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SAHIH AL BUJARI

 

- Versión resumida -

 

 

En el nombre de Dios, Clemente, Misericordioso

 

 

1- EL LIBRO DE LA REVELACIÓN

 

Como se inició la revelación al Mensajero de Dios (P y B).

 

1. Omar Ibn Al Jattab dijo: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir: “Las obras son según las intenciones y cada persona será recompensada según su intención. Así pues; quien haya emigrado por algún beneficio mundanal o por casarse con una mujer, su emigración será para lo que él quiso”

 

Explicación: El Profeta (P y B) dijo esto porque alguien había emigrado de Makka a Medina no por causa del Islam sino por casarse con una mujer que estipuló que debía emigrar para poder casarse con ella. Sin embargo, el texto del hadiz es general en el siguiente contexto: la persona es recompensada por sus verdaderas intenciones y no por sus obras, que pueden ser en sí buenas siendo motivadas por intenciones malignas.

 

2. Aisha relató que Al Hariz Ibn Hisham preguntó: ¡Oh Mensajero de Dios! ¿Cómo te llega la revelación divina? Y el Mensajero de Dios (P y B) respondió: “A veces la revelación me llega como el tintineo de una campana y esta es la forma más dura de revelación. Este estado termina cuando he asimilado la revelación. Otras veces el ángel viene a mí con forma humana y yo asimilo todo lo que me dice”. Aisha añadió: En verdad, le he visto recibiendo la revelación y noté que, en un día muy frío, corría el sudor por su frente después de terminar la revelación.

 

3. Aisha, Madre de los creyentes, relató: Al principio, la Revelación divina se manifestaba en el Mensajero de Dios (P y B) en forma de sueños piadosos y veraces mientras dormía. Estos sueños le llegaban como la brillante luz del día y se le inspiró el amor al retiro y al asilamiento. Solía recluirse en la cueva de Hirá y adorar al Dios Único durante varias noches antes de volver con su familia. Solía llevar con él su sustento para cada retiro y volvía con su esposa Jadiya para abastecerse nuevamente. Así lo hizo hasta que le llegó la Verdad en la cueva de Hirá: al Ángel llegó a él y le dijo: ¡Lee! Y él respondió: “No sé leer”. El Profeta (P y B) relató: “Luego me sujetó con fuerza y me apretó tan fuerte que pensé no poder resistir más. Luego me soltó y me dijo que lea. Yo repliqué: No sé leer. Entonces me sujetó nuevamente y me apretó tan fuerte que pensé no poder resistirlo más. Luego me soltó y me pidió nuevamente que lea. Respondí: No sé leer. Entonces, me sujetó por tercera vez y al soltarme me dijo: ¡Lee! En el nombre de tu Señor que todo lo creó. Creó al hombre de algo que pende. ¡Lee! Tu Señor es el más generoso. (Sagrado Corán 96:1- 3) .” El Mensajero de Dios (P y B) retronó con su corazón latiendo aceleradamente. Al llegar y ver a Jadiya Bint Juwaylid le dijo: “¡Temo que me suceda algo!” Jadiya le respondió. ¡Claro que no! ¡Por Dios! Tu mantienes buenas relaciones con tus parientes, ayudas a los pobres y miserables, atiendes generosamente a tus invitados y asistes a quien se lo merece de entre los azotados por la desgracia.

Jadiya salió con Muhammad (P y B), se dirigieron a ver a Waraqa Ibn Nawfal Ibn Asad Ibn Adb Al Uzza, quien durante la Yahiliya ( “Época de ignorancia” Estado de los árabes antes del Islam) se hizo cristiano y solía escribir en hebreo. Escribió el evangelio en hebreo tanto como Dios se lo permitió. Era ya un anciano y había perdido la vista. Jadiya le dijo: ¡Primo! Escucha lo que te relatará tu sobrino. Waraqa preguntó: ¿Qué has visto sobrino? Y el Mensajero de Dios (P y B) le describió todo lo que había visto. Waraqa dijo: Este es el mismo Espiritu que Dios reveló a Moisés. ¡Cómo quiera ser joven aún y estar vivo cuando tu pueblo te expulse! El Mensajero De Dios (P y B) le dijo: “¿Me expulsarán acaso?” Él asintió con la cabeza y dijo: Todos los que se presentaron con lo mismo que tú traes fueron tratados con hostilidad. Si estoy vivo hasta ese día, te apoyaré con todas mis fuerzas. Guacara murió unos días después y la revelación también se detuvo por un tiempo.

 

4. Yabir Ibn Abdullah Al Dusari relató, mientras narraba sobre el período en que se detuvo la Revelación, que el Profeta (P y B) dijo: “Mientras caminaba, escuché de pronto una voz del cielo. Levanté mi vista y vi al mismo ángel que me visitó en la cueva de Hirá sentado en un asiento entre el cielo y la tierra. Esto me asustó; volví a mi casa y dije: ¡Arropadme! ¡Arropadme! Entonces Dios reveló los versos que dicen: ¡Tú, el envuelto en un manto! ¡Levántate y advierte! A tu Señor, ¡ensálzale! Tu ropa ¡Purifícala! La abominación, ¡Huye de ella! (Sagrado Corán 74:1-5). Luego de esto, la Revelación se hizo más fuerte y comenzó a presentarse en forma frecuente y sucesiva”

 

5. Ibn Abbas explica las palabras de Dios ¡No muevas la lengua al recitarlo para precipitarla! (Sagrado Corán 75:16) Y dijo: El Mensajero de Dios (P y B) solía soportar la Revelación con mucha tensión y dureza; solía mover sus labios rápidamente (acompañándola). Ibn Abbas movió sus labios y dijo: Os estoy moviendo los labios como lo hacía el Mensajero de Dios (P y B). Así que Dios reveló: ¡No muevas la lengua al recitarlo para precipitarla! (Sagrado Corán 75:16). Y, cuando lo recitemos ¡sigue la recitación! Luego, a nosotros nos toca explicarlo (Sagrado Corán 75:18-19). Después de esto, el Mensajero de Dios (P y B) solía escuchar a Yibril (el Arcángel Gabriel (P)) cuando venía y, después de que partía, solía recitar como lo había recitado Yibril (p).

 

6. Ibn Abbas relató que el Mensajero de Dios (P y B) era la persona más generosa y que solía llegar al máximo de su generosidad en el mes de Ramadán cuando Yibril (P) li visitaba. Yibril (P) solía visitarlo todas las noches de Ramadán para enseñarle el Corán. El Mensajero de Dios (P y B) era la persona más generosa, aún más generoso que los bondadosos vientos que traen buenas nuevas (La lluvia) en su voluntad y predisposición hacia el bien.

 

7. Ibn Abbas relató: Abu Sufyan Ibn Harb me contó que Heraclio lo mandó llamar mientras él acompañaba una caravana de Quraysh. Eran mercaderes haciendo negocios en las tierras de Sham, en la época cuando el Mensajero de Dios (P y B) hizo una tregua con Abu Sufyan y los incrédulos de Quraish. Abu Sufyan y su gente se encontraron con Heraclio en Jerusalén. Heraclio los llamó a su corte en presencia de los mayores dignatarios bizantinos: luego pidió la presencia de su interprete, el cual tradujo la pregunta de Heraclio así: ¿Quién de vosotros tiene el parentesco más cercano con el hombre que se declara profeta? Abu Sufyan dijo: “Yo soy su pariente más cercano” (de entre los presentes). Heraclio dijo: “Que se acerque a mí y que sus compañeros se paren cerca y detrás de él”. Abu Sufyan añadió: “Heraclio dijo a su interprete que diga a mis compañeros que él desea interrogarme acerca de aquel hombre (El Profeta (P y B)) y que si mentía ellos debían corregirme. ¡Por Dios! Si no fuese el temor a que mis compañeros me tachen de mentiroso, hubiese mentido acerca de Muhammad (P y B). La primera pregunta que mi hizo sobre él fue: ¿Cómo consideráis su origen?. Yo respondí: Es de buena familia. Luego me preguntó: ¿Alguien ha reclamado algo así antes (La Profecía)?. Respondí: No. Heraclio preguntó: ¿Le siguen los nobles o los humildes?. Le respondí: Le siguen los humildes. Dijo: ¿Y estos aumentan o disminuyen?. Respondí: Aumentan. Luego preguntó: ¿alguno de sus seguidores le ha abandonado y ha renunciado a su religión por descontento de la misma?. Respondí: No. Dijo: ¿Lo habéis acusado de mentir antes de su reclamo (De la Profecía)?. Respondí: No. Dijo: ¿Ha traicionado alguna vez su palabra?. Respondí: No. Hicimos una tregua con él pero no sé que hará es ese tiempo. No encontré oportunidad de decir algo en contra de Muhammad (P y B) excepto eso. Heraclio preguntó: ¿Le habéis combatido?. Dije: Sí. Dijo: ¿Y cómo habéis salido del combate?. Dije: Ha sido una guerra pareja; a veces triunfa él y a veces vosotros. Dijo: ¿Y que os prescribe?. Respondí: Dice: Adorad sólo a Dios; no le atribuyáis copartícipes y dejad de adorar le que adoraban vuestros padres. Y nos recomienda la oración, la sinceridad, la castidad y el buen trato a los parientes. Entonces dijo al interprete: Dile: Te pregunté por su origen y me dijiste que era noble entre vosotros. Así también, los Enviados surgen entre los nobles de su pueblo. Te pregunté si alguien había reclamado lo mismo que él antes y me dijiste que no. Si hubieras respondido que sí habría pensado que no hace más que seguir el reclamo de alguien más. Te pregunté si hubo entre sus ancestros algún rey y dijiste que no. Si hubieses dicho que sí habría pensado que es un hombre buscando recuperar el reino de sus ancestros. Te pregunté si lo habíais acusado de mentir antes de reclamar la profecía y dijiste que no; así es que no pregunto cómo un hombre que no miente sobre otros hombres mentiría sobre Dios.

Luego te pregunté si le siguen los ricos o los pobres; me dijiste que eran los pobres y, de hecho, éstos son los que siempre siguen a los Enviados. Luego te pregunté si sus seguidores van en aumento; me dijiste que sí. Así sucede con la verdadera fe hasta que se completa. Te pregunté si alguno de sus seguidores reniega descontento de su religión y dijiste que no. Pues así es con la fe cuando sus deleites invaden los corazones. Te pregunté si es que traiciona y me dijiste que no, pues tampoco los Enviados traicionan. Luego te pregunté que os prescribe y me dijiste que os ordena que adoréis sólo a Dios y que no le atribuyáis copartícipes, que os prohíbe adorar ídolos y que os ordena practicar la oración, la sinceridad y la castidad. Si es verdad lo que dices pues pronto ocupará este lugar. Sabía que vendría, pero nunca pensé que surgiría entre vosotros. Si estuviese seguro de tener que encontrarlo me apresuraría a hacerlo y si lo encontrase lavaría sus pies. Luego pidió la carta del Mensajero de Dios (P y B), que Dihya había entregado al Gobernador de Busra y éste a su vez entregó al emperador para que la lea. Heraclio la leyó y contenía lo siguiente: En el nombre de Dios el Clemente, el Misericordioso. De Muhammad, hijo de Abdullah y enviado de Dios; a Heraclio, Gobernante de los bizantinos: La Paz sea con quien sigue la guía. Dicho esto: Te invito al mensaje del Islam. Si te haces musulmán serás salvo y Dios te duplicará la recompensa. Y si rechazas la invitación al Islam, cargarás con el pecado de tus súbditos. Di: ¡Gente de la Escritura! Convengamos en una fórmula aceptable a nosotros y a vosotros, según la cual no serviremos sino a Dios, no le asociaremos nada y no tomaremos a nadie de entre nosotros como Señor fuera de Dios. Y, si vuelven la espalda, decid: ¡Sed testigos de nuestra sumisión! (Sagrado Corán 3:64).

Abu Sufyan añadió luego: Cuando terminó de leer la carta hubo gran tumor y voces en la corte y se nos ordenó retirarnos. Luego dije a mis compañeros: El asunto del hijo de Abi Kabsha, se ha hacho prominente. Hasta el emperador de los bizantinos le teme. De allí en adelante supe que triunfaría hasta que Dios introdujo el Islam en mi corazón.

Ibn Al Natur era gobernador de Jerusalén y Heraclio era el Gobernante de los cristianos de Sham. Ibn Al Natur relató que, en cierta ocasión, cuando Heraclio visitaba Jerusalén, amaneció bastante deprimido. Algunos de los obispos le preguntaron el porqué de su depresión. Heraclio era un vidente y astrólogo; respondió: “cuando observé las estrellas anoche vi que los que practican la circuncisión habían triunfado” y preguntó: ¿Quiénes practican la circuncisión? La gente le dijo: “Nadie practica la circuncisión excepto los judíos y no debes preocuparte de ellos; ¡Emite una orden para que se mate a todos los judíos presentes en el país! Mientras discutían estos temas, se presentó ante Heraclio un envidado del soberano de Gassan para informarle sobre el Mensajero de Dios (P y B). Sabiendo esto, Heraclio mandó que se conste si (el enviado) era circuncidado. La gente constató que sí había sido circuncidado e informó a Heraclio. Este le preguntó entonces, sobre los árabes. El enviado respondió: Ellos practican la circuncisión. Entonces Heraclio dijo: apareció el soberano de esta nación. Heraclio escribió entonces a un conocido suyo en Roma que era un sabio.

Luego partió hacía Hims (Ciudad en Siria). No pasó mucho tiempo allí hasta que le llegó la respuesta de su amigo en Roma que coincidía con él en la aparición del Profeta (P y B) y en su veracidad en la profecía. Heraclio reunió entonces a los dignatarios bizantinos en su palacio de Hims. Cuando se reunieron, mandó que se cierren todas las puertas del palacio y, levantándose, dijo: ¡Oh bizantinos! Si deseáis el éxito, buscáis la guía correcta y queréis que vuestro imperio perdure: Jurad fidelidad a este Profeta. La gente corrió hacia las puertas con la desesperación de los asnos despavoridos, pero éstas estaban cerradas. Heraclio constató el odio que tenían el Islam y perdió toda esperanza de que lo acepten; entonces dijo: hacedles volver a mí y dijo: Mis palabras eran una simple prueba para constatar vuestra firmeza en el cristianismo. Y lo he constatado. Esto les agradó y se prosternaron ante él. Y así llegamos al final de la historia de Heraclio (En relación a la fe).

 

2- EL LIBRO DE LA FE

 

I - LAS PALABRAS DEL PROFETA (P Y B): “EL ISLAM FUA EDIFICADO SOBRE CINCO”.

8. Ibn Omar relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: “El Islam fue edificado sobre cinco cosas:

Testificar que: No hay más dios sino Dios y que Muhammad es el Mensajero de Dios (Ash Sahaháda).

La práctica de la oración prescrita (As Salát)

El pago del Zakat (Az Zakat)

La peregrinación (Al Hayy)

La práctica del ayuno del mes de Ramadán (As Siyám)”

 

II – SOBRE LOS ASPECTOS DE LA FE.

9. Abu Huraira relato que el mensajero de Dios (P y B) dijo: “La fe consiste en más de sesenta aspectos y al haya* es uno de estos aspectos

* Este termino árabe cubre varios conceptos; puede significar modestia, autoestima, timidez, honra, etc. Al haya puede ser de dos clases: buena y mala. La buena es cuando uno se avergüenza de cometer un crimen o algo que Dios o su Mensajero (P y B) han prohibido. La mala seria cuando uno se avergüenza de cumplir con lo que Dios o su mensajero (P y B) han mandado.

 

III – MUSULMAN ES QUIEN EVITA DAÑAR A LOS MUSULMANES CON SU LENGUA Y SUS MANOS.

10. Abdullah Ibn Amrú relató que el Profeta (P y B) dijo: “Musulmán es aquel de cuya lengua y manos están a salvo los musulmanes. Y el emigrante (muhayir) es quien se aleja de los que Dios prohibió.”

 

IV - ¿CUÁL ISLAM ES MEJOR?

 

11. Abu Musa relato que algunas personas preguntaron al Mensajero de Dios (P y B): ¿Cuál Islam es mejor? El respondió: “El de quien evita dañar a los musulmanes con su lengua y manos.”

 

V – ALIMENTAR A OTROS ES PARTE DEL ISLAM.

 

12. Abdullah Ibn Amrú relató que un hombre preguntó al Mensajero de Dios (P y B): ¿Qué es lo mejor del Islam? El Profeta (P y B) respondió: “Alimentar a otros y saludar a los que conoces y a los que no conoces.”

 

VI – QUERER PARA SU HERMANO LO QUE UNO QUIERE PARA SI MISMO ES PARTE DEL ISLAM.

 

13. Anas relató que el Profeta (P y B) dio: “Ninguno de vosotros tendrá fe hasta que desee para su hermano lo que desea para sí mismo.”

 

VII – QUERER AL MENSAJERO DE DIOS (P Y B) ES PARTE DE LA FE.

 

14. Abu Huraira relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: “¡Por Aquel que tiene mi vida en Sus manos! Ninguno de vosotros cree hasta que yo le sea más querido que su padre y sus hijos.”

