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Tras los pasos del Bien-amado

 

Episodio 18: La batalla de Badr

 

En el nombre de Al·lâh, el Más Compasivo, el Muy Misericordioso. Los Rezos y la Paz de Al·lâh sean dirigidos a su mensajero (SAAWS) [1].

Ayer fue el aniversario de la batalla de Badr, y hoy hablaremos de dicha batalla. Esta batalla ocurrió el viernes 17 de Ramadán del segundo año después de la emigración.

Cuando el Profeta (SAAWS) llegó a Madina, se enfrentó a muchos desafíos: Los emigrantes de Makka que abandonaron a sus familias, hogares y posesiones se quedaron sin hogar y sin trabajo en Madina. La naturaleza del trabajo en Madina (la agricultura) era diferente del trabajo que ejercían en Makka (comercio). Por lo que su estado financiero empeoraba y ellos se empobrecían. Muchos de los emigrantes pobres fueron llamados "Ahlul-Soffa" debido a su miseria. El Profeta (SAAWS) les asignó un lugar pequeño en la mezquita, donde podían vivir hasta que tuvieran mejor alternativa. Además, las costumbres de los habitantes de Madina así como el clima y la atmósfera eran totalmente diferentes. Los emigrantes se sintieron solos y extranjeros fuera de su patria.

En cuanto a los Ansâr (musulmanes de Madina), había rivalidad entre las dos tribus "Aws" y "Khazrall" incluso después de haber abrazado el Islam. Se desafiaban mutuamente: ¿cuál de las dos tribus desempeñaría el papel principal en la nueva sociedad? Además, todavía había algunos no creyentes de Aws y del Khazrall en Madina. Mientras el poder del Islam crecía, aparecía una nueva categoría de hipócritas en la sociedad musulmana. Se declararon musulmanes, mientras les guardaban rencor a los musulmanes y los odiaban y conspiraban contra ellos. Y encima, el control de la economía de Madina ( los granos, los dátiles, los licores, la ropa) estaba en manos de tres tribus judías importantes, y hasta poseían los pozos de agua. Los judíos se sentían superiores a los árabes, porque pensaban que el último profeta sería de los suyos. Por lo tanto, cuando el Profeta (SAAWS) descendió de entre los árabes, los judíos se sintieron molestos y les manifestaron su envidia. Fuera de Madina, Qoraysh seguía desde Makka con atención los acontecimientos y considerando que la lucha no había terminado.

Para controlar y regular los asuntos internos, el Profeta (SAAWS) aplicó las tres siguientes tácticas:

1.   La construcción de la mezquita: no solamente para el culto sino también como lugar de encuentro para todos los musulmanes (emigrantes y Ansâr, Aws y Khazraj) para que sus corazones y mentes converjan y se unifiquen.

2.   El establecimiento de una fraternidad entre los emigrantes y los Ansâr: haciendo vivir a un musulmán de los emigrantes con un musulmán del Ansâr. Por lo tanto, el problema de vivienda sería solucionado para los emigrantes, los emigrantes enseñarían el Islam a los Ansâr, y así se aprendería a convivir colaborando y compartiendo.

3.   El establecimiento de una constitución con derechos y deberes de ciudadanía para los habitantes de Madina: Esto se aplicaría a musulmanes y a judíos, pues debían vivir juntos y coexistir en una nueva sociedad basada en los principios del Islam.

Por consiguiente, la sociedad comenzó a cambiar yendo en el sentido de la caridad y la bondad. La gente era muy positiva y reaccionaba positivamente a lo que el Profeta (SAAWS) proponía. Desgraciadamente, hoy en día en nuestros países mucha gente hace lo contrario. Examinemos un ejemplo de la caridad que se daba en Madina. Un emigrante pobre fue a ver al Profeta (SAAWS) pues carecía de hogar. El Profeta (SAAWS) pidió a los musulmanes que alojaran a ese hombre pobre durante esa noche. Un hombre y su esposa de los Ansâr se lo llevaron a su hogar, y empezaron a preparar la cena; lamentablemente, la comida no era suficiente, y sus hijos tenían hambre. Eran realmente pobres, pero deseaban hacer algo bueno. Tenemos que aprender que la caridad y la generosidad no son restrictivas solamente de la gente rica; cualquiera que ame el Islam lo puede hacer. Bien, la pareja pobre acostó a sus hijos sin cena, redujeron la iluminación, y colocaron la comida ante su huésped. Fingieron comer con él de modo que él lo comiera todo. Ellos lo hicieron sin proponerse decírselo a nadie porque no perseguían complacer a la gente, sino que querían ser recompensados (Zawab) por Al·lâh (SWT). Por la mañana, cuando fueron al rezo matinal, encontraron que su acto había sido revelado al Profeta (SAAWS) por una Ayah (versículo del Qor’án). Al·lâh reveló lo que se puede traducir como [... y los prefieren (los Ansâr prefieren a los emigrantes) a sí mismos, aunque ellos vivan en penuria] (TSQ 59: 9) [2]. Desearon guardarlo como un secreto, pero Al·lâh (SWT) deseó anunciarlo; desearon hacerlo fielmente por el amor de Al·lâh, y Al·lâh deseó que la noticia se propagase y que la bondad prevaleciese. Después del rezo, el Profeta (SAAWS) les dijo, “Al·lâh está satisfecho con lo que vosotros hicisteis anoche con vuestro huésped”. Al·lâh (SWT) [3] hizo esto porque la sociedad era muy pobre y necesitada, por lo tanto los valores de la bondad y de la beneficencia tenían que prevalecer.

Cuando comenzamos los proyectos de “Los Forjadores de la Vida” (recogiendo ropa y bolsas de Ramadán), algunas personas sugirieron hacerlo en secreto sin anunciar las cifras. Pues bien, el anuncio de tales actos ayuda a la gente a imitarse y por consiguiente, el bien prevalece. Al·lâh (SWT) dice lo que se puede traducir como, [en secreto y en público] (TSQ, 2:274).

