el décimo día del Dhu'l Hiyya.   
 Si 
el peregrino es un mufrid o un mukrin, su Hagg termina con el Tawaf al Ifada y 
no tiene necesidad de  un comenzar la carrera entre As Safa y Al Marwa. Si 
es un mutamatti' debe volver a hacerlo y no debe quedarse sin hacer su Tawaf al 
Ifada.    
Una vez 
afeitado o cortado el pelo, el peregrino abandona el Ihram, pero ha de 
abstenerse de toda acción carnal. Después del Tawaf al lfada y la carrera entre 
As Safa y Al Marwa, en el caso de ser mutamatti', y después de  este Tawaf, 
en el caso de ser mufrid o muhrim, el peregrino se pone en estado de Ihlal, o 
vuelta al mundo.   
  
10) Retorno a Mina. 
 
'Aisha dijo que el Enviado de Dios volvía a Mina tras del Tawaf al Ifada y 
pasaba en ella el resto de los días de All Tashriq (los días de Al Tashriq son 
el undécimo, duo-décimo y décimo tercero de Dhu'l Hiyya). Recomenzaba la 
lapidación de las tres rocas, echando siete piedras sobre cada una de ellas.   
 
Todos 
los peregrinos, salvo raras excepciones, deben refugiarse en Mina con el fin de 
pasar en ella los tres días y terminar la ceremonia de la lapidación, gritando: 
¡ Al-lala Akbar ¡.   
El 
lanzamiento de piedras tiene lugar, durante estos tres días y ordinariamente, 
después de la caída del Sol.   
  
11) El Tawaf del Adiós. 
 
Finalmente, debe realizarse la circunvalación de adiós a la Ka1a. Ibn 'Abbas nos 
dice que el Profeta insistía en que ningún peregrino abandonara La Meca sin 
haber realizado su ultimo tawaf. Para hacerlo, el peregrino iba a Al Tan'im, en 
el extremo del territorio sagrado, y volvía a tomar el Ihrám.  
 
Una 
vez estas ceremonias terminadas, la Peregrinación propiamente dicha, toca a su 
fin. Algunos días más tarde, los peregrinos abandonan La Meca para ir a Medina, 
a fin de visitar la Mezquita del Profeta.   
  
CIERTAS REGLAS CONCERNIENTES AL HAGG.    
  
Dios ha 
hecho oír claramente en El Corán el estatuto del peregrino que cumple el Hagg 
tras de la 'Umra:  
''a 
quienquiera que haga uso de la 'Umra hasta la Peregrinación, incumbirá lo que 
(le) sea cómodo (sacrificar) como ofrenda. (Pero) quienquiera que no encuentre 
qué sacrificar, se rescatará mediante un ayuno de tres días durante la 
Peregrinación y siete días durante su vuelta, o sea diez días enteros. Esto vale 
solamente para aquél cuya familia no esté presente en la Mezquita Sagrada, Sed 
piadosos para con Dios y sabed que Dios es terrible en su castigo."  
                                              
														 
  
Esto 
comprende, pues, tres reglas:   
  
    
a) Primeramente, el musulmán que desee continuar la 'Umra llevando a cabo el 
Hagg, y desee sustraerse a las restricciones sacras, desde el fin de su carrera 
entre As Safa y Al Marwa, hasta que vuelve a tomar el Ihrám del Hagg, debe 
ofrecer, como mínimo, un carnero y como máximo un camello. No debe ofrecerlo 
antes de tomar el Ihrám del Hagg y tampoco, entre la 'Umra y el Hagg. De hecho, 
no es llamado mutamatti' sino cuando pasa de la 'Umra al Hagg, y no antes.    
  
    
b) Si no puede presentar una ofrenda, o si algo se lo impide, debe ayunar tres 
días durante el Hagg, en tanto que es muhrim. El ayuno debe comenzar el octavo 
día de Dhu'l Hiyya y continua hasta el fin del alto en el monte 'Arafat. 
 