 

15. Anas relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: “¡Por Aquel que tiene mi vida en Sus manos! Ninguno de vosotros cree hasta que yo le sea más querido que su padre, sus hijos y toda la humanidad.”

 

VIII – LA DULZURA DE LA FE.

 

16. Anas relató que el Profeta (P y B) dijo: “Quien tiene las siguientes tres (cualidades) encontrará la dulzura de la Fe: Que Dios y su mensajero le sean más queridos que todo lo demás, que quiera a alguien sólo por Dios y que odie volver a la incredulidad como odiaría ser lanzado al fuego.”

 

IX – EL AMOR A LOS ANSAR ES UNA SEÑAL DE FE.

 

17. Anas relató que el Profeta (P y B) dio: “Querer a los Ansar es una señal de fe y odiar a los Ansar es señal de hipocresía.”

 

18. Ubada Ibn As Samit relató que: El Mensajero de Dios (P y B) dijo, mientras lo rodeaba un grupo de sus Sahabis, “Juradme fidelidad con las siguientes condiciones:

- No adjudicaréis ningún copartícipe a Dios,

- No robaréis,

- No fornicaréis,

- No mataréis a vuestros hijos,

- No pronunciaréis calumnias intencionales diciendo cosas falsas,

- No desobedezcáis cuando se os pide hacer el bien.

Quien de vosotros, cumpla estas condiciones, recibirá su recompensa de Dios.

Quien no cumpla algo y sea castigado en vida, pues, el castigo será su expiación. Quien no cumpla algo y sea encubierto por Dios, pues Él lo perdonará o lo castigará en la otra vida.” Y con estas condiciones le juramos fidelidad.

 

X – HUIR DE LAS ATRIBULACIONES (AL FITAN) ES PARTE DE LA RELIGIÓN.

 

19. Abu Said Al Judri relató que el Mensajero de Dios (P y B) dio: “Vendrá un tiempo en que la mejor propiedad del musulmán serán las ovejas que llevará con él por las cimas de las montañas y los valles para salvar su religión huyendo de las atribulaciones.”

 

XI – LAS PALABRAS DEL PROFETA (P Y B): “YO SOY QUIEN MÁS CONOCE A DIOS ENTRE VOSOTROS”.

 

20. Aisha relató: El Mensajero de Dios solía ordenarles sólo lo que estaba en sus posibilidades. Dijeron: ¡Mensajero de Dios! Ciertamente, no somos como tú. A ti Dios te ha perdonado tus pecados pasados y futuros!. El Mensajero de Dios (P y B) solía enojarse hasta que el enojo se hacía evidente en su rostro; luego decía: “Ciertamente, yo soy quien más conoce a Dios y le teme de entre vosotros.”

 

XII – LOS NIVELES DE SUPERIORIDAD ENTRE LOS CREYENTES SERÁN SEGÚN SUS OBRAS.

 

21. Abu Said Al Judri relató que el Profeta (P y B) dijo: “La Gente del Paraíso entrará en el Paraíso y la Gente del fuego entrará en el Fuego. Luego dice Dios el Altísimo: Sacad del Fuego a quien tenga una pizca, igual a la semilla de mostaza, de fe en su corazón. Esta gente saldrá del Fuego totalmente carbonizada; serán puestos en el río de Haya o Hayat (vida) – aquí es Malik, uno de los narradores quien duda – y germinarán como germina la semilla al lado de la acequia ¿No veis como sale amarilla y retorcida?.”

 

22. Y relató que el Mensajero de Dios dijo: “Mientras dormía vi que me presentaban personas vistiendo camisas. Algunas sólo les llegaban a las tetillas, otras menos y se me mostró a Omar Ibn Al Jattab vistiendo una camisa que le arrastraba por el suelo” Dijeron: ¿Cómo lo interpretaste Mensajero de Dios? Dijo: “Es la religión.”

 

XIII – EL HAYÁ ES PARTE DE LA FE.

 

23. Ibn Omar relató que el Mensajero de Dios (P y B) pasó cerca de un hombre de los Ansar que reprendía a su hermano por Al Hayá*. El Mensajero de Dios (P y B) le dijo entonces: “Déjalo, pues Al Hayá es parte de la fe.”

* Este termino árabe cubre varios conceptos; puede significar modestia, autoestima, timidez, honra, etc. Al haya puede ser de dos clases: buena y mala. La buena es cuando uno se avergüenza de cometer un crimen o algo que Dios o su Mensajero (P y B) han prohibido. La mala seria cuando uno se avergüenza de cumplir con lo que Dios o su mensajero (P y B) han mandado.

 

XIV – “CUANDO HAYAN TRANSCURRIDO LOS MESES SAGRADOS, MATAD A LOS ASOCIADORES DONDE QUIERA QUE LES ENCONTRÉIS. ¡CAPTURADLES! ¡SITIADLES! ¡TENDEDLES EMBOSCADAS POR TODAS PARTES! PERO SI SE ARREPIENTEN, HACEN EL SALAT Y DAN EL ZAKAT. ENTONCES ¡DEJADLES EN PAZ! DIOS ES INDULGENTE, MISERICORDIOSO. (Corán 9:5).

 

24. Ibn Omar relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: se me ordenó combatir a la gente hasta que atestigüen que no hay más dios que Dios y que Muhammad es Mensajero de Dios, y que realicen la oración y den limosna. Si hacen esto, habrán salvado de mí su vida y sus propiedades, excepto por el Derecho Islámico; y su rendición de cuentas será ante Dios.”

 

XV – SOBRE QUIEN DICE: “LA FE ES ACCIÓN”.

 

25. Abu Huraira relató que el Mensajero de Dios (P y B) fue preguntado: ¿cuál es la mejor obra? Y respondió: “Creer en Dios y en Su Mensajero” Preguntaron: ¿Después qué? Dijo: “El Yihad* por la causa de Dios.” Preguntaron: ¿Después qué? Dijo: “El peregrinaje (Al Hayy) aceptado por Dios”.

* Yihad (Esfuerzo) es todo esfuerzo en la causa de Dios. Aquí se refiere al combate por la causa de Dios.

 

XVI – SI EL ISLAM DE LA PERSONA NO ES VERDADERO.

 

26. Sad Ibn Abi Waqqas dijo: ‘El Mensajero de Dios (P y B) distribuyó dádivas a un grupo de personas mientras yo estaba sentado allí. Sin embargo, el Mensajero de Dios (P y B) dejo de lado a un hombre que yo consideraba el mejor del grupo. Pregunté: ¡Mensajero de Dios! ¿Porqué dejaste de lado a esa persona? ¡Por Dios! Yo lo considero un creyente.’ Me dijo: “¿O un musulmán...?”. Me callé un poco; pero luego me venció lo que yo sabía de esa persona y volví a preguntar: ‘¿Porqué dejaste de lado a fulano? ¡Por Dios! Yo lo considero un creyente.’ Me dijo: “¿O un musulmán...?”. me callé un tiempo; pero luego me venció lo que yo sabía de esa persona y repetí mi pregunta. El Mensajero de Dios (P y B) repitió su respuesta y añadió: “¡Oh Sad! Yo le doy a una persona, aunque otros me sean más queridos, por temor a que Dios lo introduzca de cara en el fuego.”

 

XVII – SOBRE LAS MALAGRADECIDAS CON SUS ESPOSOS Y LOS DISTINTOS GRADOS DE LA INCREDULIDAD.

 

27. Ibn Abbas relató que el Profeta (P y B) dijo: “Se me mostró el fuego del Infierno y vi que la mayoría de sus habitantes eran mujeres incrédulas o malagradecidas.” Se le preguntó: ‘¿Es que no creían en Dios? Dijo: “Son malagradecidas con sus esposos y reniegan del buen trato que se les da. Aunque seas benevolente con ellas siempre, cuando ve algo de ti (que le desagrada) dirá, - ¡Nunca hiciste algo bueno por mí!- ”.

 

XVIII – LOS PECADOS SON ALGO DE LA IGNORANCIA; UN PECADOR NO ES UN INCRÉDULO HASTA QUE ADORA A OTROS JUNTO A DIOS.

 

28. Abu Dharr relató: Maltraté a un hombre al llamar a su madre con nombres ofensivos. El Profeta (P y B) me dijo: “¡Abu Dharr! ¿Maltrataste a este hombre, llamando a su madre de manera ofensiva? Aún tienes algunas características de la ignorancia. Tus esclavos son tus hermanos que Dios ha puesto bajo tu mando. Quien tenga a alguien bajo su mando debe alimentarlo con lo que él mismo coma y debe vestirlo de lo mismo que él viste. No les pidáis que hagan cosas por encima de su capacidad; y si lo hacéis, ayudadles con ello”.

 

XIX – SI DOS GRUPOS DE CREYENTES COMBATEN UNOS CONTRA OTROS ¡RECONCILIADLES! Y, SI UNO DE ELLOS OPRIME AL OTRO, ¡COMBATID CONTRA EL OPRESOR HASTA REDUCIRLE A LA OBEDIENCIA DE DIOS! Y, CUANDO SEA REDUCIDO ¡RECONCILIADLES DE ACUERDO CON LA JUSTICIA Y SED EQUITATIVOS! DIOS AMA A LOS QUE OBSERVAN LA EQUIDAD. (Corán 49:99)

 

29. Abu Bakra relató: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir: “Cuando dos musulmanes se enfrentan con sus espadas, el que mata y el que es muerto, ambos van al infierno.” Dije: ¡Mensajero de Dios! Entiendo lo del que mata; pero ¿Porqué la víctima? El Mensajero de Dios (P y B) dijo: “Seguramente tenía toda la intención de matar a su oponente”.

 

XX – EL MAL PUEDE SER DE DISTINTOS NIVELES.

 

30. Abdullah Ibn Masud relató que cuando se reveló: Quienes creen y no revisten su fe con injusticia... (Corán 6:2) Los Sahabas del Mensajero de Dios (P y B) dijeron: ¿Y quién de nosotros no ha cometido una injusticia? Entonces Dios reveló: Y cuando Luqmán amonestó a su hijo. Diciéndole: ¡Hijito! ¡No asociéis a Dios otros dioses, que la asociación es una injusticia (Dhulm) enorme! (Corán 31:13).

 

XXI – LAS SEÑALES DEL HIPÓCRITA.

 

31. Abu Huraira relató que el Profeta (P y B) dijo: “Las señales del hipócrita son tres: cuando habla dice mentira, cuando promete algo, falta a sus promesas y si se le confía algo, traiciona la confianza”.

 

32. Abdullah Ibn Amru relató que el Profeta (P y B) dijo: “Quien posee estos atriburos es un total hipócrita; y quien tiene uno solo de ellos tiene trazos de hipocresía hasta que lo deje: Si se le confía algo, traiciona la confianza, cuando habla, miente, cuando hace un acuerdo, lo traiciona y cuando discute, lo hace de manera imprudente, mala y ofensiva”.

 

XXII – PRACTICAR LA ORACIÓN DURANTE LA NOCHE DEL DESTINO ES PARTE DE LA FE.

 

33. Abu Huraira relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: Quien realiza la oración durante la Noche del Destino por fe verdadera, con devoción y deseo de obtener la recompensa de Dios, tendrá todos sus pecados pasados perdonados”.

 

XXIII – EL YIHAD (LA LUCHA POR LA CAUSA COMÚN) ES PARTE DE LA FE.

 

34. Abu Huraira relató que el Profeta (P y B) dijo: “Dios prometió a la persona que lucha por Su causa, solo por fe en Él y Sus Mensajeros, recompensarlo con bienes o botines o introduciéndolo en el Paraíso (si muere). Si no temiera por mi nación, saldría en todas las expediciones militares. Me gustaría ser muerto por la causa de Dios, luego resucitar para ser muerto y luego resucitar para ser muerto nuevamente”.

 

XXIV – LAS ORACIONES VOLUNTARIAS DURANTE LAS NOCHES DE RAMADÁN SON PARTE DE LA FE.

 

35. Y relató (Abu Huraira) que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: “Quien práctica las oraciones voluntarias durante las noches de Ramadán, por fe y deseando la recompensa de Dios, tendrá sus pecados pasados perdonados”.

 

XXV – AYUNAR EN EL MES DE RAMADÁN CON DEVOCIÓN Y DESEANDO SÓLO LA RECOMPENSA DE DIOS ES PARTE DE LA FE.

 

36. Relató también (Abu Huraira) que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: “Quien ayuna en el mes de Ramadán, por fe y deseando sólo la recompensa de Dios, verá sus pecados pasados perdonados”.

 

XXVI – LA RELIGIÓN ES FÁCIL.

 

37. Y relató (Abu Huraira) que el Profeta (P y B) dijo: “La religión es fácil. Quien se exige demasiado a sí mismo no la podrá soportar. No seáis extremistas y tratad de acercaros a la perfección. Albriciáos con la recompensa que recibiréis y fortificaos con la oración por la mañana, por la tarde y con la oración nocturna”.

 

XXVII – LA PRÁCTICA DE LA ORACIÓN (Salat) ES DE LA FE.

 

38. Al Bara relató que, cuando el Profeta (P y B) llegó a Medina, se alojó con sus abuelos – o tíos – de entre las ansar. Ofreció sus plegarias (salat) en dirección a Jerusalén (Bayt ul Maqdis) por dieciséis o diecisiete meses; pero el deseaba poder orar en dirección de la Kaaba en Makka. La primera oración que ofreció en dirección a Makka fue la del Asr (la media tarde) y rezó con él un grupo de personas. Una de estas personas pasó por una mezquita donde aún estaban realizando el salat, inclinándose en dirección a Jerusalén. Este hombre les dijo, entonces: Atestiguo por Dios que he rezado con el Mensajero de Dios (P y B) en dirección a Makka. Al oírlo, la gente inclinada cambió su dirección hacía la Kaaba en Makka. Los judíos gustaban de ver al Profeta (P y B) orar en dirección a Jerusalén, la Gente de la Escritura también lo hacía; pero, cuando él cambió su dirección para orar en dirección de la Kaaba, ellos lo reprobaron.

 

XXVIII – SOBRE QUIEN ABRAZA EL ISLAM CON SINCERIDAD.

 

39. Abu Said al Judri relató que oyó al Mensajero de Dios (P y B) decir: “Si una persona abraza el Islam con sinceridad, Dios le perdonará cada pecado cometido en el pasado. Después, se inicia el conteo de su recompensa: Cada buena obra se contará por diez y hasta por setecientas; y cada mala obra se contará por una, excepto que Dios la perdone”.

 

XXIX – EL MEJOR ACTO DE ADORACIÓN O BUENA OBRA, ES EL QUE SE PRÁCTICA REGULARMENTE.

 

40. Aisha relató que en cierta ocasión el Profeta (P y B) llegó a su habitación mientras la visitaba una mujer. El dijo: “¿Quién es?” Aisha le respondió: Es fulana y le mencionó sus (excesivas) oraciones. El dijo, desaprobándolo: “¿Qué es esto? ¡Haced lo que está dentro de vuestra capacidad! Pues Dios no se cansa de recompensarnos; pero vosotros con seguridad os cansáis. La buena obra (o acto de adoración), que más agrada a Dios es la que se practica regularmente”.

 

XXX – EL AUMENTO Y LA DISMINUCIÓN DE LA FE.

 

41. Anas relató que el Profeta (P y B) dijo: “Quien atestigua que no hay más dios sino Dios y tiene en su corazón el equivalente a un grano de cebada de bien, será retirado del fuego infernal. Y saldrá también del Fuego quien atestiguó que no hay más dios sino Dios y tiene en su corazón el peso de un grano de trigo de fe. Y saldrá del Fuego quien atestiguó que ni hay más dios sino Dios y tenga en su corazón el peso de un átomo de bien”.

 

42. Omar Ibn Al Jattab relató que un hombre judío le dijo: ¡Emir de los creyentes! Hay una aleya en vuestro libro sagrado, el que leéis vosotros los musulmanes, que, si se nos hubiese revelado a nosotros, habríamos tomado el día (de su revelación) como día de fiesta. Omar Ibn Al Jattab preguntó: ¿Qué aleya es esa? El judío dijo: Hoy os he perfeccionado vuestra religión y he completado mi gracia en vosotros y me satisface que sea el Islam vuestra religión (Corán 5:3). Omar dijo: Sin duda nosotros sabemos el momento y el lugar en que esta aleya fue revelada al Profeta (P y B). Fue un viernes y el Profeta (P y B) estaba de pie en Arafat (durante el Peregrinaje).

 

XXXI – PAGAR EL ZAKAT ES PARTE DEL ISLAM.