A nivel económico, la sociedad era muy pobre, pero se avanzó hacia el desarrollo en todos los aspectos de la vida. En aquella época comenzó el papel y la función de los hombres de negocios. Othman Ibn-Affan, que era muy rico, compró un pozo de agua a los judíos y lo ofreció a los musulmanes como donativo. El Profeta también instaló un nuevo mercado en Madina, ya que los judíos controlaban el comercio. Ésta acción debía de preparar los hombres de negocios que acababan de convertirse al Islam y que se suponía que podían llevar la misión, por ejemplo: Abder-Rahman Ibn-Ouf. Los jóvenes también comenzaban a desempeñar un papel; setenta jóvenes de los compañeros del Profeta (SAAWS) establecieron un grupo para enseñar a Ahlul-soffa algunos oficios y profesiones (pequeños proyectos) que practicaran y llevaran a cabo de día como la tenería y la herrería. Por la noche, estos mismos jóvenes acostumbraban enseñar el Qor’án a esos grupos. Llamaron a esos 70 compañeros "los Recitadores" porque enseñaban a recitar a la gente el noble Qor’án. Para recompensar su ayuda en la resolución del problema económico en la sociedad, Al·lâh (SWT)  les ofreció a todos ellos la muerte como mártires en el mismo día. Puedes transmitir el mensaje a través de los medios de comunicación, a través del arte, o por la vía de los negocios, y éste sería considerado como una acción y un hecho importante para el Islam. ¡Hermanos y hermanas queridos!, tenemos que darnos cuenta que la bondad y la beneficencia no significan solamente donar en beneficio de orfelinatos o de la enseñanza del Qor’án.

En este periodo, los deberes y obligaciones relativos al Islam comenzaron a ser revelados. La obligación del rezo fue aplicada durante el viaje del Isrâa-wal-Mí’râj [4], pero cada rezo consistía en 2 Raka'as (unidad del rezo). Sin embargo, en Madina fueron fijados tal y como los conocemos ahora. Las formas de adoración fueron fijadas aquí porque en ese momento los musulmanes necesitaban un importante estímulo espiritual. El ayuno fue ordenado por primera vez en Madina, dos años después de la emigración. El velo religioso (Hijab) fue fijado como deber y obligación. La Zakat [5] también porque la sociedad necesitaba dinero y financiación. Fijaos que todo en nuestra religión fue revelado en el momento oportuno, justo cuando la sociedad lo necesitaba.

La creatividad también encontró salidas: la utilización del Mimbar (púlpito) fue idea de una mujer de los compañeros. Ella le dijo al Profeta (SAAWS) que para mejorar la comunicación durante sus discursos, él debía estar en un sitio más alto que los demás para ver a la gente y ser visto por todos. En cuanto al Adhán (llamada para los rezos), los musulmanes se preguntaban cómo reunir a la gente para los rezos. Querían tener un método diferente de los métodos utilizados en otras religiones. Abdullah Ibn-Zaid, uno de los compañeros tuvo un sueño donde un hombre le enseñaba las palabras del Adhan. Le contó aquel sueño al Profeta (SAAWS) y los términos de que se componía el Adhan, y el Profeta le dijo que era una buena visión. Este hombre pensaba de manera muy fuerte y profunda en el Islam, y por eso Al·lâh (SWT) lo guió hacia lo que él buscaba. Si amas el Islam y sueñas con y por él, Al·lâh (SWT) te enviará ideas. ¿Te puedes imaginar que Abdul·lâh seguirá obteniendo la retribución (Zawab) hasta el día del juicio por haberse preocupado por el Islam y haber tenido un sueño relacionado con él?. Fijaos que el Profeta (SAAWS) le pidió a Bilal que llamara a la gente para los rezos con el Adhan porque tenía una bonita voz. El Islam da mucha importancia al valor de la estética, y el Profeta quería que el Adhan fuera realizado de la mejor manera.

El Profeta (SAAWS) representaba un ejemplo y modelo para la gente de esa sociedad. Eran muy pobres y cuando uno de ellos iba a quejarse del hambre, encontraba al Profeta en el mismo estado que el suyo. El Profeta (SAAWS) siempre comió después de los demás, no comía hasta que comieran todos ellos. Pasaron meses sin que se cocinara nada en su casa, y comía principalmente dátiles y agua. Siendo tal su ejemplo, el Profeta ayudó a la gente a ser paciente. Si visitarais las casas de sus esposas veríais que son muy pequeñas, y eso sabiendo que en esa época las casas acostumbraban a ser grandes y agradables.

El Profeta Mohammad (SAAWS) también es un ejemplo del no egoísmo y de la preferencia al otro. Una vez, durante un invierno en Madina, hacía mucho frío; una mujer de los Ansâr tejió una prenda de lana para el Profeta (SAAWS). El Profeta estaba muy contento con esa prenda y la llevó puesta para el rezo del Fajr “de la aurora”. Uno de los Ansâr lo vio y dijo, "qué bonita prenda! ¿Me la darías, mensajero de Al·lâh?". El Profeta (SAAWS) se la quitó inmediatamente y se la vistió al hombre. Los compañeros le reprocharon a éste su acto. Pero el hombre contestó "no la quise debido al frío, sino para que me cubran con ella en mi sepulcro".