Si no 
puede ayunar estos tres días, puede dejarlo  hasta el fin de los días de Al 
Tashriq, y, después, deberá ayunar tres días antes de comenzar, el Tawaf al 
Ifada. Una vez vuelto a su casa, el peregrino deberá ayunar otros siete días, 
completando así el ciclo de diez días de ayuno según las prescripciones de Dios, 
que se encuentran en el versículo de El Corán ya precitado.  
                                              
														
 
  
    
c) Esta ofrenda o ayuno es un rescate por el período durante el cual se libra 
del Ihram, y que es únicamente observado por aquellos que no habitan en los 
límites de La Meca. En una palabra, esta prescripción no se aplica a los 
habitantes de La Meca.  
                                              
														 
  
2) Si 
el muhrim se encuentra frente a dificultades imprevistas o frente a un 
acontecimiento urgente, debe someterse a las palabras siguientes de Dios:    
''a 
quienquiera que haga uso de la 'Umra hasta la Peregrinación, incumbirá lo que 
(le) sea cómodo (sacrificar) como ofrenda. (Pero) quienquiera que no encuentre 
qué sacrificar, se rescatará mediante un ayuno de tres días durante la 
Peregrinación y siete durante su vuelta, o sea diez días enteros."   
 
Entre 
aquellos obstáculos se cuenta el de ver cortado el camino por los enemigos. Esto 
le ocurrió un día al Profeta, cuando, acompañado de algunos discípulos 
,abandonaba Medina con la intención de llevar a cabo la 'Umra. Los infieles le 
cortaron el camino y él no pudo seguir adelante. Entonces, sacrificó un camello 
reservado como ofrenda, abandoné el Ihram, se afeitó la cabeza y volvió a Medina 
con sus compañeros.    
 También entre los obstáculos debe contarse el de la incapacidad física 
resultante de una enfermedad o de un accidente, así como otras dificultades 
imprevistas, por ejemplo la pérdida del camino, la falta de provisiones para 
continuarlo, la puesta en prisión o el no, poder llegar a puerto en la fecha 
prevista.    
 En 
todos estos casos, el muhrim debe presentar una  ofrenda, prescindir del Ihrám, 
volver a su casa y dejar el Hagg para otra fecha.
                                              
														 
  
 3) 
Si un muhrim se ve obligado: a afeitarse la cabeza, durante el Ihrám. a causa de 
una enfermedad del cuero cabelludo, u otra muy fuerte, puede hacerlo a condición 
de poner en práctica las instrucciones de Dios:  
 '' a 
quienquiera de entre vosotros que esté enfermo afecto de un mal de cabeza, 
incumbirá el rescate por el ayuno, la limosna o un sacrificio ritual." 
 
 Así, 
según las explicaciones del Profeta, el muhrim debe ayunar tres días, ofrecer un 
sacrificio o los pobres, o alimentar a seis personas diferentes.  
                                              
														 
  
4) 
Si, por razones de salud, una persona se ve obligada a ponerse vestidos cosidos 
o reducidos, por miedo al frío o al calor, debe seguir la regla impuesta al 
muhrim que sufre de una enfermedad en la cabeza. Por tanto, ayunará tres días, 
ofrecerá un sacrificio, o alimentará a seis pobres.  
                                              
														
 
  
5) El 
peregrino debe beber cuanta agua pueda del pozo bendito Zamzam, que se encuentra 
en la Mezquita Sagrada.  
  
LA VISITA A LA MEZQUITA DEL PROFETA   
  
El 
Profeta recomendaba constantemente visitar tres mezquitas: el Templo Sagrado (la 
Ka'ba) en la Meca, su propia Mezquita de Medina, y la mezquita de Masyid al Aqsa 
en Jerusalén. 
  
Al 
terminar los ritos del Hagg, el peregrino hará bien en dirigirse a la Mezquita 
del Profeta en Medina, dotada de cinco minaretes y de una cúpula verde colocada 
sobre la tumba del Enviado de Dios.   
  
Cuando penetre en esta mezquita, debe recordar todo lo que sepa de los actos 
gloriosos del Profeta y de sus directrices espirituales. Debe recordar que fue 
en esta mezquita en donde el Profeta enseñó a los musulmanes, los principios de 
su fe, inculcándoles las reglas de la fraternidad, la justicia y la igualdad.
                                              
														 
   
Al 
entrar en ella el peregrino debe hacer dos prosternaciones y dirigirse a la 
tumba del Profeta, que saludará con estas palabras:   
''que la 
paz de Dios sea sobre ti, Mensajero de Dios, Juro que no hay otro dios sino; 
Dios y que tú eres su Profeta".  
                                              
														 
  
Es de 
desear que el visitante se vuelva un poco hacia el este, a fin de saludar las 
tumbas de los Jalifas Abu Bakr y Omar lbn Al Jattab. 
 
 
  
Con 
esta visita, el sentimiento de devoción del peregrino queda realzado con el 
recuerdo de las glorias del Islam. En ese sentido esta mezquita sirve como 
fuente de inspiración para los musulmanes de todo el mundo. 
 
  
		    
  
  
												
                                              
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