 

43. Talha Ibn Ubaidullah dijo: Un hombre de Nayd con el cabello revuelto vino al Mensajero de Dios (P y B). Oímos su fuerte voz y no entendimos que decía, hasta que se acercó y resultó que preguntaba por el Islam. El Mensajero de Dios (P y B) dijo: “Cinco oraciones durante el día y la noche” El hombre dijo. ¿Hay alguna otra oración obligatoria para mí? El Mensajero de Dios (P y B) dijo: “No, pero si deseas realizar alguna oración superrogatoria puedes hacerlo”. Luego añadió: “Y el ayuno de Ramadán” el hombre preguntó: ¿Hay algún ayuno más? El Profeta (P y B) respondió: “No, excepto que quieras añadir algún ayuno voluntario” y le mencionó el zakat también. El hombre preguntó: ¿Y debo dar alguna limosna más? El Mensajero de Dios (P y B) respondió: “No, excepto que quieras añadir lago voluntariamente”. El hombre dio vuelta y se marchó diciendo: ¡Por Dios! No añadiré nada a esto ni le disminuiré. El Mensajero de Dios (P y B) dijo: “Si lo que dice es cierto, alcanzará el Éxito (El Paraíso)”.

 

XXXII- ACOMPAÑAR LAS PROCESIONES FÚNEBRES ES PARTE DE LA FE.

 

44. Abu Huraira relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: “Un creyente que acompaña la procesión fúnebre de un musulmán con fe sincera y deseando sólo la recompensa de Dios, y se queda hasta que se termina la oración fúnebre y la ceremonia del entierro, regresará (del cementerio) con dos kilates de recompensa. Cada kilate es del tamaño de la montaña de Uhud. Aquel que regresa antes del entierro, lo hará con la recompensa de un solo kilate”.

 

XXXIII- EL TEMOR DEL CREYENTE A QUE SUS OBRAS SE PIERDAN SIN QUE EL SEPA.

 

45. Abdullah Ibn Masud relató que el Profeta (P y B) dijo: “Insultar a un musulmán es fusuq (corrupción) y combatirlo es kufr (incredulidad)”.

 

46. Ubada Ibn Al Samit relató que el Mensajero de Dios (P y B) salió a informar a la gente sobre la fecha de la Noche del Destino cuando se suscitó una pelea entre dos musulmanes. El Profeta (P y B) dijo entonces: “Vine a informaros sobre la fecha de la Noche del Destino; pero, como fulano y fulano pelearon entre sí, se me retiró su conocimiento y tal vez sea mejor para vosotros. Así pues, procuradla en las séptima, la novena y la quinta (de las diez últimas noches de ramadán)”.

 

XXXIV – YIBRIL (P) PREGUNTA AL PROFETA (P y B) SOBRE LA FE, EL ISLAM Y AL IHSAN*.

 

47. Abu Huraira relató que un día, cuando el Profeta (P y B) estaba sentado atendiendo a la gente, llegó un hombre y preguntó: ¿Qué es la fe? El Mensajero de Dios (P y B) respondió: “La fe consiste en creer en Dios, en Sus ángeles, en Su encuentro, en Sus mensajeros y en la Resurrección. El hombre dijo: ¿Qué es el Islam? El Profeta (P y B) respondió: “Adorar a sólo a Dios, la práctica de la oración, pagar el zakat y que ayunes en Ramadán” El hombre preguntó: ¿Y qué es el Ihsan? El Profeta respondió: “Consiste en que adores a Dios como si lo vieses; pues, aunque tú no lo veas, Él re está viendo” El hombre preguntó: ¿cuándo será la Hora? El Profeta (P y B) respondió: “El preguntado no sabe de ella más que quien pregunta. Te informaré sobre sus signos: Cuando la sierva de a luz a su amo, cuando los pastores de negros camellos compitan entre sí, en construir los edificios más altos.

Y la Hora es una de las cinco cosas que no conoce nadie excepto Dios”. Luego recitó: Dios tiene conocimiento de la Hora. Envía abajo lluvia. Sabe lo que encierran las entrañas de la madre, mientras que nadie sabe lo que el día siguiente le deparará. Nadie sabe en qué tierra morirá. Dios es Omnisciente, está bien informado (Corán 31:34) y aquel hombre se fue. Entonces el Profeta (P y B) ordenó a sus Sahabas que lo llamasen de vuelta; sin embargo, ellos no pudieron verlo más. El Profeta (P y B) dijo: “Aquel era Yibril (P) que vino a enseñar la religión a la gente”.

 

XXXV – LA SUPERIORIDAD DE QUIEN SE ALEJA DE LAS COSAS DUDOSAS POR SU RELIGIÓN.

 

48. Al Numan Ibn Bashir dijo: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir: “Lo lícito es evidente y lo ilícito es también evidente. Entre ambos hay cosas dudosas que mucha gente no conoce. Quien se aleja de estas cosas salva su religión y su honor. Quien cae en ellas es como un pastor que lleva su ganado cerca de los campos privados de alguien más. Es muy probable que (su rebaño) termine entrando en ellos en cualquier momento. ¡Cuidado! Pues cada rey tiene campos reservados y los de Dios en la tierra son sus prohibiciones. Ciertamente en cada cuerpo hay un órgano que si es bueno, todo el cuerpo se hace bueno; y si se hace malo todo el cuerpo es malo; ese órgano es el corazón.

 

XXXVI – PAGAR AL JUMUS ES PARTE DE LA FE.

 

49. Ibn Abbas relató: Cuando la delegación de Abdul Qays llegó ante el profeta (P y B), él les dijo: “¿Quién es esta gente?” ó “¿Quiénes son los delegados? ¡Bienvenidos sean! ¡No temáis desgracia alguna ni arrepentiros de visitarnos!” Le dijeron: ¡Mensajero de Dios (P y B)! Nosotros sólo podemos venir ante ti en el mes sagrado. La tribu incrédula de Mudar se interpone entre vosotros y nosotros. Encomiéndanos algo definitivo (Sobre las buenas obras de la religión) para que podamos informarlo a nuestra gente que dejamos atrás y podamos por estas obras, entrar en el Paraíso. Luego le preguntaron sobre las bebidas. El Profeta (P y B) les ordenó cuatro cosas y les prohibió cuatro, les ordenó creer en Dios solamente; les dijo: “¿Sabéis lo que es la fe sólo en Dios?”. Dijeron: Dios y Su enviado saben más. Les dijo: “Consiste en atestiguar que no hay más dios sino Dios, Único y sin iguales y que Muhammad es Mensajero de Dios, practicar la oración (salat), dar el zakat, ayunar en Ramadán y dar de los botines el jumus”. Y les prohibió cuatro cosas: Al Hautam, Al Dubba, Al Naqir y Al Muzaffat (Que son recipientes donde solían preparar sus bebidas alcohólicas; el Profeta (P y B) les mencionaba el recipiente y se refería al embriagante en sí), y tal vez dijo: “Al Muqayyar” y les dijo: “Aprended este o informadlo a vuestra gente”.

 

XXXVII – LO QUE SE DICE DE QUE LAS OBRAS SON SEGÚN LAS INTENCIONES.

 

50. Omar Ibn Al Jattab relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: “Ciertamente, las obras dependen de las intenciones; y cada hombre tendrá (su recompensa) según su intención: Así, aquel cuya emigración fue por Dios y su Mensajero; y aquel cuya emigración fue por conseguir un beneficio mundanal o tomar una mujer en matrimonio, su emigración será para aquello por lo que emigró”.

 

51. Abu Masud relató que el Profeta (P y B) dijo: “Quien gasta en su familia sinceramente con la intención de obtener la recompensa de Dios, entonces, Él se lo contará como una limosna (en la recompensa).”

 

XXXVIII – LAS PALABRAS DEL PROFETA (P y B): “LA RELIGIÓN ES EL CONSEJO” (Al Nasiha)

 

52. Yarir Ibn Abdullah dijo: Yo juré fidelidad al Mensajero de Dios (P y B) sobre lo siguiente: Practicar la oración correctamente y dar el zakat.

 

53. Yarir también dijo: Me presente ante el Profeta (P y B) y le dije: Te juro fidelidad en el Islam. El agregó una condición: Dar el sincero consejo a todo musulmán y yo le juré fidelidad con esa condición.

 

3 – EL LIBRO DE LA SABIDURÍA

 

I – LA SUPERIORIDAD DE LA SABIDURÍA

 

54. Abu Huraira relató que un beduino se acercó al Mensajero de Dios (P y B). Mientras él enseñaba a sus discípulos, y le dijo: ¿Cuándo será la hora? El Mensajero de Dios (P y B) siguió hablando; entonces, algunos dijeron: No le gustó lo que dijo (el beduino). Otros dijeron: No lo oyó; hasta que terminó de hablar. Entonces dijo: “¿Quién preguntó por la Hora del Juicio?” El beduino dijo: Soy yo Mensajero de Dios. Le dijo: “Cuando la confianza (en la autoridad y la honradez) se pierda, espera la llegada de la Hora” El beduino preguntó: ¿Y cómo se perderá la confianza? El Profeta (P y B) respondió: “Cuando la autoridad y el poder se entregue a gente incapacitada espera, pues, la Hora.”

 

II – QUIEN LEVANTA LA VOZ DIFUNDIENDO LA SABIDURÍA.

 

55. Abdullah Ibn Amrú relató: El Profeta (P y B) se retrasó un poco de nuestro grupo en un viaje que hacíamos. Cuando nos alcanzó, la oración nos apremiaba y realizamos la ablución. Sólo nos frotábamos los pies (sin lavarlos correctamente); entonces, él clamó a toda voz: “¡Ay de los talones en el Fuego!”. Lo hizo dos o tres veces.

 

III – EL IMÁM (guía - líder) INTERROGA A SUS COMPAÑEROS PARA PROBAR SU CONOCIMIENTO.

 

56. Ibn Omar relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo. “Entre los árboles hay uno cuyas hojas no se caen (todas o la mayor parte al mismo tiempo) y es como el musulmán. Decidme que árbol es”. Así que todos empezaron a pensar en los árboles del desierto. Abdullah Ibn Omar añadió: Imaginé que sería la palmera datilera pero me dio vergüenza hablar. Entonces, los demás preguntaron: Infórmanos por favor ¿Cuál es ese árbol, Mensajero de Dios? El respondió: “Es la palmera datilera”.

 

IV – LEER Y EXPONER ALGO ANTE EL MAESTRO.

 

57. Annas Ibn Malik relató: Mientras estábamos sentados con el Profeta (P y B) en la mezquita, entró un hombre montado en un camello. Hizo que su camello se arrodille en la mezquita, luego lo ató y dijo: ¿Quién de vosotros es Muhammad? En ese momento el profeta (P y B) estaba entre nosotros apoyándose en su brazo. Respondimos: Es aquel hombre blanco sentado apoyándose en su brazo. El hombre le dijo, entonces: Hijo de Abdul Muttalib. El Profeta (P y B) le dijo: “Estoy aquí para responder a tus preguntas” el hombre le dijo: Quiero preguntarte algo y seré duro al interrogarte. Así pues no te enojes conmigo. El Profeta (P y B) le dijo: “Pregunta lo que quieras” el hombre dijo: Te pregunto, por tu Señor y Señor de los ancestros ¿Dios te hizo su Enviado a toda la humanidad? Le respondió: “Por Dios que si”. El hombre preguntó luego: Por Dios te pregunto ¿Dios te ordenó que ofrezcas cinco oraciones (salat) en el día y la noche? El respondió: “Por Dios que si”. El hombre preguntó luego: Por Dios te pregunto ¿Dios te ordenó que tomes este zakat de nuestros ricos y lo distribuyas entre nuestros pobres? Le respondió: “Por Dios que si”. El hombre le dijo: Creo en lo que tú nos traes. Soy un enviado de mi gente. Soy Dimam Ibn Zalaba, de los Bani Sad Ibn Bakr.

 

58. Ibn Abbas relató: El Mensajero de Dios (P y B) entregó una carta suya a un hombre y le ordenó entregársela al Gobernador de Bahrayn. Este, a su vez, se la entregó a Cosroes (Kisra – Emperador de Persia) y cuando él la leyó le rompió en pedazos. Ibn Musayyab dijo: El Mensajero de Dios (P y B) rogó a Dios contra ellos diciendo: “¡Que Dios los despedace y los disperse totalmente”.

 

59. Annas relató: El Mensajero de Dios (P y B) hizo una carta – o quiso hacerla- y le dijeron: Ellos (los gobernantes) no leen las cartas que no van selladas. Se mandó hacer, entonces, un anillo, con un sello, de plata que decía: Muhammad, Mensajero de Dios en relieve. Aún me parece ver el blanco brillo en su mano.

 

60. Abu Waqid Al Layzi relató que, mientras el Mensajero de Dios (P y B) estaba sentado en la mezquita con algunas personas, llegaron tres hombres; dos se quedaron y uno se retiró. Luego añadió: Ambos se detuvieron, de pie, delante del Mensajero de Dios (P y B). Uno de ellos vio un espacio entre la concurrencia y se sentó allí. El otro ,en cambio, se sentó atrás de todos. El tercero acabó marchándose. Cuando el Mensajero de Dios (P y B) terminó, dijo: “¿Os informo sobre estas tres personas? El primero se dirigió a Dios y Dios le dio lugar en Su gracia y Su misericordia; el segundo sintió vergüenza de Dios y Dios lo cubrió con su gracia (no lo castigo); el tercero, a su vez, dio la espalda a Dios y se fue; Dios, así también le dará la espalda”.

 

V – LAS PALABRAS DEL PROFETA (P y B): ES POSIBLE QUE ALGUIEN QUE RECIBE UN DATO (INDIRECTAMENTE) LO COMPRENDA MEJOR QUE QUIEN LO OYÓ DIRECTAMENTE.

 

61. Abu Bakra relató: El Profeta (P y B) montaba su camello y un hombre lo llevaba por sus riendas; luego dijo: “¿Qué día es este?” todos nos callamos hasta que pensamos que le pondría un nombre distinto. Dijo: “¿Hoy no es el día del sacrificio?” Y todos callamos pensando que le daría un nombre distinto. Luego dijo: “¿No es éste el mes de Dhul Hiyya? Respondimos: Claro que si. Nos dijo: “Pues, ciertamente, vuestra sangre, vuestras propiedades y vuestra honra, serán sagrados entre vosotros, así como es sagrado este vuestro día, este vuestro mes y esta vuestra tierra. Que el presente informe al ausente. Tal vez, entre los ausentes haya gente que, al oír de esto, lo entienda mejor que los presentes”.

 

VI – EL PROFETA (P y B) SOLÍA TENER CONSIDERACIÓN CON LA GENTE, CUANDO PREDICABA Y ENSEÑABA, PARA QUE NO SE ABURRAN Y SE VAYAN.

 

62. Ibn Masud relató: el Profeta (P y B) solía tener consideración con nosotros al predicar en le tiempo apropiado, pues temía aburrirnos con demasiados sermones y enseñanzas.

 

63. Anas ibn Malik dijo: El Profeta (P y B) dijo: “Facilitad las cosas y no las hagáis difíciles (para la gente en temas de religión). Dadles buenas noticias y no los hagáis huir (del Islam).”

 

VII – CUANDO DIOS DESEA EL BIEN PARA ALGUIEN LE HACE COMPRENDER LA RELIGIÓN.

 

64. Muawiya dijo durante un sermón: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir: “Cuando Dios desea hacer el bien a alguien le hace comprender bien la religión. Yo sólo soy quien distribuye, pero Dios es Quien dota. Esta nación seguirá obedeciendo los mandamientos de Dios, sin que le causen daño los que se desvían hasta que llegue el designio* de Dios”.

* La Hora del Juicio Final.

 

VIII – COMPRENDIENDO LOS CONOCIMIENTOS.

 

65. Ibn Omar dijo: Estábamos con el Mensajero de Dios (P y B) cuando alguien trajo el corazón de una palmera (palmito). Sobre él nos dijo: “Entre los árboles hay uno...” (Aquí repite el hadiz 56 añadiendo las palabras de Ibn Omar: ...Y como yo era el menor de todos, me mantuve callado...

 

IX – LA INTENCIÓN PERMANENTE DE OBTENRE CONOCIMIENTO Y SABIDURÍA.

 

66. Abdullah Ibn Masud relató que el Profeta (P y B) dijo: “No envidies a nadie excepto a dos personas: A un hombre que recibió fortuna de Dios y la gasta de for­ma recta y justa. Y a un hombre que ha recibido de Dios el conocimiento y el buen juicio y juzga según ellos y los enseña”.

 

X – LAS PALABRAS DEL PROFETA: “OH DIOS ENSEÑALE (A IBN ABBAS) EL LIBRO (EL CORÁN).

 

67. Ibn Abbas relató: Cierta vez, el Profeta (P y B) me abrazó y dijo: “Oh Dios! Enséñale el Libro”.

 

XI – DESDE QUÉ EDAD ES VÁLIDO ESCUCHAR (LA NARRACIÓN DE HADICES) DE UN MENOR.

 

68. Ibn Abbas relató: Cierta vez venía montado en una asna y por ese entonces recién había alcanzado la pubertad (después de la primera polución). El Mensajero de Dios (P y B) estaba rezando en Mina sin que haya pared alguna frente a él. Yo pasé frente a algunos de los que formaban las filas en la oración. Allí, deje que la asna paste libremente y entré en la fila sin que nadie objete mi acto.