En cuanto a la situación fuera de Madina, el conflicto entre la verdad y la falsedad no cesó, aunque la verdad había abandonado Makka. En este periodo, es cuando las batallas y las guerras tuvieron su comienzo. Hay algo muy importante que tenemos que subrayar: en medio de los acontecimientos mundiales del momento, no nos avergoncemos del Yihâd, o de los ahadices del Profeta relativos a los mártires y a los muyahidin (combatientes por la gloria de Al·lâh). Tenemos que entender las razones del Yihad del Profeta. Recordemos las primeras palabras del Profeta (SAAWS) al entrar a Madina, "Oh gente! Prodigad y difundid la paz entre vosotros…accederéis al paraíso en paz". El Profeta odiaba derramar sangre; la cifra total de todos aquellos que murieron durante las batallas del Profeta (SAAWS) asciende a 400 personas, en 17 o 18 batallas. El Profeta (SAAWS) hubiera podido convertir tales batallas en baños de sangre, especialmente cuando conquistaba, pero no lo hizo. El Profeta (SAAWS) hizo esas guerras solamente por amor al mensaje de Al·lâh. El Profeta (SAAWS) quería que Qoraysh lo dejara difundir y comunicar su mensaje a toda la humanidad. Después de ello serían libres en su elección, porque no se puede abrazar el mensaje siendo forzado. Para el Profeta (SAAWS), irse de Makka era una solución porque en Madina se encontraba en el sitio adecuado, donde estaba a salvo y podía prodigar y comunicar su mensaje a la gente libremente. El Profeta (SAAWS) no se escapó de Makka para vivir una vida de lujo. Sin embargo, Qoraysh seguía siendo un obstáculo en el camino de la transmisión del mensaje. Las tribus árabes se negaban a oír al Profeta (SAAWS) porque tenían acuerdos y alianzas con Qoraysh, por lo que temían deteriorar sus relaciones y arruinar sus intereses con ellos. El Profeta (SAAWS) insistió en comunicar el mensaje de Al·lâh aunque tal misión lo llevara a la guerra.

El día de la batalla de Badr, Otba Ibn-Rabi'a dijo, "Oh gente de Qoraysh! Dejadme volver a Makka. Dejad Mohammad prodigar su mensaje a la gente. Si los árabes lo matan, será un alivio para vosotros. Si conquista a los árabes, entonces su Gloria y honor serán vuestros." Abu-Yahl le dijo, " ¡qué cobarde eres! ¿Dejar nuestro dinero?" otra vez el problema consistía en intereses personales: dinero, estatus, superioridad, ídolos y los acuerdos con los árabes. El Profeta (SAAWS) consideró el hecho de manera que si no había otra solución para comunicar su mensaje aparte de la guerra, combatiría aunque le costara la vida. 

Acordaos que muchos de los compañeros fueron privados de su dinero y de sus posesiones cuando se marcharon de Makka; incluso se quedaron con la casa del Profeta (SAAWS) que fue vendida. El Profeta (SAAWS) nunca hubiera dejado los derechos de esa gente, y los derechos de los que fueron asesinados como Sumaya. Uno se puede preguntar porqué el Profeta (SAAWS) no los combatió cuando estaba en Makka ¡No! el Profeta respetaba su ciudad y su sistema; respetaba los derechos y deberes de ciudadanía. Sabía que no debía y no tenía el derecho de destruir su ciudad de origen. Pero después de irse a Madina, él y Qoraysh se convirtieron en dos entidades distintas. Sobre todo, Qoraysh se preparaba para combatir al Profeta (SAAWS) de todos modos. Así pues, las guerras del Profeta no eran defensivas pero al mismo tiempo el Islam no prevalecía por la espada. Lo único que quería el Profeta (SAAWS) era que Qoraysh le diera la posibilidad y oportunidad de prodigar su mensaje a la gente y ellos se lo negaron.

Algo muy importante pasó entonces: la Qiblah (dirección hacia la cual se reza) cambió de Bait Al-Maqdis (Jerusalén) a la mezquita de Al·lâh en Makka. Es como si Al·lâh (SWT) quisiera que se centraran en Makka, porque es un lugar estratégico y el centro para todos los árabes.

El Profeta (SAAWS) empezó a preparar su ejercito para la lucha entre la verdad y la falsedad. Supo que habría una batalla con Qoraysh. El Profeta (SAAWS) pidió a sus compañeros que le prepararan un informe estadístico sobre el número de musulmanes, los que podían usar armas y aquellos que sabían leer y escribir. Quería conocer la fuerza del ejército que podía preparar, y sabía que esta religión solo se podía difundir a través del conocimiento y la educación.

El Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – también estableció un servicio de inteligencia para hacer investigaciones operativas en la península arábiga, especialmente en los caminos entre Makka y Madina. Fueron divididos en grupos pequeños conducidos por Talha Ibn-Obaidul·lâh y Said Ibnu-Zaid, el cuñado de Omar (AS). A ambos se les había  prometido entrar Al-Jannah (el  Paraíso). El Profeta les ordenó moverse en un grupo pequeño de ocho o diez personas en el camino entre Makka y Madina, conocerlo de memoria, y observar todos los movimientos que ocurren allí. Estuvieron trabajando por dos años, consiguiendo todas las noticias e informaciones posibles, pasando por todas las tribus en el camino para convencerles a que sean neutrales.

Además, el Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – envió  brigadas para moverse por el camino entre Makka y Madina, como manera de formación y en preparación para la guerra. Todas estas brigadas estuvieron formadas por emigrantes y no incluyeron ningún elemento del Ansâr,  porque los emigrantes tenían mejor conocimiento del camino.

Dos meses antes de la batalla de Badr, el Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – envió una brigada conducida por Abdul·lah Ibn-Jahsh.  El Profeta le dio una carta sellada y le ordenó abrirla después de dos días.  Después de dos días, Abdul·lah leyó la carta, en la que le mandó ir a un lugar entre Makka y Taif, un lugar muy cerca de Makka para conseguir noticias e informaciones sobre Qoraysh.  El Profeta sabía el valor de los servicios de inteligencia y la ventaja de saber la fuerza del enemigo.  El Profeta envió esta brigada en los meses inviolables (prohibidos) (en los cuales no se permite ninguna guerra) para evitar cualquier lucha con Qoraysh. El Profeta también ordenó a Abdul·lâh no forzar a sus compañeros ir con él.  Todos acordaron proceder, pero dos de ellos se perdieron y fueron capturados por Qoraysh (uno de los dos era Saad Ibn-Abi-Waqqas). Esto sucedió en el último día de Rajab, y los compañeros no sabían cómo reaccionar. Al mismo tiempo, una caravana de Qoraysh pasaba por ellos.  Los compañeros no estaban de acuerdo; algunos querían capturar dos de las caravanas de Qoraysh, y otros sentían que esto iba contra las ordenes del Profeta (SAAWS), especialmente durante el mes inviolable. La decisión final fue capturar a dos de Qoraysh por venganza.  Arrojaron una flecha que mató al líder de la caravana. Por desgracia había matado a un hombre durante el mes inviolable, y consiguieron apresar a dos cautivos antes de volver al Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él. Una vez que Qoraysh supo de este incidente, difundieron noticias relativas a que "Mohammad había matado en los meses inviolables".  El Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – estaba muy enojado con Abdul·lâh Ibnu-Jahsh, hasta que Al·lâh, Glorificado y Enaltecido sea, envió la aleya que se puede traducir como, [Te preguntan si se puede combatir durante los meses inviolables. Di: Hacerlo es grave, pero es aún más grave para Al·lâh, que se aparte a la gente de Su camino, que no se crea en Él, (que se impida el acceso a) la Mezquita Inviolable y que se expulse a los que están en ella. La oposición a la creencia es más grave que matar.
Si pueden, no dejarán de haceros la guerra hasta conseguir que reneguéis de vuestra Práctica de Adoración. Pero quien de vosotros reniegue de su Práctica de Adoración y muera siendo incrédulo... esos habrán hecho inútiles sus acciones en esta vida y en la otra, y serán los compañeros del Fuego en el que serán inmortales.
]  (TSQ 2 : 217). 

El Qor’án admitió el error cometido por los musulmanes, pero declaró que lo que hizo Qoraysh era mucho peor. Eso se aplica hoy en día al terrorismo y la violencia;  tales actos son injustificados, inaceptables e incorrectos, sin embargo, la ausencia de la justicia, la verdad y la libertad es lo que condujo a todo ello. 

La batalla de Badr fue la primera batalla entre los musulmanes y Qoraysh, y la primera victoria del Islam y de la verdad contra Qoraysh y la falsedad.  Esta batalla es muy importante en la historia, y Al·lâh, Glorificado y Enaltecido sea, la llamó "El Día de la Distinción". Al·lâh, Glorificado y Enaltecido sea, dice lo que se puede traducir como [… si es que creéis en Al·lâh y en lo que hizo que bajara sobre Su siervo el día de la Distinción*, el día en el que se encontraron las dos tropas. Y Al·lâh tiene poder sobre todas las cosas.] (TSQ 8:41). Al·lâh la llamó "Distinción" porque distinguía entre la verdad y la falsedad, entre los valores de la justicia y la equidad y los intereses personales, entre la dirección de Qoraysh y la del Profeta (SAAWS). Antes de Badr, Qoraysh controlaba todo, pero después, todos los árabes comenzaron a reconocer el nuevo poder del Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – y se sintieron atraídos para escucharle; el mensaje empezó a extenderse por todas partes.  Por lo que se convirtió en un gran cambio en la historia de la humanidad. 

Qoraysh envió una caravana al Levante conducida por Abu-Sufyán, con mil camellos y 10 mil dinares. ¡Qué cantidad de dinero! Observad que éste es el dinero de los compañeros; dinero del que habían sido privados así como de sus propiedades. Salieron de parte de ellos, 40 hombres solamente, porque Qoraysh se sentía seguro debido a sus tratados con las tribus árabes. Gracias a los servicios de inteligencia dirigidos por Said Ibn-Zaid y Talha, el Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – sabía de esa caravana. Las caravanas que venían de Levante pasaban por Madina en su camino a Makka. El Profeta dijo a los musulmanes que Al·lâh, Glorificado y Enaltecido sea, los compensará con el dinero de la caravana como contrapartida de lo que habían perdido cuando emigraron. Recordad cuando el Profeta planeó dejar Makka, él devolvió los objetos de valor y el dinero que le habían confiado a él sus dueños. ¿Por qué no los tomó para compensar los derechos de los musulmanes que fueron requisados por Qoraysh? ¿Eso no es una contradicción? ¿ Cómo podría ahora pensar en atacar la caravana para tomar el dinero? El Profeta se le había confiado mantener los objetos de valor y el dinero en Makka, y sabía que por ética ésta confianza no podía ser traicionada.  Además, el Profeta era entonces un miembro de esa sociedad, y según el código de la ciudadanía, el Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – no podía pensar nunca en dañar a su sociedad. Pero ahora, como entidad separada, el Profeta decidió recuperar los derechos de los musulmanes que fueron requisados anteriormente por Qoraysh.

El Profeta también quería advertir a Qoraysh de que podría obstruir las rutas por las que comerciaban y viajaban, así que sería mejor para ellos dejarle comunicar con la gente para trasladar su mensaje, en vez de hacer la guerra. Es como si estuviese diciéndoles que él no quería luchar. Sin embargo, Qoraysh era obstinada. El ejército del Profeta constaba de 313 compañeros. Abu Sufyan sabía que el Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – estaba preparando un ejército, y envió Amr Ibn-Damdam para decir a Qoraysh que el Profeta planeaba atacar la caravana. Ése hombre rasgó sus ropas y se manchó con sangre antes de entrar a Makka. Entró a Makka gritando "!socorro!, ¡socorro!, ¡qué desastre!, ¡qué desastre."  Simuló que el Profeta Mohammad había atacado la caravana de Qoraysh y se había apoderado de la mercancía, aunque no había sucedido nada de eso todavía.  Abu-Yahl juró que iban a luchar contra el Profeta esa misma noche, y preparó un ejército a  toda prisa.