 

69. Mahmud Ibn Rabi relató: Cuando yo era un niño de cinco años recuerdo que el Profeta (P y B) tomó agua de un odre con su boca y me la rocío en la cara.

 

XII – LA SUPERIORIDAD DE QUIEN OBTIENE EL CONOCIMIENTO (DEL ISLAM) Y LO ENSEÑA A OTROS.

 

70. Abu Musa relató que el Profeta (P y B) dijo: “La guía y la sabiduría que Dios envió conmigo es como una lluvia abundante que cae a la tierra. Parte de esta tierra es fértil y absorbe el agua y produce vegetación y pastos en abundancia. Otra parte es dura y conserva el agua, conteniéndola para beneficio de la gente, que la usa para beber, para sus animales y para riego de los cultivos. Otra porción de la tierra alcan­zada era tan estéril que no contuvo el agua ni produjo vegetación. (El primero)es el caso de la persona que comprende la religión de Dios y se beneficia de lo que Dios reveló a través de mí, lo aprende y lo enseña. Y la persona que no se interesa ni acepta la Guía de Dios que reveló a través de mí (es como la tierra estéril)”.

 

XIII – LA DESAPARICIÓN DEL CONOCIMIENTO (RELIGIOSO) Y LA DIFUSIÓN DE LA IGNORANCIA.

 

71. Anas dijo. El Mensajero de Dios (P y B) dijo: “Entre las señales de la Hora (del Juicio Final) está: La desaparición de la sabiduría (con la muerte de los sabios piadosos), la difusión de la ignorancia (religiosa), el consumo de bebidas alcohólicas en gran escala, la práctica de la fornicación será extendida y abierta”.

 

72. Anas, también, relató: Os voy a relatar un hadiz que nadie después de mi os relatará: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir: “Entre las señales de la Hora está: La disminución de la sabiduría, la difusión de la ignorancia, la fornicación abierta y extendida, aumentarán las mujeres y los hombres disminuirán; de manera que un solo hombre velará por cincuenta mujeres”.

 

XIV – SUPERIORIDAD DE LA SABIDURÍA RELIGIOSA.

 

73. Ibn Omar relató: Oí al Mensajero de Dios decir: “Durante mi sueño, vi que me traían una copa de leche; bebí (de ella) hasta que me pareció ver leche saliendo bajo mis uñas. Luego di el resto (de la copa) a Omar Ibn Al Jattab”. Le preguntaron: ¿Cómo lo interpretas Mensajero de Dios? Dijo: “Es el conocimiento de la religión”.

 

XV – EMITIR UNA FATWA* ESTANDO SENTADO SOBRE UN ANIMAL U OTRA COSA.

 

74. Abdullah Ibn 'Amrْ Ibn Al As relatóَ que el Profeta (B y P) se detuvo en Mina durante la Peregrinación de la Despedida para responder a las preguntas de la gente. Un hombre vino y dijo: 'Por olvido me hice rasurar la cabeza antes de sacrificar la ofrenda. El Profeta le dijo: «Has tu sacrificio no hay problema». Luego vino otro y dijo: 'Por olvido sacrifiqué al camello antes de lanzar las piedras (sobre las yaama­rat)'. El Profeta (B y P) le dijo: “Lanza ahora; no hay problema”. Y a todos los que le preguntaron sobre algún rito adelantado o retrasado (de los ritos en Mina durante la Peregrinación) les dijo: “Hazlo ahora: No hay problema”.

* Fatwa, es un veredicto legal de la religión islámica; lo emiten los eruditos basándose en las fuentes legales islámicas, en relación a los asuntos de la vida del musulmán.

 

XVI – QUIEN DA UNA FATWA SEÑALANDO CON LA CABEZA O CON LA MANO.

 

75. Abu Huraira relató que el Profeta (P y B) dijo: "El conocimiento (de la reli­gión) se irá perdiendo (con la muerte de los eruditos). La ignorancia y las atribula­ciones surgirán; aumentará la confusión y el desorden". Alguien dijo: ¿Qué signifi­ca el desorden Mensajero de Dios? El respondió mordiendo su mano, indicando: "MUERTE".

 

76. Asmá bint Abu Bakr dijo: Fui a ver a Aisha y la encontré orando. Dije: ¿Qué le pasa a la gente? Ella apuntó al cielo; entonces vi a la gente de pie orando; ella dijo 'SubhanAllah* Yo dije: ¿Es un signo? Ella asintió con su cabeza. Enton­ces, yo también me uní a la oración (del eclipse) hasta que quedé casi inconsciente y vertí agua sobre mi cabeza. Después, el Profeta (P y B) alabó y glorifico a Dios, y dijo: "En este mismo lugar he visto las cosas que nunca se me habían mostrado, hasta el Paraíso y el Infierno. Sin duda, seréis probados en vuestras tumbas con algo igual o cercano a la atribulación del Falso Mesías. Se os dirá: ¿Qué sabéis de este hombre (Muhammad)? El creyente -o el que tiene certeza- dirá: Es Mu­hammad; es Mensajero de Dios. Llegó a nosotros con las evidencias y la Guía. Le respondimos y le seguimos. Es Muhammad -tres veces-. Y se le dirá: Duerme, en paz, pues ya sabemos que tenias certeza. En cambio el hipócrita o el dubitante dirá: 'No se; oí que la gente decía algo y yo dije lo mismo".

* Glorificado sea Dios.

 

XVII – VIAJAR BUSCANDO UNA RESPUESTA PARA UN INCIDENTE; Y ENSEÑAR A LA FAMILIA.

 

77. Abdullah Ibn Abú Mulayka relató: Uqba Ibn Al Háriz dijo que se había casa­do con la hija de Abú Iháb bin Aziz. Después, una mujer vino y dijo: Yo amamanté a Uqba y a la mujer con la que se casó. Uqba dijo: Yo no sabía que tú me amaman­taste y tú tampoco me informaste. Entonces, montó y se dirigió al Mensajero de Dios (P y B) en Medina y le preguntó. El Mensajero de Dios (B y P) dijo: "¿Cómo (podrás mantenerla) si se ha dicho (que es tu hermana de leche)?" Entonces, Uqba se divorció de ella y ella se casó con otro hombre.

 

XVIII – ESTABLECER TURNOS PARA OBTENER EL CONOCIMIENTO.

 

78. Omar dijo: Yo y mi vecino ansárí de Bani Umayya bin Zayd, vivíamos en los Awáli (suburbios) de Medina, solíamos turnarnos para visitar al Mensajero de Dios (P y B). Yo lo visitaba un día y mi vecino al otro. Después de mi visita, iba a su casa y le contaba las nuevas del día sobre la Revelación y otros asuntos; el día de su visita el hacía lo mismo por mi. Un día, mi amigo ansárí al volver de su visita (al Profeta (P y B), vino a golpear fuertemente a mi puerta y preguntó si yo estaba. Me asusté y salí apresuradamente. Me dijo: Ocurrió algo grave. Así que fui a ver a Hafsa y la encontré llorando. Le pregunté: ¿Os ha divorciado a todas el Mensajero de Dios (P y B)? Dijo: No sé. Luego fui a ver al Profeta (P y B) y le dije, estando aún de pie: ¿Has divorciado a tus esposas? Dijo: "No". Dije: ¡Dios es el Más Grande!.

 

XIX – EL ENOJO DURANTE LA PREDICA Y LA ENSEÑANZA SI UNO VE ALGO QUE DETESTA.

 

79. Abú Masud Al Ansári dijo: Un hombre dijo: ¡Mensajero de Dios! Casi no asisto a la oración grupal porque fulano (el imám) la hace muy larga. Nunca vi al Profeta (P y B) más furioso, durante la prédica, de ese día. Dijo: "¡Gente! Algunos de vosotros hacéis huir a los otros (de las buenas obras). Si alguien dirige a otros en la oración, que la haga leve, pues entre ellos puede haber enfermos, débiles y gente con asuntos urgentes que atender".

 

80. Zayd Ibn Jálid Al Yuhani relató que el Profeta (P y B) fue preguntado por un hombre sobre los objetos perdidos (al Luqata). El Profeta (P y B) le dijo: "Reconoce con qué está amarrado - o recubierto- y haz un anuncio público de ello por un año, luego úsalo; pero devuélvelo a su dueño si aparece". Entonces, el hombre preguntó por el camello perdido. El Profeta (P y B) se enojó hasta que sus mejillas enrojecie­ron -o su rostro-. Dijo: "No tienes nada que hacer con él; tiene su agua y sus pier­nas, con seguridad podrá encontrar agua y comer de los árboles, así que déjalo has­ta que lo encuentre su dueño". El hombre dijo: ¿Y las ovejas perdidas? El Profeta (P y B) respondió: "Para ti, para tu hermano o para el lobo".

 

81. Abú Musá relató: El Profeta (P y B) fue preguntado por cosas que detestaba; cuando las preguntas ya fueron excesivas se enojó. Luego dijo: "Preguntadme lo que gustéis". Un Hombre dijo: ¿Quién es mi padre? El Profeta (P y B) le dijo: "Tu padre es Hudháfa". Luego se levantó otro y preguntó: ¿Quién es mi padre, Mensaje­ro de Dios?. El Profeta (P y B) respondió: Tu padre es Sálim, siervo de Shayba. Cuan­do Omar vio (El enojo) en el rostro del Profeta (P y B) le dijo: ¡Mensajero de Dios! ¡Nos arrepentimos ante Dios!.

 

XX – REPETIR TRES VECES LAS PALABRAS PARA QUE SEAN COMPRENDIDAS.

 

82. Anas relató que el Profeta (P y B) solía repetir tres veces sus palabras, para ser mejor comprendido; y cuando visitaba a alguien y lo saludaba, lo hacía tres veces.

 

XXI – EL HOMBRE ENSEÑANDO (LA RELIGIÓN) A SU SIERVA Y A SU FAMILIA.

 

83. Abú Músá relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: "Tres personas ten­drán una doble recompensa: Un hombre de la Gente de la Escritura que creyó en su Profeta (P y B) (Moisés, Jesús, etc.) y creyó en Muhammad (P y B), el siervo que cumple con sus obligaciones ante Dios y ante su amo y un hombre que posee una sierva, con la cual tiene relaciones sexuales, y la educa de buena manera y le enseña (la religión) de buena manera para luego libe­rarla y casarse con ella; éste hombre tendrá una doble recompensa".

 

XXII – EL IMÁM PREDICANDO Y ENSEÑANDO A LAS MUJERES.

 

84. Ibn Abbás relató que el Mensajero de Dios salió acompañado por Bilal. Se dirigió hacia las mujeres porque pensó que no le habían oído. Les predicó y les or­denó dar limosna. Algunas mujeres empezaron a donar sus anillos y sus pendientes y Bilal los iba recolectando en un extremo de su túnica.

 

XXIII – LA DEDICACIÓN PARA (APRENDER) EL HADIZ.

 

85. Abú Huraira relató: Dije: ¡Mensajero de Dios! ¿Quién será la persona más afortunada que cuente con tu intercesión el Día de la Resurrección? El Mensajero de Dios (P y B) dijo: "Abu Huraira, supuse que nadie me preguntaría eso antes que tú pues conozco tu dedicación para el relato de las nuevas. La persona más afortu­nada que contará con mi intercesión el Día de la Resurrección será aquél que dijo sinceramente desde el fondo de su corazón: No hay deidad (que merezca adora­ción) sino Dios".

 

XXIV – CÓMO SERÁ RETIRADO EL CONOCIMIENTO (RELIGIOSO).

 

86. Abdullah Ibn Amrú Ibn al As dijo: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir:

"Dios no retira el conocimiento retirándolo de una vez de los corazones de los hom­bres sino que lo hace con la muerte de los sabios. Así será hasta que no quede sabio alguno. La gente tomará a ignorantes como sus líderes y éstos, al ser consultados emitirán su juicio sin tener conocimiento. Se desviarán y desviarán a la gente".

 

XXV - ¿SE DEBE DEDICAR UN DÍA ESPECIAL PARA ENSEÑAR A LA MUJERES (EXCLUSIVAMENTE)?

 

87. Abu Said Al Judri dijo: Las mujeres dijeron al Profeta (P y B): Los hombres tienen la suerte de estar más tiempo contigo. Dedícanos pues un día (de tu ense­ñanza). Él les prometió un día para enseñarles a ellas exclusivamente. Así lo hizo y les predicó e instruyó. Entre lo que les dijo está: "La mujer, entre vosotras, que en­tregue a tres de sus hijos* será protegida del Fuego". Una mujer preguntó ¿Y si son sólo dos? Él respondió: "Incluso dos".

* Soportando con paciencia su muerte en combate por la causa de Dios.

Se relata que Abu Huraira dijo: (Se refiere a) dos niños que no han alcanzado la pubertad (la edad en que se cuentan los pecados).

 

XXVI – SOBRE QUIEN OYE ALGO Y PREGUNTA HASTA QUE LO ENTIENDE COMPLETAMENTE.

 

88. Abu Mula¡ka relató que Aisha, cuando escuchaba algo que no comprendía, preguntaba hasta comprender completamente. Aisha dijo: El Profeta (P y B) dijo:

"Quien sea llamado a rendir cuentas el Día de la Resurrección seguro será castiga­do". Aisha añadió: Yo pregunté: ¿Acaso no dice Dios: ...Será juzgado benignamen­te... (84:8)?. El Profeta (P y B) dijo: "Eso se refiere a la exposición de las cuentas (de las obras). Sin embargo, quien es cuestionado por sus cuentas perecerá".

 

XXVII – QUE EL PRESENTE INFORME AL AUSENTE.

 

89. Abú Shurayh dijo: El día posterior a la conquista de Makka, el Profeta (P y B) dijo algo que oyeron mis oídos y comprendió mi corazón; y mis ojos vieron al Profeta (P y B) proferir las palabras. Alabó y Glorifico a Dios, luego dijo: "Cierta­mente fue Dios quien hizo sagrada a Makka y no fue la gente quien la santificó. Así pues nadie que cree en Dios y en el Ultimo Día tiene permitido derramar en ella sangre, o cortar árboles. Si alguien alega que el combate dentro de Makka es permitido porque el Mensajero de Dios combatió en ella, pues decidle que: Dios me per­mitió combatir en ella por una pocas horas del día (de la conquista) y su santidad hoy es la misma de antes. Quien esté presente que informe al ausente".

 

XXVIII – LA CULPA DE QUIEN MIENTE SOBRE EL PROFETA (P y B).

 

90. Alí dijo: Escuché al Mensajero de Dios (P y B) decir: "No mintáis so­bre mí; pues, quien miente sobre mí (intencionalmente) tomará un lugar en el Infierno".

 

91. Salama Ibn Al Akwa dijo: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir, "Quien me atribuye algo que no he dicho que tome su lugar en el infierno".

 

92. Abú Huraira relató que el Profeta (P y B) dijo: "Llamaos con mi nombre y no os llaméis con mi sobrenombre. Quien me vea en sus sueños me habrá visto realmente, pues Satán no puede presentarse con mi forma. Y quien mienta sobre mí intencionalmente que tome, pues, su lugar en el Infierno".

 

XXIX – LA ESCRITURA DEL CONOCIMIENTO.

 

93. Abú Huraira relató que el Profeta (B y P) dijo: "Dios evitó que la muerte - o el elefante duda uno de los relatores- llegue a Makka y la puso bajo el dominio del Mensajero de Dios y los creyentes. Combatir en Makka no fue permitido para nadie antes de mi, ni será permitido para nadie después de mí. No hay duda de que en este momento es ya un santuario: No serán arrancadas sus plantas espinosas, no se puede cortar sus árboles, no se puede recoger las cosas perdidas excepto quien las anuncie públicamente con intención de hallar al dueño de las mismas. Si alguien es asesinado, habrá dos opciones (para su familia). Se pagará la indemnización o se ejecutará la ley del talión". Un hombre del Yemen vino y dijo: '¡Mensajero de Dios! Haz que esto sea de fulano. Un hombre de Quraysh dijo: Haz una excepción con el Idhjir* , Mensajero de Dios, pues nosotros lo usamos en nuestras casas y tumbas. El Profeta (P y B) dijo, entonces: "Excepto el Idhjir".

* El Idhjir es una planta de fuerte y agradable fragancia.

 

94. Ibn Abbás relató: el Profeta (P y B) dijo: "«Traedme algo para escribir que yo os haré un escrito con el cual no os perderéis". Omar dijo: El Profeta (P y B) está gravemente enfermo y tenemos el Libro de Dios con el cual nos basta. Entonces, se inició una discusión y creció el alboroto. El Profeta (P y B) dijo: "Idos y dejadme sólo. No está bien que arméis alboroto ante mí con vuestras disputas".

 

XXX – LA ENSEÑANZA Y LA PREDICA POR LA NOCHE.

 

95. Umm Salama dijo: El Profeta (P y B) se levantó una noche y dijo: "¡Glori­ficado sea Dios! ¡Cuántas atribulaciones han descendido esta noche y cuántos teso­ros han sido mostrados! ¡Despertad a las dueñas de estas habitaciones! (para la ora­ción) ¡Una persona (bien) vestida en esta vida puede estar desnuda en la otra!".