Tres días antes de eso, Aateqa, la tía del Profeta que vivía en Makka tuvo un sueño en el que un hombre llamaba a la gente  de  Makka " ¡O gente de traición!  Vuestro fin será después de tres días.", y después lanzó algo de polvo que fue dispersado en todas las casas de Makka.  Ella sabía que esto significaba que algo malo iba a suceder en la ciudad, y lo dijo a su hermano Al-Abbas, quien se lo contó a Al-Walid-Ibn-Otba. La noticia se difundió, y Abu-Yahl empezó a burlarse de Al-Abbas. Juró que si después de tres días nada sucediera, colgaría un documento en la Ka'ba declarando que Bani Hashim son los peores mentirosos entre los árabes.

Así pues, cuando Amr Ibn-Damdam llegó con las noticias, el ejército fue preparado de inmediato. Constaba de 950 combatientes, 200 de los cuales iban montados en caballos, mientras que los restos iban en camellos. 100 camellos adicionales fueron llevados para alimentar al ejército. El Profeta iba al encuentro de la caravana y no planeaba combatir.  Llevaba solamente 313 combatientes con dos caballos y 70 camellos para montar. Cada tres personas compartiendo un camello. La distancia era de 150 kilómetros, y cada uno de los tres iba montado 1/3 (un tercio) de la distancia mientras que los otros 2/3 iba a pie. El Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – se turnaba con Ali Ibnu-Abi-Talib y otro compañero. Ali y el otro compañero eran jóvenes, por lo que propusieron caminar y dejar al Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – montar a camello, pero el Profeta rechazó porque estaba deseoso de obtener Zawab (retribución)… Queridos hermanos, debéis ser ambiciosos como el Profeta en su aspiración para obtener Zawab. 

Abu Sufyan cambió la dirección de la caravana tomando otra ruta lejos de Madina. Entonces, envió a Qoraysh para informarles que la caravana estaba a salvo. Todos los líderes de Qoraysh, especialmente Utba Ibn-Rabi'a, quisieron volver y no luchar. Pero Abu-Yahl se opuso, ya que quería que los árabes supieron que Qoraysh seguía siendo fuerte (poderosa) y dominante. 

Observad que había dos hombres que no fueron con el ejército de Qoraysh: Abu-Lahab y Omaya Ibn-Khalaf. Abu-Lahab tenía miedo, y alquiló a un hombre para sustituirlo en el ejército.  No obstante, estaba destinado a morir en Makka. Estaba golpeando a un criado joven de Al-Abbas, cuando la criada de éste lo golpeó con una pieza de hierro en su cabeza. Como consecuencia, padeció de una enfermedad de la piel, y su piel comenzó a caer hasta que  murió. Su gente temía acercársele debido a la infección, y en vez de enterrarlo derrumbaron la casa sobre su cadáver. En cuanto a Omaya, él es quien torturaba a Belal. Una vez, mientras le estaba torturando, Belal le dijo, "El Mensajero de Al·lâh nos dijo que te vamos a matar." Omaya lo creyó y preguntó si sucedería en Makka o fuera de ella, pero Belal no sabía. Tenía verdadero terror a ir a la guerra. El amigo de Abu-Yahl se burló de él por su miedo y cobardía, así que él se fue con Qoraysh y fue abatido en la batalla. 

Había dos hombres que fueron forzados a ir a luchar con Qoraysh: Al-Abbas Ibn-Abdel-Muttalib, el tío del Profeta, y Abul-Aas Ibnu-Rabi', el yerno del Profeta. Abul-Aas todavía vivía con Zeinab, la hija del Profeta, en Makka. Observad que entonces, la prohibición de la unión entre mujeres musulmanas y hombres no-Musulmanes todavía no había sido revelada. Abul-Aas fue forzado a luchar con Qoraysh contra el Profeta para que no se considerara un cobarde. 

El ejército del Profeta incluía emigrantes y Ansâr.  El acuerdo entre el Ansâr y el Profeta indicaba que lo debían defender dentro de Madina, pero esta batalla se iba a desarrollar fuera de Madina. El Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – respetó los límites del acuerdo, y así buscó humildemente el consejo de los combatientes. No se lo pidió a Al-Ansâr directamente porque no quería ponerlos en aprieto. Algunos compañeros de los emigrantes hablaron mostrando un apoyo entusiasta, pero él esperaba que se pronunciaran Al-Ansâr.  Finalmente, Saad Ibn-Moaz, el líder de la tribu de Aws, habló. Como sabía que el Profeta estaba preocupado por el apoyo de Al-Ansâr, dijo al Profeta que iban a luchar con él hasta el último aliento e ir con él adonde él fuera. Dijo al Profeta que podía tomar de su dinero lo que deseara, llevar a cabo la paz con quien él quisiera, o hacer la guerra contra quien deseara, y en todos los casos los encontraría cumplidores, leales, y comprometidos hasta que quede satisfecho con ellos. Hablando de nosotros… ¿Podemos decir tales palabras?.

¿Podemos prometer al Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – que quedará satisfecho con nosotros en el Día del Juicio?

El Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – adoptó una estrategia innovadora.  Qoraysh estaba acostumbrada a la técnica del ataque y vuelo; sin embargo, el Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – organizó el ejército entero en una larga fila, ocultando otra fila de arqueros detrás de ellos. Cuando Qoraysh atacara, los arqueros tirarían sus flechas confundiendo a los combatientes enemigos. 

El Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – quería estimar la fuerza del ejército de Qoraysh. Envió a Ali Ibn-Abu-Talib y a Az-Zubair Ibn- Al-Awwam como equipo de investigación.  Capturaron a  un criado que era responsable de proporcionar el agua al ejército de Qoraysh.  Lo golpearon hasta que confesó, falsamente, que era un miembro de la caravana de Abu-Sufyan y no del ejército, porque esto es lo que querían creer.  El Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – les dijo, "¡Lo golpeáis cuando os dice la verdad, y  lo dejáis cuando os  miente!" . Entonces le preguntó, "¿cuánta gente está en el ejército de Qoraysh?"  El hombre contestó, "no tengo ninguna idea."  El Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – entonces le preguntó "¿cuántos camellos llegan a sacrificar?"  El hombre contestó "a veces nueve y a veces diez."  El Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – dedujo, "El ejército oscila entre 900 y 1000 efectivos."  ¡Notad cómo el Profeta, analfabeto, podía calcularlo! El Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – entonces le preguntó, "¿Quién está en el ejército?"  El hombre contestó que todos los jefes de Qoraysh estaban allí. 

Los compañeros del Profeta tenían miedo porque sabían que su poder (fuerza) no era equiparable con la de Qoraysh.  Para animarlos, el Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – dijo inmediatamente "¡Al·lâh es el más grande!  Qoraysh os ha dado los mejores de sus hijos."  Observad cuánto le importó al Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – la inteligencia y la preparación como dos factores cruciales de la guerra.

El Qor’án habla de la batalla en un versículo que se puede traducir como [Cuando os encontrabais en la vertiente más próxima, y ellos en la más alejada] (parte de TSQ 8:42). (Más Próxima: más próxima de Madina). El ejército musulmán estaba parado en Al-‘Udwat Addunyâ (la vertiente más cercana a Madina) y el ejército de Qoraysh estaba parado en  Al-‘Udwat Al-Quswâ (la vertiente más alejada). Los dos ejércitos no podían verse, y la zona entre ellos se convirtió en el campo de batalla. La caravana de Abu-Sufyan se encontraba muy lejos del campo de batalla.  [... quedando la caravana debajo de vosotros] (parte de TSQ 8:42). [... Si hubierais querido acordar una cita, no os habríais puesto de acuerdo sobre el lugar de encuentro; sin embargo fue así para que Al·lâh llevara a término un mandato que ya estaba decidido]  ( parte de TSQ 8: 42).

¿Cuál es la significación de los lugares de los dos ejércitos?  ¡Mirad este milagro! Se pone a llover y la naturaleza de la tierra de la vertiente más alejada es tal que cuando llueve se hace barrosa. De tal modo, que el movimiento de los combatientes es más dificultoso y como consecuencia el ejército se cansa; mientras que la tierra en la vertiente más cercana es sólida, así que resulta más fácil caminar cuando llueve. ¡Todo el agradecimiento sea para Al·lâh!,  ¡Mirad cuándo se produce este milagro!. Cuando los musulmanes habían mostrado su creencia y fuerza, entonces se hicieron dignos de la ayuda de Al·lâh. [Realmente cuando quiere algo, Su orden no es sino decirle: Sé, y es.]  (TSQ 36:  82).

¿Esta nación no se siente humillada hoy en día? Podría ser mañana la más grande entre las naciones.  Es muy fácil y Al·lâh es capaz de eso; ¿pero lo merecemos? Al·lâh tiene Su propia forma de legislar el universo. Él no favorece a cualquiera. El ocioso que no tiene un mensaje digno de trasladar al mundo no merece la ayuda de Al·lâh.

En la noche de la batalla, empezó a llover y los hombres de Qoraysh fueron anegados. Su gran número constituía una desventaja pues no podían moverse libremente; mientras que el reducido número de los musulmanes fue una ventaja ya que se sentían ligeros y podían moverse con facilidad.

Los musulmanes tenían miedo y estaban sensibilizados ante la batalla desigual. Al·lâh dice lo que se puede traducir como, [Como cuando tu Señor te hizo salir (al Profeta) de tu casa por la verdad, mientras que a una parte de los creyentes les disgustó. Te discuten sobre la verdad, después de haber sido aclarada, como si les llevaran a la muerte mientras miran.] (TSQ 8:5-6).  Es Al·lâh quien decidía el tiempo y el lugar de la batalla. Era como si la batalla de Badr fuera conducida por el cielo; los ángeles iban a descender dentro de poco para ayudar a los musulmanes.

Sintiéndose inquietos, los musulmanes no podían dormir por la noche. Al·lâh mandó otro milagro, aquél que describe el Qor´ân tal como se recoge en el siguiente versículo, que podemos traducir como: ((Cuando os cubrió como protección un sueño que venía de Él e hizo caer sobre vosotros agua del cielo para con ella purificaros, quitaros la suciedad del Shaytán, dar firmeza a vuestros corazones y afianzar así vuestros pasos. )) [TSQ 8:11]

En el campo de batalla, el ejército musulmán estaba posicionado detrás de los pozos de agua que se encontraban entre ellos y los hombres de Quraish. Al-Jobab Ebn Al-Mudher, uno de los compañeros, preguntó al Profeta , que los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él: “ ¿ te ha ordenado Al·lâh elegir este lugar para la batalla, en cuyo caso debo callarme, o se trata del plan de la guerra y la consulta y entonces yo hablo?”.  El profeta respondió que se trataba del plan de la guerra y la consulta. Al Jobab dijo “la elección de este lugar es inadecuada”. Entonces el Profeta (SAAWS) le preguntó “¿Luego, qué sugieres, Jobab?  Respondió “Pienso que debemos sellar todos los pozos excepto uno delante del cual colocaremos a nuestro ejercito, y así podremos beber mientras que ellos no podrán hacerlo. Y cuando ellos sientan sed, lucharán contra nosotros para conseguir el agua, mientras nuestra lucha será por la causa de Al·lâh”.

Al Profeta (SAAWS) le gustó la sugerencia, y de hecho la puso en práctica. ¿Has visto antes en otra parte un respeto parecido hacia la opinión de los individuos?  Una de las causas principales de la actitud negativa que mantiene la gente es su convencimiento de que nadie va a escucharla o va a tomar en consideración  su opinión. ¡Qué grandeza la de nuestro Profeta en todos los aspectos! 