 

XXXI – HABLANDO SOBRE EL CONOCIMIENTO RELIGIOSO DURANTE LA NOCHE.

 

96. Abdullah Ibn Omar dijo: El Profeta (P y B) nos dirigió en la oración de la Noche (Al 'ishá), durante sus últimos días de vida; luego nos dijo "¿Veis esta noche? Nadie de los vivientes sobre la faz de la tierra esta noche estará vivo después de cien años"

 

97. Ibn Abbás relató: Pasé la noche en casa de mi tía materna Maymuna, hija de Al Hariz, esposa del Profeta (P y B). El Profeta (P y B) estaba esa noche con ella. El Profeta (P y B) rezó la oración de la Noche (Al 'ishá) luego entró en la habitación y rezó cuatro rak'át, luego se durmió. Más tarde, se levantó y dijo: "¿Se ha dormido el muchachito?" o algo parecido. Luego se posicionó para orar y yo me paré a su iz­quierda; él me puso a su derecha y rezó cinco rak'át seguidas por otras dos. Luego se durmió hasta que oí su respiración fuerte -o sus ronquidos -; luego se levantó y salió para la oración (del alba)'.

 

XXXII – SOBRE LA MEMORIZACIÓN DEL CONOCIMIENTO.

 

98. Abu Huraira dijo: La gente dice que yo he narrado muchos hadices. Si no fuese por dos aleyas del Libro de Dios yo no hubiese narrado ningún hadiz. Luego recitaba: Quienes ocultan las pruebas claras y la Dirección que hemos revelado, después de habérselo Nosotros aclarado a los hombres en la Escritura, incurren en la maldición de Dios y de los hombre. Pero aquellos que se arrepientan y se enmien­den y aclaren, a ésos Me volveré. Yo soy el indulgente, el Misericordioso (2:159,160). Y decía: 'Nuestros hermanos emigrados (Al Muhayirin ) estaban, ciertamente, ocu­pados con sus regateos en los mercados y nuestros hermanos ansáríes estaban ocupados con el trabajo en sus propiedades (la agricultura); pero Abú Huraira solía acom­pañar al Mensajero de Dios (P y B) contentándose con llenar su estómago. Solía presenciar lo que ellos no presenciaban y memorizar lo que ellos no memorizaban.

 

99. Abu Huraira relató: Dije: ¡Oh Mensajero de Dios! Yo escucho muchas de tus palabras pero las olvido. Dijo el Profeta (P y B): "Extiende tu manto". Luego (de que extendí mi manto) juntó sus manos (como si tomase algo) y lo vertió sobre mi man­to. Luego dijo: "Envuélvelo (alrededor de tu cuerpo)". Así lo hice y después de ello no olvidé nada mas.

 

100. Abú Huraira relató: He memorizado dos tipos de conocimiento del Mensa­jero de Dios (P y B): El primero lo he difundido; el segundo, si lo difundo se me cortará la garganta.

 

XXXIII – LA QUIETUD ANTE LOS ERUDITOS.

 

101. Yarir Ibn Abdullah relató que el Profeta (P y B) le dijo, durante la Peregrina­ción de Despedida: "Haz callar a la gente". Luego dijo: "No os volváis incrédulos después de mí (muerte) al degollaros uno a otros".

 

XXXIV – LO QUE SE RECOMIENDA DECIR AL SABIO CUADNO SE LE PREGUNTA ¿QUIÉN SABE MÁS?

 

102. Ubayy Ibn Ka'b relató que el Profeta (P y B) dijo: "Cierta vez, el Profeta Moisés (P y B) exhortaba a los israelitas y se le preguntó: ¿Quién sabe más entre la gente? El dijo: Yo soy que más sabe. Dios advirtió a Moisés que no había atribuido la sabiduría total a Dios y le reveló lo siguiente: Ciertamente, hay un siervo mío donde se juntan los dos mares; él sabe mas que tu. Moisés (P y B) dijo: ¡Señor! ¿Cómo puede encontrarlo? Partió, pues, Moisés, acompañado de su joven sirviente llamado Yushá Ibn Nun; cargaban un pez en un canasto. Llegaron hasta una roca donde se acostaron a dormir. El pez se salió del canasto y tomó su rumbo en el mar como por un túnel. Esto asombró a Moisés y a su sirviente; quienes siguieron caminando por el resto de la noche y el día siguiente. Cuando amaneció, Moisés dijo a su sir­viente: Traed nuestra comida, pues este nuestro viaje es agotador. Moisés no había sentido agotamiento alguno hasta que pasó por el lugar que se le había ordenado. Su sirviente le dijo: ¿Recuerdas cuando dormimos sobre la roca? Pues he olvidado el pez. Moisés dijo: ¡Eso es lo que buscamos! Así es que volvieron sobre sus pasos hasta llegar nuevamente a la roca. Allí encontraron a un hombre cubierto con un manto -o cubriéndose con su ropa (*). Moisés lo saludó; entonces, Al Jidr* le respondió: ¿Como es el saludo en tu tierra? Moisés dijo: Yo soy Moisés. Al Jidr dijo: ¿Moisés, el de Israel? Moisés dijo: Sí ¿Puedo seguirte para que me enseñes de lo que se te ha inculcado? Al Jidr dijo: En verdad, no me podrás tener paciencia ¡Oh Moisés! Yo tengo algo de la sabiduría de Dios que El me ha enseñado y tú no cono­ces. Y tú tienes conocimientos de lo que Dios te ha enseñado y yo no conozco. Moi­sés dijo: Me hallarás paciente, si Dios quiere, y verás que obedeceré todas tus órde­nes. Partieron siguiendo la costa del mar. Iban a pie, pues no tenían embarcación. Una embarcación pasó cerca de ellos y pidieron a la tripulación que los dejen subir. La tripulación reconoció al Jidr y decidieron llevarlos de forma gratuita. Entonces, un gorrión se posó al borde de la embarcación y tomó un poco de agua del mar una o dos veces con su pico; Al Jidr dijo: ¡Moisés! Tu conocimiento y el mío no disminu­yen la sabiduría de Dios sino en la cantidad de agua que ese gorrión tomó del mar con su pico. Entonces tomó uno de los maderos del casco de la embarcación y lo arrancó. Moisés le dijo: ¡Esta gente nos lleva sin cobrarnos nada a cambio y tú te subes a su embarcación para perforaría y que se ahogue su tripulación! Al Jidr dijo: ¿No te dije que no tendrías paciencia conmigo? Moisés respondió: ¡No me recri­mines por mi olvido ni me castigues por mi reacción! Así pues, la primera excusa de Moisés fue el olvido. Luego, siguieron caminando y encontraron a un niño jugando con otros niños. Al Jidr tomó la cabeza del niño con sus manos y se la arrancó. Moi­sés le dijo entonces: ¡Has matado a un inocente que no ha matado a nadie! Al Jidr respondió: ¿No te dije que no tendrías paciencia conmigo? Y partieron nuevamen­te; luego, llegaron a una aldea y pidieron comida a sus habitantes, pero estos rehusa­ron darles algo. Cuando pasaron al lado de una pared que estaba por derrumbarse, Al Jidr la reparó con sus propias manos y Moisés le dijo: Si quisieras, podías haber pedido algo a cambio de este trabajo. Al Jidr le dijo: Este es el punto donde debe­mos separarnos". El Profeta (P y B) añadió: "¡Que Dios tenga misericordia de Moi­sés! ¡Ojalá hubiese sido más paciente para que podamos saber más de su historia!"

(*) Esta es una duda de uno de los relatores.

* Así se llama este hombre procurado por Moisés.

 

XXXV – SOBRE QUIEN, ESTANDO DE PIE, PREGUNTA A UN ERUDITO SENTADO.

 

103. Abu Musá relató: Llegó un hombre ante el Profeta (P y B) y le dijo: ¡Mensa­jero de Dios! ¿Qué es la lucha en la causa de Dios? Pues algunos de nosotros comba­ten por enojo o porque se hable bien de ellos. El Profeta (P y B) dijo: "Quien lucha para enaltecer la Palabra de Dios (la religión monoteísta de Dios); está, pues, lu­chando en la causa de Dios, Glorificado y elevado sea".

XXXVI – LAS PALABRAS DE DIOS: TE PREGUNTAN POR EL ESPIRITU. DI: EL ESPIRITU PROCEDE DE MI SEÑOR PERO NO HABÍES RECIBIDO SI NO POCA CIENCIA (Sagrado Corán 17:85)

 

104. Ibn Masud relató: Mientras caminaba con el Profeta (P y B) entre las ruinas de Medina y él se apoyaba sobre una rama de palmera, pasó cerca un grupo de judíos. Se decían entre ellos: Preguntadle sobre el espíritu (Al Ruh). Otros dijeron: No le preguntéis; no sea que os venga con algo que os disguste. Los primeros dijeron: ¡Le preguntaremos! Así pues, un hombre de ellos se paró y dijo: ¡Abúl Qá­sim*! ¿Qué es el espíritu? El Profeta (P y B) calló y pensé: Le está descendiendo la Revelación. Así es que me detuve hasta que terminé. Cuando terminó, el Profeta (P y B) dijo: Te preguntan por el espíritu. Di: El espíritu procede de la orden de mi Señor. Pero no habéis recibido sino poca ciencia (17:85).

* "Padre de Qásim", sobrenombre del Profeta (B y P) por su difunto hijo mayor.

 

XXXVII - SOBRE QUIEN PREFIERE ENSEÑAR A UNAS PERSONAS POR SOBRE OTRAS POR TEMOR A QUE ESTAS ÚLTIMAS NO ENTIENDAN.

 

105. Anas relató que, cierta vez que el Profeta (P y B) montaba, compartiendo su montura con Muádh, dijo: "¡Muádh!" El respondió: Respondo a tu llamado y obe­dezco tus órdenes. El Profeta (P y B) repitió: "¡Muádh!" El repitió; respondo a tu llamado y obedezco tus órdenes tres veces. El Profeta (P y B) le dijo: "Quien atesti­güe que no hay dios sino Dios y que Muhammad es mensajero de Dios, con sinceri­dad y de corazón, tendrá prohibida la entrada al Infierno". Muádh preguntó: ¡Men­sajero de Dios! ¿Puedo contar esto a la gente para que se alegren? El Profeta (P y B) le respondió: "Si lo haces, la gente se confiará de ello" y Muádh relató esto sólo en el momento de su muerte, por temor a estar pecando (al ocultar el conocimiento).

 

XXXVIII – SOBRE LA VERGÜENZA AL PROCURAR EL CONOCIMIENTO.

 

106. Umm Salama relató: Umm Sulaym llegó ante el Mensajero de Dios (P y B) y le dijo: ¡Mensajero de Dios! En verdad que Dios no se avergüenza de la verdad. ¿Debe la mujer tomar un baño luego de tener un sueño húmedo (e.d.: un sueño erótico que le provoca un orgasmo)? El Profeta (P y B) respondió: "Si ve el líquido salir de su vagina". Umm Salama se cubrió el rostro y dijo: ¡Mensajero de Dios! ¿Acaso la mujer tiene sueños húmedos? El Profeta (P y B) respondió: "Claro que sí. Que tu diestra esté en el polvo (*) ¿Cómo crees que su hijo se le parece?".

(*) Esta es una expresión árabe para reprobar a quien tiene una opinión contraria. Signi­fica "así no prosperarás".

 

XXXIX – SOBRE QUIEN SE AVERGÜENZA Y MANDA A OTRO A PREGUNTAR.

 

107. Alí relató: Yo era un hombre que emitía mucha secreción uretral cuando me excitaba. Así es que pedí a Al Miqdád que pregunte al Profeta (P y B) (sobre ello). El dijo: "Debe hacer la ablución (el wudu)".

 

XL – ENSEÑANDO LA RELIGIÓN Y EMITIENDO FATWAS.

 

108. Abdullah Ibn Omar relató que un hombre se levantó en la mezquita y dijo: ¡Mensajero de Dios! ¿Desde dónde nos ordenas que adoptemos el estado de ihrám?* El Mensajero de Dios dijo: "La gente de Medina inicia el ihrám desde Dhul Hulayfa, la gente de Shám lo hace desde Al Yuhfa y la gente de Nayd lo hace desde Qarn». Ibn Omar agregó: Dicen que el Mensajero de Dios dijo: "Y la gente del Yemen inicia el ihrám desde Yalamlam". Pero yo no recuerdo que él lo haya dicho.

* lhram (ar. sacralización): Es el estado de sacralidad y pureza que debe mantener quien peregrina a Makka. La misma palabra árabe se aplica a la vestimenta blanca que lleva el peregrino durante el peregrinaje desde el principio de los ritos y a su entrada en el estado de sacralidad.

 

XLI – QUIEN RESPONDE AL QUIE PREGUNTA CON MÁS DE LO QUE PREGUNTÓ.

 

109. Ibn Omar relató que un hombre preguntó al Profeta (P y B) qué viste el muhrim (persona en estado de ihrám). El Profeta (P y B) le respondió: "No puede vestir camisa, ni turbante, ni pantalones, ni sombrero, ni una ropa perfumada con azafrán o wars (tipos de perfumes); y si no tiene sandalias podrá vestir medias de cuero, pero cortándolas para que queden debajo del tobillo al vestirlas".

 

4. EL LIBRO DE LA ABLUCIÓN (WUDÚ)

 

I – NO SE ACEPTA LA ORACIÓN DE QUIEN NO HACE PREVIAMENTE LA ABLUCIÓN (QUE INICIA EL ESTADO DE PUREZA TUHUR).

 

110. Abú Huraira dijo: El Mensajero de Dios (P y B) dijo: "No se acepta la oración de quien cometió un hadaz* hasta que se haga la ablución (el wudu)". Un hom­bre de Hadramaut preguntó: ¿Qué es el hadaz, Abú Huraira? El respondió: La emi­sión de ventosidades sonoras o silenciosas.

* Hadaz (ar. suceso): Es un acontecimiento que anula el estado de pureza (tuhur) nece­sario para los actos rituales como la oración (salat). Es la salida de cualquier sustancia por la uretra o el ano.

 

II – LA EXCELENCIA DE LA ABLUCIÓN.

 

111. Abú Huraira relató: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir: "El Día de la Resu­rrección mis seguidores serán llamados Al Ghurr Al Muhayyalun (rostros y extremi­dades blancas) por las huellas de la ablución y quien pueda aumentar el área de su radianza debe hacerlo (66)".

 

III – NO DE HARÁ LA ABLUCIÓN POR UNA DUDA SI NO DESPUÉS DE TENER SEGURIDAD.

 

112. Abdullah Ibn Yazid Al Ansán relató que preguntó al Mensajero de Dios (P y B) por la persona que se imagina sentir algo (como la salida de gases intestina­les) durante la oración. El Mensajero de Dios (P y B) respondió: "No abandonará su oración excepto que oiga algo o sienta algún olor".

 

IV – REALIZANDO UNA ABLUCIÓN LEVE.

 

113. Ibn Abbás relató que el Profeta (P y B) durmió hasta que se oyó su fuerte respiración y luego se levantó para orar -o, tal vez, dijo: Se recostó hasta que se oyó su respiración; luego se levanto y oró -.

 

V – PERFECCIONANDO LA ABLUCIÓN.

 

114. Usama Ibn Zayd dijo: El Profeta (P y B) salió de Arafat y se dirigió a un sendero de montaña; cuando tomó este sendero se detuvo a orinar. Luego, realizó una ablución sin demasiado esmero. Yo le dije: ¡La oración Mensajero de Dios! El me respondió: "La oración será más adelante". Así es que montó hasta que llega­mos a Muzdalifa. Allí, desmontó y realizó una ablución perfecta y con esmero. Lue­go se hizo al Iqáma* para la oración y él rezó el magrib. Luego, cada uno sentó a su camello en su sitio. Luego, se hizo al Iqáma para la oración de la noche (Al 'Ishá') y se realizó tal oración sin que haya oraciones voluntarias (entre ambas oraciones obligatorias).

* Al Iqama es el llamado que indica el inmediato inicio de la oración.

 

VI – LAVARSE EL ROSTRO CON AMBAS MANOS TOMANDO AGUA UNA SOLA VEZ.

 

115. Ibn Abbás realizó la ablución de la siguiente manera: Se lavó la cara: Tomó un poco de agua y con ella lavó su boca y su nariz, luego tomó otro poco de agua en su mano y juntando ambas manos se lavó así el rostro. Luego tomó otro poco de agua con su mano y se lavó el brazo derecho. Luego tomó otro poco de agua y se lavó el brazo izquierdo. Luego pasó sus manos mojadas sobre su cabeza. Luego tomó otro poco de agua con su mano y la rodó sobre si pie derecho hasta lavarlo. Luego tomó otra poca de agua con su mano y se lavó con ella -su pie izquierdo-. Luego dijo: Así vi que el Mensajero de Dios hacía la ablución.

 

VII – LO QUE SE DICA AL IR AL EXCUSADO.

 

116. Anas relató que el Profeta (P y B) decía al entrar en el excusado: "¡Oh Dios! En Ti me refugio de los inmundos y las inmundas"

 

VIII – PROVEER AGUA EN LOS EXCUSADOS.

 

117. Ibn Abbás relató: En cierta ocasión, el Profeta (P y B) fue al excusado y yo le puse cerca un poco de agua. Después, el Profeta (P y B) preguntó: "¿Quién puso el agua?" Cuando se le informó dijo: "¡Oh Dios! Haz que sea un entendido en religión".

 

IX – LA PROHIBICIÓN DE ORIENTARSE HACIA LA QUIBLA AL ORINAR O DEFECAR.

 

118. Abu Ayúb Al Ansari relató que el Mensajeero de Dios .(P y B) dijo: "Quien vaya a un espacio abierto a defecar que no se oriente hacia la Qibla, de frente o de espaldas. Orientaos hacia el oriente o el occidente"

 

X – DEFECAR APOYÁNDOSE EN DOS LADRILLOS.

 

119. Abdullah Ibn Omar dijo: Algunas personas dicen: Cuando vayas a hacer tus necesidades no te orientes hacia Makka ni hacía Jerusalén' Yo les dije: 'Una vez subí al techo de nuestra casa y vi al Mensajero de Dios (B y P) defecando apoyándo­se sobre dos ladrillos orientando su rostro hacia Jerusalén (pero habla una tela cu­briéndolo).

 

XI – LA SALIDA DE LAS MUJERES AL EXCUSADO.

 

120. Aisha relató que las esposas del Profeta (P y B) solían ir a Al Manasi por la noche a hacer sus necesidades; y éste es un lugar abierto. Omar solía decir al Profe­ta (P y B): Que tus esposas se cubran con el velo, pero el Profeta (P y B) no las obli­gaba. Una noche, Sawda bint Zama, esposa del Profeta (P y B) salió a la hora del ishá (oración de la noche) y era una mujer alta; entonces, Omar le gritó: "Sawda, te he reconocido", hizo esto pues deseaba fuertemente que Dios revele la orden de usar el velo. Al tiempo, Dios reveló la orden de usar el velo.

 

XII – LAVARSE LAS PARTES PRIVADAS CON AGUA DESPUÉS DE EVACUAR.

 

121. Anas Ibn Málik dijo: Cuando el Mensajero de Dios (P y B) salía a hacer sus necesidades, yo y otro muchacho lo acompañábamos con un recipiente lleno de agua.

 

XIII – PORTAR UN CAYADO JUNTO CON EL AGUA DESPUÉS DE EVACUAR.

 

122. En otro relato dice: ...Con un recipiente lleno de agua y un cayado. El solía limpiarse con el agua.

 

XIV – LA PROHIBICIÓN DE LIMPIARSE LAS PARTES PRIVADAS CON LA MANO DERECHA.

 

123. Abu Qatáda dijo: El Mensajero de Dios (P y B) dijo: "Si bebe alguno de vosotros, que no respire dentro del recipiente; y si va al excusado que no toque su pene con su mano derecha ni se limpie con su derecha".

 

XV - LIMPIARSE LAS PARTES INTIMAS (DESPUES DE EVACUAR) CON PIEDRAS (U OTRO MATERIAL HIGIÉNICO)

 

124. Abú Huraira relató: Seguí al Profeta (P y B) cuando él decidió alejarse para hacer sus necesidades. No desviaba su mirada hacia los lados; cuando me acerqué a él, me dijo: "Búscame algunas piedras para poder limpiarme con ellas, y no me traigas huesos ni excremento de equino". Luego le traje las piedras que recogí en la punta de mi túnica; se las dejé a un lado y me alejé. Cuando terminó de hacer sus necesidades las uso.

 

XVI – LA PROHIBICIÓN DE LIMPIARSE (DESPUÉS DE EVACUAR) CON EXCREMENTO.

 

125. Abdullah Ibn Masúd dijo: El Profeta (P y B) fue al excusado y me ordenó que le traiga tres piedras. Sólo encontré dos piedras y por más que busqué la tercera no la encontré; así es que tome un pedazo (seco) de excremento de equino y se lo llevé. El tomó las dos piedras y desechó el excremento diciendo: "Esto es inmundo".

 

XVII – LA ABLUCIÓN LAVANDA CADA PARTE UNA SOLA VEZ.

 

126. Ibn Abbás relató que el Profeta (P y B) hizo su ablución lavándose cada par­te una sola vez.

 

XVIII – LA ABLUCIÓN LAVANDO CADA PARTE DOS VECES.

 

127. Abdullah Ibn Zayd Al Ansári relató: Que el Profeta (P y B) hizo su ablu­ción lavando cada parte dos veces.

 

XIX – LA ABLUCIÓ LAVANDO CADA PARTE TRES VECES.

 

128. Humrán, siervo de Uzmán, relató que Uzmán Ibn Affán pidió un recipien­te (con agua) y se vertió agua sobre las manos para después lavarlas tres veces. Lue­go metió su mano derecha en el recipiente; se enjuagó la boca y aspiró agua con su nariz y la expulsó. Luego lavó su rostro tres veces y sus manos hasta los codos tres veces. Luego se pasó la mano mojada por la cabeza y se lavó ambos pies tres veces hasta los tobillos. Luego dijo: 'El Mensajero de Dios dijo: "Quien hace la ablución como yo lo hice y reza dos. rakát sin distraer su mente en algo más tendrá todos su pecados pasados perdonados".

 

129. En otra versión, Uzmán dice: Os relataré un hadiz que, sino fuese por una aleya del Corán, no os lo hubiera contado: Oí al Profeta (P y B) decir "Todo hombre que hace su ablución en buena forma y hace la oración tendrá los pecados entre esa oración y la siguiente perdonados". La aleya es: Quienes ocultan las pruebas claras y la Dirección que hemos revelado, después de habérselo nosotros aclarado a los hombres en la Escritura, incurren en la maldición de Dios y de los hombres (2:159).

 

XX – ABSORVER Y EXPULSAR AGUA CON LA NARIZA DURANTE LA ABLUCIÓN.

 

130. Abú Huraira relató que el Profeta (P y B) dijo: "Quien hace la ablución debe lavar su nariz absorbiendo agua con ella y luego expulsando. Quien se limpia, des­pués de evacuar, lo debe hacer un número impar de veces".

 

XXI – LIMPIARSE CON PIEDRAS (U OTRA MARERIAL HIGIÉNICO) UN NÚMERO IMPAR DE VECES.

 

131. Abú Huraira relató que el Mensajero de Dios dijo: "Si alguien de vosotros hace la ablución: Que tome agua y la absorba con su nariz y que la expulse. Y si os tenéis que limpiar con piedras (después de evacuar) hacedlo un numero impar de veces. Y al despertar lavaos las manos antes de meterlas en el recipiente con agua para la ablución, pues no sabéis donde ha pasado la noche vuestra mano".

 

XXII – LAVARSE LOS PIES, PARA QUIEN VISTE ZAPATOS.

 

132. Ibn Yuray dijo a Ibn Omar: Veo que nunca tocas los pilares de la Kaaba sino los dos que dan al sur (al Yemen); veo que usas zapatos de cuero curtido y que tiñes tu cabello con hinna (henna). También noté que cuando estuviste en Makka, la gente asumió el ihrám al ver la luna (del mes de Dhul iliyya) mientras que tú no lo asumiste hasta el día octavo del mes (Yaum al tarwia). Ibn Omar respondió: Sobre los pilares: Pues nunca vi al Mensajero de Dios (P y B) tocar sino los dos del sur; sobre los zapatos de cuero, pues, ciertamente, he visto al Mensajero de Dios (P y B) usarlos; y se lavaba los pies aún cuando vestía estos zapatos, así que me gusta usar estos zapatos. Sobre teñirme el cabello con hinna, pues sin duda que vi al Pro­feta (P y B) teñir su cabello con hinna y por ello me gusta hacerlo. Y sobre el ihrám, pues yo nunca vi que el Mensajero de Dios asuma el ihrám antes de salir hacia el hayy.

 

XXIII – EMPEZAR POR LA DERECHA AL BAÑARSE O HACER LA ABLUCIÓN.

 

133.. Aisha relató que: El Profeta (P y B) gustaba de empezar por la derecha al vestir su calzado, al peinarse, al lavarse y en todos sus asuntos.

 

XXIV – PROCURAR AGUA (PARA LA ABLUCIÓN) CUANDO LLEGA LA HORA DE LA ORACIÓN.

 

134. Anas Ibn Málik dijo: Vi al Profeta (P y B) cuando entró la hora de la oración de la media tarde (Al Asr). La gente procuraba agua, pero no encontraron. Enton­ces, se le trajo al Mensajero de Dios (P y B) un recipiente con agua. Él introdujo su mano en el recipiente y ordenó que todos realicen la ablución de allí. Vi el agua brotar de sus dedos hasta que todos hicieron la ablución.

 

XXV - EL AGUA CON EL QUE ALGÚN SER HUMANO LAVO SU CABELLO

 

135. Anas Ibn Málik relató que, cuando el Mensajero de Dios (P y B) rapó su ca­beza, Abu Talha fue el primero en tomar algo de su cabello.

 

XXVI - SI UN PERRO BEBE DE LOS RECIPIENTES DE ALGUIEN DE VOSOTROS

 

136. Abú Huraira relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: "Si un perro bebe de algún recipiente vuestro es necesario lavarlo siete veces".

 

137. Abdullah Ibn Omar relató que: Durante la vida del Mensajero de Dios (P y B) los perros solían ir y venir y orinar, en la mezquita y nunca vertieron agua sobre ello.

 

XXVII - QUIEN OPINA QUE LA ABLUCIÓN ES NECESARIA SÓLO CUANDO SE EXCRETA ALGO POR EL ANO O LA URETRA

 

138. Abú Huraira relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: "Una persona se considera en oración mientras está en la mezquita esperando por la oración, mien­tras no incurra en el hadaz".

 

139. Zayd bin Jalid relató que preguntó a Uzmán bin Affán sobre la persona que inicia las relaciones sexuales pero no llega a eyacular. Uzmán me respondió: Debe realizar la ablución normal (wudu) como para cualquier oración, excepto que debe lavar su pene. Uzmán agregó: Lo oí del Mensajero de Dios (P y B). Zayd añadió:

Pregunté a Alí, Al Zubayr, Talha y Ubayy bin Ka'b sobre ello y me dieron la misma respuesta*.

* Esto fue luego abrogado, haciéndose necesario tomar un baño en tales casos.

 

140. Abu Said Al Judri relató: El Mensajero de Dios (P y B) mandó llamar a un hombre que llegó con su cabeza goteando agua. El Profeta (P y B) dijo: "¿Te obliga­mos a apresurarte, no es así?" El ansarí respondió: Sí. El Mensajero de Dios (P y B) dijo después: "Si tienes prisa o no llegas a eyacular (en el acto sexual) debes hacer la ablución* (wudu)".

* Esta orden fue también abrogada. Ver hadiz 202.

 

XXVIII - EL HOMBRE QUE AYUDA A OTRO EN SU ABLUCIÓN (VIRTIENDO EL AGUA)

 

141. Al Mughira bin Shuba relató que acompañaba al Mensajero de Dios (P y B) en un viaje y que el Profeta (P y B) fue al excusado. (Luego) Al Mughira le vertía el agua para su ablución; así que se lavó la cara y los brazos, se pasó la manos mojada por la cabeza y se pasó la mano mojada por sus medias de cuero (Juffayn).

 

XXIX - LA RECITACIÓN DEL CORAN Y OTRAS COSAS DESPUES DE HADAZ

 

142. Abdullah Ibn Abbás relató que pasó una noche en casa de Maymuna, espo­sa del Profeta (P y B), su tía materna. Ella lo acostó sobre la almohada a lo ancho del lecho y el Mensajero de Dios (P y B) se acostó con su esposa a lo largo del lecho. El Mensajero de Dios (P y B) durmió hasta la media noche, tal vez un poco antes o un poco después; luego se despertó y se frotó la cara con su mano para quitarse el sueño. Luego recitó las últimas diez aleyas de la sura 'La familia de Imrán'. Luego se dirigió hacia un odre que colgaba y se hizo la ablución con esmero; luego se paró para rezar. Ibn Abbás añadió: Me levanté e hice lo que él hizo; luego fui y me paré a su lado izquierdo; él me tomó con su diestra, por la oreja derecha (y me puso a su lado derecho) torciéndomela. Rezó dos rakát, luego dos rakát, luego dos rakát, luego dos rakát, luego dos rakát y luego dos rakát. Finalmente rezó una sola. Lue­go se acostó en su lecho hasta que le llegó el llamado del muecín. Despertó y rezó dos rakát ligeras; luego salió y rezó la oración del alba.

 

XXX - PASARSE LAS MANOS MOJADAS POR TODA LA CABEZA

 

143. Abdullah bin Zaid relató que un hombre le preguntó: ¿Puedes mostrarme cómo hacía la ablución el Mensajero de Dios (P y B)? Él asintió y pidió agua. Se vistió un poco de agua en las manos y se las lavó dos veces; luego se enjuagó la boca y absorbió y expulsó agua de su nariz tres veces, Luego se lavó la cara tres veces, y después, se lavó las manos hasta los codos dos veces. Luego se pasó la mano moja­da sobre la cabeza, desde su frente hasta la nuca y de vuelta hasta su frente, donde había empezado y luego se lavó ambos pies.

 

XXXI - EL USO DEL AGUA RESTANTE DE LA ABLUCIÓN

 

144. Abú Yuhayfa dijo: El Mensajero de Dios (P y B) vino a nosotros al me­diodía y se le trajo agua para la ablución. La gente comenzó a recoger las sobras de su ablución y se la untaban por el cuerpo. El Profeta (P y B) rezó dos rakát para el mediodía y dos rakát por la tarde (Al Asr) y tenía frente a él una vara de madera (como sutra*) .

* Sutra: ar. "protección, cubierta". Cualquier objeto que se levante por lo menos un pie del suelo. Debe estar frente a la persona haciendo el salat actuando como una barrera sim­bólica entre él y los demás.

 

145. Al Sáib Ibn Yazid relató: Mi tía materna me llevó ante el Profeta (P y B) y le dijo: ¡Mensajero de Dios! El hijo de mi hermana tiene una enfermedad en sus piernas. El pasó sus manos sobre mi cabeza y rogó a Dios que me bendiga. Luego realizó la ablución y yo bebí de esa agua que usó. Me paré detrás de él y vi en sus espaldas la marca de la Profecía; era como la mancha de la perdiz.

 

XXXII - EL HOMBRE QUE HACE LA ABLUCIÓN JUNTO A SU ESPOSA

 

146. Abdullah Ibn Omar relató: Los hombres hacían la ablución junto con las mujeres en la época del Mensajero de Dios (P y B).

 

XXXIII- EL PROFETA VERTIÓ EL AGUA DE SU ABLUCIÓN SOBRE UNA PERSONA INCONSCIENTE

 

147. Yabir Ibn Abdullah dijo: El Mensajero de Dios (P y B) vino a visitarme mien­tras yo estaba enfermo e inconsciente. El hizo la ablución y regó sobre mí el agua de la misma; y recuperé la conciencia y dije: ¡Mensajero de Dios! ¿Con quién quedará mi herencia si no tengo ancestros ni descendientes vivos? Entonces las aleyas divi­nas que tratan sobre la herencia fueron reveladas.

 

XXXIV - TOMAR BANO O HACER LA ABLUCIÓN DE UN MIJDAB*

 

* El mijdab es un pequeño recipiente de piedra, casi como un pote o un platillo.

148. Anas relató: Llegó la hora de la oración; quien vivía cerca fue a su casa (a lavarse) y quedó un grupo (sentado). Entonces, se trajo un pequeño mijdab de roca pintada con agua para el Mensajero de Dios (P y B). El mijdab era tan pequeño que no se podía ni extender la palma de la mano en él. Y se hizo la ablución todo el grupo. Preguntamos: ¿Cuantos erais? Anas dijo: Éramos ochenta o más.

 

149. Abu Musa relató que: El Mensajero de Dios (P y B) pidió un recipiente con agua; se lavó en él las manos y la cara; luego se enjuagó la boca.

 

150. Aisha relató: Cuando la enfermedad del Profeta (P y B) se agravó y la do­lencia se hizo más fuerte, pidió a sus esposas que le permitan ser tratado en mi casa y ellas se lo concedieron. Salió, pues, el Profeta (B y P) hacia mi casa, cargado por dos hombres; sus piernas arrastraban por el suelo. Estaba apoyado entre Abbás y otro hombre. Áisha añadió: El Profeta (P y B) dijo, después de ser llevado a su casa y que haya empeorado su enfermedad: "Vertid sobre mí el agua de siete odres sin desatar sus ataduras, para que pueda dar algún consejo a la gente". Lo sentamos en un recipiente que pertenecía a Hafsa, esposa del Profeta (P y B); luego empezamos a rociarle el agua de los odres, hasta que nos indicó: "Habéis hecho lo que pedí". Luego salió a ver a la gente.