Preparando el ejército, el Profeta (SAAWS) dio un discurso sobre al Yehad o la lucha y sobre sus virtudes. Cualquier país en tiempos de guerra estimula a sus combatientes para ser valientes y valerosos. No existe razón para que sientas embarazo por los dichos del Profeta (SAAWS), que los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él, cuando habla del Yehad o la lucha en el lugar adecuado, pues no hay nada embarazoso en el yehad o la lucha cuando ésta está concebida en el lugar adecuado y con tal de que no se esgrima para incitar a la destrucción en la propia tierra de uno.

Y el primer dicho que habla del Yehad es [Acudid prestos hacia un perdón de vuestro Señor y a un Jardín preparado para los temerosos, cuyo ancho son los cielos y la tierra.]  Quiere decir que aquel que muera luchando hoy en la batalla, entrará al paraíso. Y en este caso viene el dicho sobre el Yehad en el momento apropiado. Y de ahí concluimos que el estímulo religioso debe darse en el momento y en el lugar apropiados; y no se trata de aplicar cualquier cosa para cualquier tiempo. No se debe hacer uso del entusiasmo de los jóvenes sirviéndose de los dichos sobre el Yehad para su aplicación en tiempos inadecuados.

Umair Ibn-Al-Himam, uno de los compañeros del Profeta (SAAWS) dijo sorprendido “ ¡Oh, qué maravilloso! Ojalá pudiera ser yo uno de los habitantes del paraíso” El Profeta le respondió “Serás uno de los habitantes del paraíso”. Cuando Umair dijo tales palabras, estaba comiendo algunos dátiles. Antes de entrar en batalla, los arrojó inmediatamente pues no quería perder más tiempo y se dirigió a la lucha hasta que cayó mártir. Y fue uno de los primeros mártires de Badr. Otro mártir fue Hariza, joven de 18 años, un adorador devoto de  Al·lâh. Acostumbraba rezar por la noche salat el Qiyâm (Rezo nocturno voluntario) y antes de dar comienzo la batalla, se le arrojó erróneamente una flecha. Su madre se acercó llorando al Profeta, que los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él, y le preguntó, “¡Oh Profeta de Al·lâh! ¿Está mi hijo en el paraíso, de modo que pueda regocijarme o en otro lugar y entonces le lloro con lamento?  El Profeta (SAAWS) respondió “Madre de Hariza, no es un solo paraíso sino son muchos en los que tu hijo ha sido acogido; tu hijo está en el paraíso más elevado.”

¡Un joven de 18 años, que merece estar en el nivel más elevado del paraíso! Esto porque estaba frecuentemente rezando el Qiyâm (rezo nocturno) durante el Ramadán y prosternándose ante su Señor. Es este tipo de gente la que merece el nivel más elevado del paraíso.

El combate comenzó cuando tres batalladores de Quraish se adelantaron a pie para entablar un enfrentamiento de hombre a hombre:  Otba Ibnu-Rabi’a, Shaiba Ibnu-Rabi’a y Al-Walid Ibnu-Otba. Tres musulmanes de los Al-Ansâr (Los auxiliadores del Profeta) se adelantaron a pie para hacerles frente, pero éstos rehusaron y pidieron luchar con sus homólogos (de entre los emigrados). El Profeta, que los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él, eligió a los siguientes tres: a Ali Ibnu-Abi-Talib, a Hamza Ibnu-Abd-Al-Muttalib y a Abu-Ubaida Ibn-Al Haruz Ibnu Abd-Al-Muttalib.

Observa que cada vez que se exigía ofrecer sacrificio, el Profeta, que los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él, lo hacía con sus familias, y no con los extraños. ¿Estás convencido ahora  que nadie en todo el mundo supera en todos los aspectos al Profeta (SAAWS)?.

El duelo terminó con la muerte de Al Walid y Shaiba a manos de Ali y Hamza respectivamente. Sin embargo, Otba y Abu-Ubaida siguieron combatiendo hasta que el último perdió su pierna. Y cuando estaba respirando su último aliento, miró hacia el Profeta (SAAWS) y  le preguntó: “¿ He cumplido con mi deber, Profeta de Al·lâh?.”… ¿Has visto hasta qué grado llega el amor y la lealtad?… El Profeta, que los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él, dijo luego: “¡Señor mío!, Te pongo por testigo de que Abu-Ubaida ha cumplido con su deber”

¿Y tu, has cumplido con tu deber hacia el Profeta (SAAWS)?.

Todos estos sacrificios fueron ofrecidos para que el Islam, la verdad y la reforma prevalezcan. ¿Hemos cumplido con nuestro deber hacia él?

Y después comenzó de lleno la batalla, y comenzaron a caer los líderes de Quraish, uno tras otro. Y una gran sorpresa sucedió a mano de dos muchachos. Sucedió que Abdul-Rahman Ibnu Awf (que Al·lâh esté complacido con él) quien tenía el liderazgo del ala derecha del ejército musulmán, constituido por no más de 15 o 20 efectivos, vio entre los soldados a un muchacho de 15 años llamado Mu’adh y a su primo de 14 años llamado Mu’awedh. Uno de los dos muchachos le tiró de su vestido, y le preguntó: “! Oh tío! ¿Dónde está Abu Yahl?

Abdul-Rahman Ibn-Awf se sorprendió y preguntó al muchacho porqué hacía esta pregunta. El muchacho respondió que su madre le había dicho que no volviese sin matar a Abu Yahl.  Luego el otro muchacho le preguntó lo mismo. Y dijo que el motivo por el que buscaba a Abu Yahl era que había oído hablar acerca del perjuicio que había ocasionado al Profeta (SAAWS) y por eso mostraba esa impaciencia y había jurado que vengaría al Profeta, que los  los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él. Abdul-Rahman Ibnu-Awf cuenta “Me elevaron mi estado de ánimo. Y nunca antes he experimentado tanto sentimiento de admiración como el que sentí hacia esos dos muchachos”.

En nuestros días, la Sunna (tradición) del Profeta (SAAWS) está abandonada. ¿Quién se propone defender al Profeta en nuestros tiempos? Este no es un llamamiento para matar o cometer suicidio, sino un llamamiento para reformar nuestros países por el amor  a nuestro Profeta, y de este modo merecernos ser parte de esta nuestra nación. 