 

151. Anas relató que: El Profeta (P y B) pidió un recipiente con agua y se le trajo un recipiente con base ancha con un poco de agua y él puso sus dedos en él. Vi como el agua brotaba entre ellos. Y añadió: Calculé cuántos hicieron la ablución del recipiente y eran entre setenta y ochenta.

 

XXXV - LA ABLUCIÓN CON UN SOLO MUDD*

 

* El mudd equivale a casi 2/3 de un kilo.

152. Anas relató que el Profeta (P y B) solía tomar baño con un sá* o con hasta cinco mudd y solía hacer la ablución con un mudd.

* El sá' equivale a 4 mudd.

 

XXXVI - PASAR LA MANO MOJADA POR MEDIAS DE CUERO (JUPFAYN)

 

153. Sad bin Abi Waqqás relató que el Profeta (P y B) solía pasarse la mano moja­da sobre sus medias de cuero (en vez de lavarse los pies). Abdullah Ibn Omar con­sultó sobre esto a Omar y él le dijo: 'Sí. Si Sad te relata algo del Profeta (P y B) no necesitas preguntar a nadie más sobre ello.

 

154. 'Amr bin Umayya Al Damú relató que vio al Profeta (P y B) pasar sus manos mojadas sobre sus medias de cuero (en la ablución).

 

155. 'Amr bin Umayya también relató: Vi al Profeta (P y B) pasar su mano moja­da sobre su turbante y sus medias de cuero.

 

XXXVII - SI LAS VISTE ESTANDO EN ESTADO DE ABLUCIÓN

 

156. Al Mughira bin Shuba relató: Estaba con el Profeta (P y B) en un viaje y me incliné para sacarle sus media de cuero. El me dijo: "Déjalas, pues las vestí después de hacer la ablución (sin haber cometido un hadaz)". Así que sólo se pasó la mano mojada sobre ellas.

 

XXXVIII - QUIEN NO REPITE LA ABLUCIÓN DESPUES DE COMER CARNE DE CORDERO Y SAWIQ*

 

* Sawiq: Es un dulce hecho de masa de trigo o cebada tostada con azúcar o dátiles.

157. Amr Ibn Umayya relató que vio al Mensajero de Dios (P y B) comiendo del omoplato del cordero, luego se lo llamó al salat; así que dejó el cuchillo y fue a rezar sin hacer ablución.

 

XXXIX

 

158. Suwayd bin Al Numán relató que salió con el Mensajero de Dios el año de la conquista de Jaybar hasta que llegaron a Sahbá', un lugar cercano a Jaybar: Allí el Mensajero de Dios (P y B) realizó la oración del Asr. Luego pidió las provisiones y sólo le trajeron sawiq. Mandó que se lo ablande con agua y todos comimos. Luego el Profeta (P y B) se levantó para la oración del ocaso (salatal magrib), se lavó la boca con agua y nosotros hicimos lo mismo, luego hicimos la oración sin repetir la ablu­ción.

 

159. Maymuna relató que el Profeta (P y B) comió con ella del omoplato del cor­dero y luego rezó sin realizar la ablución.

 

XL - ¿HAY QUE ENJUAGARSE LA BOCA DESPUES DE BEBER LECHE?

 

160. Ibn Abbás relató que: El Mensajero de Dios (P y B) bebió leche, se enjuagó la boca y dijo: "Tiene grasa".

 

XLI - LA ABLUCIÓN POR DORMIRY QUIEN OPINA QUE POR ESTAR SOMNOLIENTO HASTA DORMIR UNA O DOS VECES O INCLINAR LA CABEZA POR SUEÑO NO OBLIGA A REPETIR LA ABLUCIÓN

 

161. 'Aisha relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: "Si sentís sueño mientras estáis rezando idos a dormir, hasta que se os pase el sueño, porque quien reza es­tando somnoliento no sabe si está pidiendo perdón o está maldiciéndose a sí mis­mo".

 

162. Anas relató: Que el Profeta (P y B) dijo: "Si sentís sueño durante vuestra ora­ción, dormid, hasta que sepáis qué recitáis".

 

XLII - HACER LA ABLUCIÓN SIN HABER COMETIDO HADAZ

 

163. Amr bin Amir relató: Anas dijo: El Profeta (P y B) solía realizar la ablución por cada oración. Yo pregunte: ¿Vosotros qué hacíais? Anas respondió: Nos basta­ba rezar con la misma ablución hasta romperla con el hadaz.

 

XLIII - ENTRE LOS MAYORES PECADOS ESTA NO CUIDARSE DE SER ALCANZADO POR LA ORINA

 

164. Ibn Abbás relató: Mientras el Profeta (P y B) pasaba por uno de los (jardines o cementerios) amurallados de Medina o de Makka, escuchó la voz de dos personas que eran castigadas en sus tumbas. Entonces dijo el Profeta (P y B): "Estas dos per­sonas esta siendo torturadas; y no están siendo castigadas por un gran pecado". Luego agregó; "¡Pues sí! (si están siendo castigados por un pecado mayor) uno de los dos no se protegía de su propia orina; y el otro, andaba divulgando chismes (para crear conflictos entre la gente)". Luego pidió una rama verde de palmera y la partió en dos poniendo un pedazo sobre cada tumba. Se le dijo: ¡Mensajero de Dios! ¿Porqué hiciste eso? Respondió: "Tal vez les disminuya un poco la tortura mientras se secan"*.

* Esta fue una especie de ruego del Profeta (P y B) por ambos difuntos.

 

XLIV - SOBRE EL LAVADO DE LA ORINA

 

165. Anas Ibn Málik dijo: Cuando el Profeta (P y B) iba a hacer sus necesidades yo le traía agua, con la cual limpiaba sus partes privadas.

 

XLV - EL PROFETA (P Y B) Y LA GENTE DEJARON QUE EL BEDUINO TERMINE DE ORINAR EN LA MEZQUITA

 

166.Abú Huraira relató que un beduino se levantó y empezó a orinar en la mez­quita. La gente se apresuró a asegurarlo; sin embargo el Profeta (P y B) les dijo. "De­jadlo (que termine) y vertid sobre su orina un balde de agua o una cubeta de agua. Fuisteis enviados para facilitar las cosas y no para dificultarías".

 

XLVI - LA ORINA DE LOS NIÑOS

 

167. Umm Qays bint Mihsan relató que se presentó ante el Mensajero de Dios con su hijo pequeño que aún no había probado alimento sólido. El Profeta (P y B) sentó al niño en sus piernas y éste se orinó en sus ropas; así que pidió un poco de agua y lo roció sobre el área alcanzada por la orina y la lavó.

 

XLVII - ORINAR DE PIE O SENTADO

 

168. Hudhayfa dijo: El Profeta (P y B) fue a los terrenos baldíos de alguien y allí orinó de pie; luego pidió agua. Le traje el agua y se hizo la ablución con ella.

 

XLVIII - ORINAR CERCA DEL COMPAÑERO MIENTRAS SE CUBRE CON UNA PARED

 

169. Hudhayfa también relató: (El Profeta (P y B) y yo caminamos hasta los ba­sureros de alguien. El se paró, como cualquiera de vosotros lo hace, detrás de una pared y orinó). Yo me alejé, pero él me, señaló (que regrese). Así es que me acerque y me paré detrás de él hasta que terminó.

 

XLIX - EL LAVADO DE LA SANGRE

 

170. Asma relató que una mujer vino ante el Profeta (P y B) y le dijo: Si alguna de nosotras tiene su menstruación y (la sangre) alcanza sus ropas... ¿Cómo hace? El respondió: "Ella debe tomarla (la parte afectada) y frotar; luego debe remojarlo en agua y restregarlo y vertirle encima agua limpia. Entonces podrá hacer la oración vistiendo esa ropa".

 

171. Áisha relató: Fátima bint Abi Hubaish vino ante el Profeta (P y B) y dijo:

¡Mensajero de Dios! Soy una mujer que sufre de una permanente hemorragia uteri­na y no llego a limpiarme (de la sangre). ¿Debo dejar la oración? El mensajero de Dios (P y B) respondió: "No. Esto es de los vasos sanguíneos; no es la menstruación. Cuando te venga la menstruación dejas la oración; cuando termine te lavas la san­gre y luego rezas. Luego haces la ablución para cada oración hasta que te venga la siguiente menstruación".

 

L - LAVAR EL SEMEN Y FROTARLO

 

172. Aisha relató: Solía lavar el semen de la ropa del Profeta (P y B) y el iba a la oración con los rastros del agua (aún visibles) en su ropa.

 

LI - LA ORINA DEL CAMELLO, DE LAS BESTIAS, DE LAS OVEJAS Y LOS ESTABLOS

 

173. Anas relató: Algunas personas de la tribu de Ukal o la de Uraina vinieron a Medina y su clima no les sentó bien. El Profeta (P y B) les mandó que vayan a la mana­da de camellos y que beban de su leche y su orina. Fueron allí y cuando recuperaron la salud mataron al pastor del Profeta (P y B) y se llevaron los camellos. La noticia llegó (a los musulmanes) al principio del día. El Profeta (P y B) mandó que se les persiga. Al mediodía fueron capturados y traídos de vuelta. El Profeta (P y B) mandó que se les corte las manos y los pies y se les perfore los ojos con hierro candente. Se los dejó en Al Harra y cuando pidieron agua nadie se las dio. Abi Quilába añadió:

Estas personas cometieron asesinato, robo, apostasía y combatieron contra Dios y su Mensajero (P y B).

 

174. Anas relató: El Profeta (P y B) solía rezar y antes de que se construya la mez­quita, en los corrales de la ovejas.

 

LII - LA INMUNDICIA QUE CAE EN LA MANTECA Y EN EL AGUA

 

175. Maym'ina relató que el Profeta (P y B) fue preguntado sobre un ratón que cayó en manteca. Respondió: "Sacad al ratón y la manteca alrededor de él y echa­dlos. Y comed vuestra manteca".

 

176. Abu Huraira relató que el Profeta (P y B) dijo: "Toda herida que el musul­mán sufre en la causa de Dios aparece en el Día de la Resurrección en su forma original al ser causada. Y saldrá de ella sangre; con el color de la sangre y el aroma del almizcle".

 

LIII - ORINAR EN AGUA ESTANCADA

 

177. Abu Huraira relató también que el Profeta (P y B) dijo: "No orinéis en el agua estancada que no corre (pues) después os bañaréis en ella".

 

LIV - SI SE PONE UNA INMUNDICIA O CARROÑA SOBRE LA ESPALDA DEL ORANTE, ESTO NO ANULA SU ORACIÓN

 

178. Abdullah bin Masúd relató que el Profeta (P y B) estaba rezando cerca de la Kaaba mientras Abú Yahl y sus compañeros se sentaban cerca. Uno de ellos dijo a los demás: ¿Quién de vosotros es capaz de traer las tripas del camello de tal tribu para ponérselas en la espalda a Muhammad cuando se prosterne? El más infeliz de ellos se levantó y fue a traerlas. Esperó hasta que Muhammad se prosternó y se la puso encima, entre los hombros. Dijo: Yo lo vi todo pero no pude hacer nada. ¡Si tan solo hubiese tenido gente conmigo para resistirlos!. Ibn Masúd añadió: Se pusieron a reír y se apoyaban unos en otros. El Profeta (P y B) estaba prosternado y no levantó la cabeza hasta que Fátima vino y le retiró de encima las tripas; entonces, él se in­corporó y dijo: "¡Oh Dios! ¡Castiga a Quraysh!" Esto afectó fuertemente a Abu Yahl y sus compañeros, pues ellos creían que las oraciones en ese lugar eran respondidas por Dios. El Profeta luego empezó a mencionarlos por sus nombres: "¡Oh Dios! ¡Cas­tiga a Abú Yahl! ¡Castiga a 'Utbah bin Rabi'a! Y a Shayba bin Rabi'a y a Al Walid bin 'Utba y Umayya bin Jalaf y Uqba bin Abi Muit" Y mencionó a un séptimo que el transmisor del hadiz olvidó. Y añadió: ¡Por Dios, que tiene mi alma en Su mano! Vi los cuerpos, de quienes maldijo el Mensajero de Dios (P y B) caídos en uno de los pozos de Badr.

 

LV - ESCUPIR O SOPLARSE LA NARIZ O ALGO SIMILAR EN LA ROPA

 

179. Anas relató que el Profeta (P y B) una vez escupió en sus ropas.

 

LVI - LA MUJER QUE LAVA LA SANGRE DEL ROSTRO DE SU PADRE

 

180. Abú Házim relató que Sahí bin Sa'd As Saidi fue preguntado por la gen­te: ¿Cómo se curó de las heridas el Profeta (P y B)? Sahí respondió: No queda nadie que sepa de ello tanto como yo. Alí traía agua en su escudo y Fátima lavaba la san­gre en su cara. Entonces, tomó un poco de paja y se la quemó. Y con las cenizas se cubrió la herida.

 

LVII - EL SIWÁK*

 

* El siwák es un cepillo para limpiar los dientes. Los árabes solían hacerlos del árbol del Arak.

181.Abu Musá dijo: Fui ante el Profeta (P y B). Lo encontré limpiándose los dien­tes con un siwák en su mano. Decía: "...U... u..." como si estuviese teniendo arca­das, mientras el siwák estaba en su boca.

 

182. Hudhayfa relató: Cuando el Profeta (P y B) se levantaba durante la noche, se limpiaba la boca con el siwák.

 

LVIII - DAR EL SIWÁK A LA PERSONA MAYOR

 

183. Ibn Omar dijo: El Profeta (P y B) dijo: "Soñé que me estaba limpiando los dientes con un siwák y dos hombre vinieron a mi, uno era mayor que el otro. Yo le di el siwák al menor. Se me dijo que se lo dé al mayor y así lo hice".

 

LIX - LA EXCELENCIA DE QUIEN VA A DORMIR CON ABLUCIÓN

 

184. Al Bara' bin 'Azib dijo: El Profeta (P y B) dijo: "Si te vas a acostar, haz la ablución que haces para tus oraciones; luego recuéstate sobre tu lado derecho; lue­go di: '¡Oh Dios! Me entrego a Ti; encomiendo a Ti todos mis asuntos y dependo de Ti para que me bendigas con temor y con esperanza. No hay escapatoria de Ti ni refugio de Ti sino en Ti mismo. ¡Oh Dios! Tengo fe en Tu Escritura, la cual revelaste y en tu Profeta que enviaste. Y si mueres en la noche, morirás, pues, en la fe natural (al fitra). Haz que estas sean tus últimas palabras en la noche". Al Bará' añadió que se las repitió al Profeta (P y B): Pero, cuando llegué a: ...Y en Tu Mensajero... él me corrigió y me dijo: .. Y en tu Profeta que enviaste...'.

 

5. LIBRO DEL GUSL (EL BAÑO)

 

I - REALIZAR LA ABLUCIÓN ANTES DEL BAÑO

 

185. Aisha relató: Cuando el Profeta (P y B) tomaba su baño por la yanaba* empezaba por lavarse la manos; luego hacía la ablución, como la bacía para la ora­ción. Luego, introducía sus dedos en el agua y con ellos se frotaba las raíces del cabello. Luego se vertía agua sobre la cabeza tres veces y luego se la vertía sobre todo su cuerpo'.

* Yanába; ar. algo que aleja. Es un estado que impide la realización de varios rituales de adoración, especialmente el salat. Es causada por las relaciones sexuales, la eyaculación y el contacto entre órganos sexuales masculinos y femeninos.

 

186. Maymuna, esposa del Profeta (P y B), dijo: El Mensajero de Dios (P y B) se hizo la ablución como para la oración, excepto que no se lavó los pies. Se lavó la eyaculación de sus genitales y otras partes alcanzadas por los fluidos. Luego se echo agua encima. Luego retiró sus pies del lugar del baño y los lavó. Así era su baño de la yanába.

 

II - EL BAÑO DE UN HOMBRE JUNTO CON SU ESPOSA

 

187. Aisha relató: Yo y el Profeta (P y B) solíamos tomar baño de un solo reci­piente llamado faraq'.

 

III - BAÑÁNDOSE CON UN SOLO SA' O ALGO APROXIMADO (DE AGUA)

 

188. Aisha relató que fue preguntada sobre el baño del Profeta (P y B). Ella pidió un recipiente que contenía aproximadamente un sá' (de agua). Se bañó y se vertió agua sobre la cabeza. Todo esto mientras había una cortina entre ella y la persona que preguntó.

 

189. Yábir bin Abdullah relató que un hombre le preguntó sobre el baño. Yábir le dijo: Te basta con un sá' (de agua). Un hombre dijo: 'A mi no me basta'. Yábir dijo: Un sá' fue suficiente para quien tenía más cabello que tú y era mejor que tu (se refería al Profeta (P y B). Luego se puso su túnica y les dirigió en la oración.

 

IV - VIRTIÉNDOSE AGUA TRES VECES SOBRE LA CABEZA

 

190. Yubayr bin Mutim relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: "Yo, me vierto agua tres veces sobre la cabeza". Y señaló con ambas manos.

 

V - QUIEN INICIA (EL BAÑO) PERFUMANDOSE CON HILAB O ALGÚN OTRO PERFUME

 

191. Aisha relató: El Profeta (P y B) solía bañarse de la yanába; entonces pedía algo como el hilab (crema suavizante), lo tomaba en la palma de su mano y empe­zaba (a frotárselo) por la parte derecha de su cabeza, y luego la izquierda y luego se frotaba el centro de la cabeza con ambas manos.

 

VI - REPITIENDO EL ACTO SEXUAL

 

192. Aisha relató: Le puse perfume al Mensajero de Dios (P y B). Luego fue a visitar a todas sus mujeres. En el amanecer, se vistió el ihrám y aún emitía su cuerpo el aroma del perfume (que yo le puse).

 

193. Anas relató: El Profeta (P y B) solía visitar a todas sus mujeres..., de día o de noche, y ellas eran once - en otra ocasión relató: Eran nueve ...

 

VII - QUIEN SE PERFUMA Y LUEGO TOMA EL BAÑO

 

194. Aisha dijo: Aún me parece ver el brillo del perfume en el centro del cabello del Profeta (P y B) cuando él estaba en estado de ihram.

 

VIII - FROTARSE PROFUNDAMENTE EL CABELLO DURANTE EL BAÑO

 

195. A¡sha dijo: Cuando el Mensajero de Dios (P y B) se bañaba por la Yanába empezaba lavándose ambas manos; luego se hacía la ablución como para la ora­ción. Luego se frotaba la cabeza con sus dedos entre sus cabellos; hasta que creía que el agua había alcanzado todo su cuero cabelludo. Luego, se echaba agua sobre su cabeza tres veces. Luego se lavaba el resto de su cuerpo.

 

X - SI ALGUIEN RECUERDA DENTRO DE LA MEZQUITA QUE ESTA EN YANÁBA DEBE SALIR (A BAÑARSE) Y NO HARÁ EL TAYAMMUM

 

196. Abu Huraira dijo: Se hizo el llamado para iniciar la oración (al iqáma) y las filas de los Orantes se habían ordenado. El mensajero de Dios (P y B) salió a noso­tros; sin embargo, cuando estuvo en su lugar de oración, recordó que estaba aun en estado de yanába. Nos dijo: "Quedaos en vuestros lugares". Luego fue a bañarse. Después salió a nosotros con su cabeza goteando agua; pronunció el takbir y reza­mos con él.

 

XI - QUIEN SE BAÑA DESNUDO EN SOLITARIO.

 

197. Abu Huraira relató que el Profeta (P y B) dijo. "Las gentes de Israel solían bañarse desnudos y juntos, mirándose unos a otros. Sin embargo, Moisés se bañaba solo. Entonces los israelitas dijeron: ¡Por Dios! Lo que impide que Moisés se bañe con nosotros es que tiene una hernia escrotal'. En una ocasión Moisés fue a bañarse y puso sus ropas sobre una piedra. La piedra huyó con las ropas de Moisés y él salió persiguiéndola, mientras gritaba: '¡Mi ropa! ¡roca! ¡mi ropa! ¡roca!' Hasta que los is­raelitas vieron a Moisés y dijeron: '¡Por Dios! Moisés no tiene enfermedad alguna. Moisés recuperó sus ropas y empezó a golpear a la piedra" Abu Huraira agregó:

¡Por Dios! Aún hay seis o siete marcas en la piedra por la fuerza de tales golpes.

 

198. Abu Huraira relató que el Profeta (P y B) dijo: "Mientras Ayyúb (Job) se ba­ñaba desnudo, unos saltamontes de oro empezaron a caer sobre él. Ayyúb empezó a recolectarlos en su ropa. Entonces, su Señor le dijo: ¡Ayyub! ¿No te he dado ya suficiente para que no necesites recolectarlos?» Ayyub respondió: ¡Si! ¡Por tu Glo­rioso Poder! ¡Pero no puedo dejar de procurar Tu Bendición!".

 

XI - PONERSE A CUBIERTO DE LA GENTE DURANTE EL BAÑO

 

199. Umm Háni bint Abi Tálib relató: Fui ante el Mensajero de Dios (P y B) el año de la conquista de Makka y le encontré tomando un baño mientras Fátima lo cubría. El Profeta (P y B) preguntó: "¿Quién es?" Respondí: Soy Umm Háni.

 

XII - SOBRE EL SUDOR DE QUIEN ESTA EN YANÁBA Y QUE EL CREYENTE NO SE HACE IMPURO

 

200. Abu Huraira relató: Me encontré con el Profeta (P y B) en una de las calles de Medina. Yo estaba, en ese momento, en estado de yanába; por ello, me alejé del Profeta (P y B) y corrí a bañarme. Cuando volví, el Profeta (P y B) me dijo: "¡Abu Huraira! ¿Dónde estuviste?" Respondí: Estaba en yanába; así es que me disgustó sentarme contigo mientras estaba impuro. El Profeta (P y B) dijo: "¡Subhána Allah!* El creyente nunca se pone impuro" ¡Creyentes Los asociadores son mera impureza. ¡Que no se acerquen, pues, a la Mezquita Sagrada después de éste su año! Si teméis escasez, Dios os enriquecerá por favor Suyo, si quiere. Dios es Omnisciente, Sabio (Sagrado Corán 9:28).

* Alabado sea Dios

 

XIII - QUIEN ESTA EN YANÁBA PUEDE DORMIR SI HACE LA ABLUCIÓN

 

201. Omar Ibn Al Jattáb dijo: Pregunté al Mensajero de Dios (P y B): ¿Puede uno de nosotros dormir estando en yanába? El respondió: "Si, si se hace la ablución, puede dormir en yanába".

 

XIV- SI HAY CONTACTO ENTRE LOS GENITALES DEL HOMBRE Y LA MUJER

 

202. Abú Huraira relató que el Profeta (P y B) dijo: "Cuando un hombre se sitúa entre los cuatro miembros de la mujer y se da la penetración, el baño se hace obli­gatorio".

 

6. EL LIBRO DE LA MENSTRUACIÓN

 

I - LA MENSTRUACIÓN ES ALGO QUE DIOS DETERMINO PARA LAS MUJERES

 

203. Aisha dijo: Salíamos con la única intención de realizar el peregrinaje; pero, cuando llegué a Sarif, me llegó la menstruación. El Mensajero de Dios entró a visi­tarme y me vio llorando. Me dijo: "¿Qué te pasa? ¿Estás menstruando?" Dije: ¡Si! Me dijo: "Esto es algo que Dios determinó para las mujeres. Haz lo que hace el pere­grino excepto que no realizarás el tawáf (alrededor de la Kabaa)" Áisha añadió: El Mensajero de Dios (P y B) sacrificó vacas como ofrendas por sus esposas.

 

II - LA MUJER MENSTRUANTE QUE LAVA LA CABEZA DE SU MARIDO Y LO PEINA

 

204. Aisha relató: Solía peinar el cabello del Mensajero de Dios (P y B) mientras estaba menstruando.

 

205. Aisha añadió que, cuando el Profeta (P y B) estaba en itikáf (94) en la mez­quita, le acercaba su cabeza, estando ella en su habitación, para que lo peine, mien­tras ella menstruaba.

* Itikáf: Es el retiro en la mezquita por algunos días, generalmente durante los últimos diez días del mes de Ramadán. El hombre o mujer en esta situación sólo salen de la mezqui­ta para hacer sus necesidades.

 

III - RECITAR EL CORAN MIENTRAS SE ESTA APOYADO EN EL REGAZO DE LA ESPOSA

 

206. Aisha relató: El Profeta (P y B) solía apoyarse en mi regazo y recitar versos del Corán mientras yo menstruaba.

 

IV - USANDO LA PALABRA NIFAS PARA LA MENSTRUACIÓN

 

207. Umm Salama* relató: Mientras yo estaba acostada junto al Profeta (P y B) bajo una manta de lana, me empezó a bajar la menstruación. Yo me salí (del lecho) y me vestí las ropas que solía usar durante la menstruación. El Profeta (P y B) me preguntó: "¿Te vino al nifás (la menstruación)?" Dije: Si. Entonces me llamó y me acosté junto a él bajo la manta.

* Umm Salama. Una de las primeras musulmanas de Makka; esposa de Abu Salama, primo del Profeta (P y B). Cuando enviudó pensó que no encontraría a alguien mejor que Abu Salama, pero Dios le tenía preparado algo grande: el Mensajero de Dios (P y B) la pidió en matrimonio. Fue la última de las esposas del Profeta (P y B) en morir; falleció poco des­pués de la muerte de Al Husayn Ibn Alí. Relató más de 300 hadices y sabía mucho de fiqh.

 

V - ACARICIANDOSE CON UNA MUJER MENSTRUANTE

 

208. Aisha relató: El Profeta (P y B) y yo solíamos tomar baño de un mismo reci­piente cuando estábamos en yanába. Durante mi menstruación, él me mandaba vestir una falda (izár) y me acariciaba. Cuando el se enclaustraba en (itikáf), solía acercar su cabeza a mi y yo se la lavaba cuando estaba menstruando.

 

209. Abdu Rahmán bin Al Aswad relata que su padre dijo que Aisha dijo: Cuan­do el Mensajero de Dios deseaba acariciar a alguna de nosotras, estando en la men­struación, solía ordenarle que vista el izár y entonces empezaba a acariciarla. Aisha añadió: ¡Ninguno de vosotros podrá controlar sus deseos como los controla­ba el Profeta (P y B)!

 

VI - LA MUJER MENSTRUANTE DEJA EL AYUNO

 

210. Abú Sa¡d Al Judri dijo: El Mensajero de Dios salió a nosotros, un día de Id al Adha o Id al Fitr (la festividad del Sacrificio o la del Desayuno), en el oratorio. Cuan­do pasó frente alas mujeres les dijo: "¡Mujeres! ¡Dad limosna! Pues se me ha mostra­do que sois la mayoría de la gente del Infierno". La mujeres dijeron: ¿Porqué Men­sajero de Dios? El dijo: "Por que maldecís frecuentemente y sois ingratas con vues­tros esposos. No he visto gente tan disminuida en el raciocinio y en la práctica reli­giosa que sean capaces de perder a un hombre precavido y sensible corno lo hacen algunas de vosotras". Dijeron: ¿Y por qué somos disminuidas en el raciocinio y en la práctica religiosa Mensajero de Dios? El dijo: "¿Acaso no equivale el testimonio de la mujer a solo medio testimonio del hombre?" Dijeron: Claro que sí. El dijo: "Pues eso es muestra de que sois disminuidas en el raciocinio ¿Y acaso no dejan de rezar y ayunar cuando están menstruando?" Dijeron: Claro que sí. Les dijo: "Pues eso es muestra de que sois disminuidas en la práctica religiosa".

 

VII - EL ITIKAF DE LA MUJER QUE PADECE DE HEMORRAGIA UTERINA

 

211. Aisha relató: En cierta ocasión el Profeta (P y B) hizo el itikáf con alguna de sus esposas, ella sufría de hemorragias uterinas; veía la sangre brotar y solía ponerse un plato debajo para recibir la sangre.

 

VIII - LA MUJER SE PERFUMA DESPUES DE TOMAR EL BAÑO AL SALIR DE LA MENSTRUACIÓN

 

212. Umm Atiya relató: Se nos prohibió llorar a un difunto por más de tres días, excepto un marido, por el cual se puede cuatro meses y diez días. (Durante ese tiem­po) no podemos usar kohl * en nuestros ojos, ni podemos usar perfume ni vestir ropas coloridas, excepto vestidos hechos de 'asb **. Si se nos permitía usar el kust azfar *** al momento de tomar el baño después de cada menstruación. También se nos prohibió acompañar los cortejos fúnebres.

* Es un polvo que da un color azulado o negro a los bordes de los ojos.

** Una tela Yemenita muy gruesa y áspera.

*** Perfumes de aroma leve.

 

IX - LA MUJER DEBE PROTARSE CUANDO SE PURIFICA DE LA MENSTRUACIÓN

 

213. Aisha relató: Una mujer preguntó al Profeta (P y B) sobre su baño después de la menstruación. El le instruyó cómo hacerlo; le dijo: "Toma un paño untado de almizcle y te purificas con él". Ella preguntó: ¿Y cómo me purifico con él? El dijo: "¡Subhána Allah! ¡Purifícate!". Aisha agregó: La atraje hacia mí y le dije: Frotas el rastro de la sangre con el paño.

 

X - LA MUJER SE PEINA CUANDO TOMA EL BAÑO (PURIFICATORIO) DE LA MENSTRUACIÓN

 

214. Aisha relató: Asumí el ihrám junto con el Mensajero de Dios (P y B) para la Peregrinación de despedida (hiyyat ul wadá). Fui de las que decidieron hacer hayy tamattu * y no llevaron consigo sus ofrendas (hadyí). Luego relató que le vino la menstruación y no se había purificado aún cuando llegó la víspera del día de Arafa. Entonces dijo: ¡Mensajero de Dios! Estamos en la víspera de Arafa y yo ya decidí hacer el hayy tamattu. El Mensajero de Dios le dijo: "Desata tu peinado, péinate de nuevo y pospón tu umra". Aisha agregó: Así lo hice. Y cuando terminé con los ritos del Hayy, (el Profeta (P y B)) ordenó a mi hermano Abdo Rahmán que me lleve a Al Tanim para que haga una umra por la que yo había decidido hacer en el hayy tamattu.

* Forma de peregrinaje donde el peregrino hace umra y hayy por separado.

 

XI - LA MUJER SE SUELTA EL CABELLO CUANDO TOMA EL BAÑO POST MENSTRUAL

 

215. Aisha relató: Salimos con la intención de hacer el hayy cuando salió la luna nueva del mes Dhul Hiyya. El Mensajero de Dios (P y B) dijo: "Quien quiera vestir el ihrám con intención de hacer umra (y luego hayy) que lo haga; si yo no hubiese traído conmigo mi ofrenda (hady) hubiese hecho la intención para umra (hayy ta­mattu)". Así pues, algunos hicieron la intención de hacer primeramente umra y otros hicieron la intención de hayy exclusivamente (hayy ifrád).... Luego mencionó su menstruación, dijo: El Profeta (P y B) envió a mi hermano Abdu Rahmán con­migo a Al Tanim y allí asumí el ihrám para la umra. No tuve que presentar ofrenda, ni ayuno ni dar limosna alguna.

 

XII - LA MENSTRUANTE NO DEBE REPONER LA ORACIÓN (PERDIDA)

 

216. Muádha relató: Una mujer consultó a Aisha: ¿Debo reponer las ora­ciones que no hice durante mi menstruación? Aisha le dijo: ¿Eres Haruría? Solíamos menstruar en días del Profeta de Dios (P y B) y él no nos mandaba hacer­lo - o dijo no lo hacíamos-.

 

XIII - DURMIENDO JUNTO A (LA ESPOSA) MENSTRUANTE CON SUS ROPAS

 

217. Umm Salama relató: Mientras yo estaba acostada con el Profeta (P y B) bajo una manta de lana, me empezó a bajar la menstruación... (hadiz Nro. 207) y agregó:

El Profeta (P y B) solía besarme mientras ayunaba.

 

XIV - ASISTENCIA DE LAS MENSTRUANTES A LOS DOS 'ID

 

218. Umm Atiya dijo: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir, "Saldrán las virge­nes, las maduras y las menstruantes; para que asistan a las buenas obras y las plega­rias de los creyentes. Sin embargo, las menstruantes estarán retiradas del oratorio (musalla)". Se le dijo: ¿Las menstruantes? Ella respondió: ¿Acaso no asisten a Ara­fa y a tal y a tal?.

 

XV - LAS SECRECIONES AMARILLENTAS FUERA DEL TIEMPO DE LA MENSTRUACIÓN

 

219. Umm Atlya dijo: Nunca consideramos el flujo intermestrual como parte de la menstruación.

 

XVI - LA MUJER QUE MENSTRUA DESPUES DE TAWAF AL IFADA *

 

220. Aisha, esposa del Profeta (P y B), relató que dijo al Mensajero de Dios (P y B):

¡Mensajero de Dios! Safiyya bint Huyay empezó a menstruar. El Mensajero de Dios (P y B) le dijo: "Tal vez nos retrase... ¿Hizo el tawáf con vosotras?" respondimos: "Si". Entonces, él le dijo que vaya saliendo (de la mezquita).

* Uno de los pilares rituales del Peregrinaje. Son siete vueltas circunvalares a la Kaaba.

 

XVII - LA ORACIÓN FÚNEBRE POR UNA MUJER FALLECIDA (DURANTE O DESPUES DEL PARTO)

 

221. Samura bin Yundab relató que el Profeta (P y B) dirigió las oraciones fúne­bres por una mujer que falleció al dar a luz y el se paró frente a la mitad de su cuerpo.

 

XVIII

 

222. Maymúna, esposa del Profeta (P y B), relató que cuando ella estaba con la menstruación no hacía la oración; pero sí solía sentarse al lado de la mezquita de Mensajero de Dios (P y B) mientras el rezaba sobre su tapete. Cuando él se proster­naba solía tocarla con sus ropas.

 

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