Al margen de los acontecimientos, conviene observar que el Profeta no permitía a los niños participar en las guerras, respetando los derechos de los niños. No obstante permitió a estos dos muchachos hacerlo después de su insistencia y después de probarle que podían manejarse perfectamente en la guerra. Los dos muchachos corrían como dos rápidas flechas. Pero siendo muy pequeños, no podían llevar las espadas de la forma habitual, y por eso las llevaban atadas alrededor de sus brazos y acordaron un plan entre ambos. Mu’adh dijo a Mu’awwedh: “Apuñala el caballo de modo que el hombre caiga y entonces yo voy a darle un golpe de espada” y pusieron en práctica este plan tal como lo habían concebido. Sin embargo Ikrima Ibnu-Abi-Yahl corrió detrás de ellos, una vez abatido Abu Yahl y apuñaló el brazo de Mu’adh de modo que se lo dejó colgando de su hombro. Mu’adh dijo “Me di cuenta que mi primo iba a llegar al Profeta antes que yo; y quise darle la buena noticia al Profeta antes que él; entonces puse mi brazo bajo mi pie y lo arranqué de modo que no supusiera un obstáculo en mi vía al Profeta. Luego corrí al Profeta informándole de las buenas noticias sobre la muerte de Abu-Yahl.”. Abdul·lâh lbn-Mas’oud, el más débil entre los compañeros del Profeta, vino para verificar la veracidad de tales noticias, y encontró a Abu-Yahl todavía vivo respirando su ultimo aliento, y lo remató. La ironía está en que la matanza de Abu-Yahl se llevó a cabo a manos de dos adolescentes y por el hombre más débil de los compañeros del Profeta.

El Profeta Mohammad (SAAWS) ordenó a su ejército que nadie matase a Abul-Bujturi Ibnu-Hisham como signo de gratitud por lo que este hombre había hecho a favor de los musulmanes durante el bloqueo. 

Observa la ética militar del Profeta, que solamente el mundo ha sabido después de la segunda guerra mundial. En lugar de combatirle, cada vez que un compañero veía al hombre, lo evitaba, el hombre se sorprendió y preguntó a un compañero: “porqué no me combates? Y el compañero le respondió: “El Profeta nos ha ordenado no matarte”. El hombre, preguntó sorprendido: ¿Porqué? El compañero contestó: “Por gratitud hacia a lo que has hecho en los días del bloqueo”. No obstante el hombre despiadadamente preguntó: “Y si yo comienzo a combatirte?”  El compañero respondió: “Escaparé de ti obedeciendo la orden del Profeta”.  El hombre quedó persiguiendo al compañero hasta que obligó al último a matarle en defensa propia. Y después se acercó al Profeta llorando y pidiendo perdón porque había tenido que matarle en defensa propia. El Profeta (SAAWS) dijo “Cálmate. Solamente quise expresarle nuestra gratitud” 

Y es al final cuando los ángeles descendieron, no al comienzo de la batalla, porque el Profeta (SAAWS) al comienzo de la batalla se dedicó a rogar y a suplicar a Al·lâh largamente e incluso llorando: “¡Señor mío! Si este grupo de creyentes terminan abatidos, nadie Te adorará después en la tierra”.  Lo que básicamente preocupaba al Profeta (SAAWS) no era el asunto de la victoria sino el de su mensaje. Este es el significado que quiere trasladar: […Es cierto que Al·lâh os ayudó en Badr, aunque estabais en inferioridad de condiciones. Así pues, temed a Al·lâh y podréis ser agradecidos.] (TSQ 3:123)

Tienes que ser humilde ante Al·lâh durante este Ramadán para que te otorgue la victoria después de Ramadán. Yibril (Gabriel) descendió con miles de ángeles para afianzar a los creyentes. “Cuando tu señor inspiró a los ángeles: Estoy con vosotros, dad firmeza a los que creen; Yo arrojaré el terror en los corazones de los que no creen. Por lo tanto golpead las nucas y golpeadles en los dedos” (TSQ, 8:12)

Para vosotros, los musulmanes, esta es una lección muy importante de la que sacar lecciones. Hay que tener confianza en Al·lâh, al mismo tiempo que realizáis vuestros máximos esfuerzos. Badr es una lección muy importante: Primero viene la planificación correcta y luego la sigue el milagro de Al·lâh- la batalla fue dirigida desde los cielos pero al mismo tiempo muchos esfuerzos fueron realizados en la tierra. La valentía y la seriedad de parte de los musulmanes, y al mismo tiempo, la lluvia y los ángeles de los cielos. Y el resultado fue una victoria colosal para los musulmanes. Tomaron venganza de cada uno de los que antes había causado perjuicio a los musulmanes. Setenta  líderes de Quraish murieron. Incluso Abu-Lahab, quien rehusó salir con el ejército, murió en Makka de forma terrible.

El Profeta (SAAWS) cavó una fosa llamada Al-Qulayb, en la que se enterraron a los 70 cadáveres de Quraish. Después se puso a pie delante de la tumba y les preguntó: “¿habéis encontrado verdad lo que vuestro Señor os ha prometido?

La batalla terminó con la muerte de 14 compañeros del Profeta (SAAWS), 13 de ellos de Al-Ansâr (Los auxiliadores) y 1 solamente de los emigrados; su compromiso con el Profeta, que los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él, consistía en un acuerdo que incluye el sacrificio hasta el último aliento.

¿Vais a dedicar vuestras vidas en pro del mensaje del Profeta (SAAWS)?

¿Vais a amar al Profeta (SAAWS)?

¿Va a estar el Profeta satisfecho con vosotros?

¿Le diréis que habéis cumplido con vuestro deber hacia él?

 Y que la Paz de Al·lâh, su Misericordia y sus Bendiciones sean con vosotros.

 Fuente: www.amrkhaled.net

 

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